domingo, 29 de octubre de 2023

"EL MANDAMIENTO PRINCIPAL DE LA LEY” (Mt 22, 34-40)

Homilías del Papa y Temas sacerdotales

Jesús  Mateo, sacerdote de Valladolid me  envía el  Comentario del Evangelio de cada día,  y yo con gran placer lo edito en mis blogs católicos de difusión. Sé que hay muchas entradas porque muchos lo reciben y comparten para ayudarse en su tiempo de oración.

P. Javier Olivares.

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29 de octubre, domingo 2023

"EL MANDAMIENTO PRINCIPAL DE LA LEY” (Mt 22, 34-40)

Me gusta pensar en los sueños de Dios. ¿Cómo será Dios? ¿Qué había antes de la creación del mundo? El primer libro de la Sagrada Escritura, el Génesis, comienza así: Al principio creó Dios los cielos y la tierra". Y, ¿qué había antes de la creación? Dios pensó y soñó con un mundo bello, hermoso. Y le salió bien. Dice el Apocalipsis que vio Dios que era bueno, bello.

Y me lo imagino soñando con el hombre "y lo creó a imagen y semejanza suya, a imagen de Dios". Y vio Dios ser muy bueno lo que había hecho, leemos en el libro del Génesis.

Y me pregunto: ¿Para qué creó Dios al hombre? ¿En qué pensó y en qué soñó pensando en el hombre? Si Dios es Amor, e hizo al hombre a su imagen y semejanza, quiere decir que el hombre está hecho para amar. ¡Qué destino, qué misión y qué fin el del hombre! Estamos hechos para amar. Dios nos ha creado para amar. ¡Qué vocación más sublime: amar.!

Y lo primero de todo es dar gracias a Dios por su amor. Nos ama con un amor entrañable, infinito. Nos ha hecho partícipes de su vida, de su divinidad. Nos ha hecho hijos suyos. Ante esta verdad inimaginable, de ensueño, feliz y consoladora, me pregunto contigo: "Saber, Dios mío, que me quieres tanto ¿y no me he vuelto loco? ¿Te puedes imaginar algo más grandioso y divino? ¡Dios me ama y Dios me ha creado para amar!

¿Cuál es el primer Mandamiento y el fin de mi vida? Amar al que me ha creado sin peso y sin medida; con todo el corazón, con todo mi ser, con toda mi alma, con todas mis fuerzas. Y estamos hechos, también, para amar al prójimo como a nosotros mismos, más aún,  como nos ama Dios, puesto que hemos sido creados  a su imagen y semejanza. Señor, gracias por habernos hecho a tu imagen y semejanza para amar.

Jesús Mateo. Sacerdote

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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo.

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