martes, 26 de julio de 2016

Viaje Apostólico del Papa Francisco a Cracovia-Polonia

Homilías del Papa y Temas sacerdotales

Francisco \ Viajes Apostólicos
Programa de las actividades que el Papa realizará en Polonia
20/07/2016 12:36SHARE:

(RV).- El P. Federico Lombardi, Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, presentó a los periodistas el programa del Viaje Apostólico del Santo Padre Francisco a Polonia  con ocasión de la 31ª Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará del 27 al 31 de julio.
En cuanto al programa de las actividades que el Pontífice realizará en Polonia, destacamos:

Aeropuerto Internacional Juan Pablo II Cracovia – Balice

El miércoles 27 de julio el Pontífice llegará alrededor de las 16:00 al Aeropuerto Internacional Juan Pablo II Cracovia – Balice donde tendrá lugar la ceremonia de bienvenida.

Castillo Real de Wawel

Una hora más tarde (a las 17:00) está prevista la llegada del Pontífice al Castillo Real de Wawel donde mantendrá un encuentro con las autoridades y el cuerpo diplomático. A continuación, y tras su visita de Cortesía al Presidente de la República de Polonia, el Santo Padre celebrará un encuentro con los obispos de esta nación en la Catedral de Wawel (a las 18:30). En este lugar tendrá lugar la oración silenciosa ante la tumba de San Estanislao donde también se encuentran las reliquias de san Juan Pablo II, el Papa venerará el Santísimo Sacramento en la capilla que se encuentra detrás del altar y dirigirá un discurso. Mientras al atardecer, en la Residencia de los Obispos de Cracovia y después de la cena, el Santo Padre se asomará a la Ventana Papal para saludar a la multitud reunida en la plaza que se encuentra frente al edificio.


El jueves 28 de julio por la mañana el Papa se trasladará a Balice, con una parada en el Convento de las Hermanas de la Presentación. Las religiosas de esta comunidad, junto con algunos estudiantes, lo esperarán en la entrada de la Capilla de San Juan Bautista y San Juan Apóstol donde realizarán una oración comunitaria.

 Santuario de Częstochowa, 

A continuación, el Pontífice se trasladará en helicóptero a Częstochowa, para llegar alrededor de las 9:45 am al Monasterio de Jasna Góra, donde rezará en la Capilla de la Imagen Milagrosa de la Virgen Negra antes de presidir (a las 10:30) la Santa Misa en el marco de la Celebración de los 1.050 años del Bautismo de Polonia.


Recinto-Parque de Częstochowa,

Esta Misa es un evento de importancia nacional, que se coloca en el marco del Jubileo del Bautismo de Polonia. El área del Santuario puede albergar a unos 300 mil fieles, donde los Obispos y muchos sacerdotes polacos concelebrarán, y a la que asistirán el Presidente de la República y las más altas autoridades del país.


Parque Błonia con S. Juan Pablo II

A las 17:00 en la plaza frente a la sede del Arzobispado, el Presidente de Cracovia entregará las llaves de la ciudad al Santo Padre. Luego, el Papa viajará en tranvía hacia Parque Błonia con un grupo de jóvenes discapacitados. A su llegada Francisco se trasladará entre los fieles en Papamóvil, donde se espera la presencia de unos 600.000 jóvenes. A las 17:30 tendrá lugar la ceremonia de acogida. Después de la cena, el Santo Padre se asomará a la Ventana Papal para saludar a la multitud reunida en la plaza frente a la Residencia de los Obispos de Cracovia.

Obispos barroco del Palacio de Cracovia en Kielce, Polonia — Foto de Stock #93819340
Santuario de Częstochowa, 

El viernes 29 de julio el Papa celebrará la Misa a las 7:00 de modo privado en la Capilla de la residencia de los Obispos en Cracovia. 

 Campo de exterminio de Auschwitz

A continuación se trasladará en helicóptero a Oswięcim. A las 9:30 visitará el campo de concentración de Auschwitz, en el año en que se cumple el 75º aniversario del martirio de San Maximiliano Kolbe. Francisco traspasará solo la puerta de entrada y en la entrada de la barraca 11. El Santo Padre se encontrará personalmente con quince supervivientes. A lo que seguirá la oración privada en la celda del martirio del Padre Kolbe. Y a las 10:30 visitará el campo de Birkenau.

Hospital Pediátrico Universitario,

Ese mismo día a las 16:30 se trasladará a Prokocim donde visitará el Hospital Pediátrico Universitario, uno de los más importantes de Polonia, donde se atiende a 30.000 pacientes internados y 200.000 niños con tratamiento ambulatorios por año. Unos 50 niños se encontrarán reunidos en la sala de recepción del hospital junto con sus padres, donde el Santo Padre pronunciará un discurso. También realizará una visita privada a algunas áreas de la guardia de emergencia en la planta baja, acompañado por el Director y los padres de algunos niños y rezará en la capilla del hospital.


Parque Błonia.

A las 18:00 el Pontífice realizará el Vía Crucis con los jóvenes en el Parque Błonia. Una vez concluida esta piadosa práctica el Santo Padre dirigirá unas palabras a los fieles. 

Residencia de los Obispos de Cracovia.


También en esta ocasión, después de la cena, el Obispo de Roma se asomará a la Ventana Papal para saludar a la multitud reunida en la plaza frente a la Residencia de los Obispos de Cracovia.

Santuario de la Divina Misericordia en Łagiewniki.


El sábado 30 de julio a las 8:30 el Pontífice realizará una visita al Santuario de la Divina Misericordia en Łagiewniki.

Santuario de la Divina Misericordia en Łagiewniki.

A las 9:00 el Papa entrará en el Santuario a través de la Puerta Santa de la Misericordia.  A continuación tendrá lugar la Liturgia de la Reconciliación en la que participarán los jóvenes. El Santo Padre confesará a cinco jóvenes en italiano, español y francés. El Papa Francisco, recordamos, es el tercer Papa, luego de san Juan Pablo II y Benedicto XVI, que visitará el Santuario de la Divina Misericordia, pero el primero que confesará allí.


Santuario de S.  Juan Pablo II

A las 10:30 tendrá lugar la celebración de la Santa Misa en el Santuario Juan Pablo II en la que participarán numerosos sacerdotes, consagrados y seminaristas de Polonia. Se ha previsto la presencia en el Santuario de unas 2.000 personas, además de la participación de 5.000 en la Misa, reunidas delante del templo

Se puede ver la ventana del Papa
A las 13:00 el Santo Padre almorzará con el  Arzobispo de Cracovia con un traductor y doce jóvenes representantes de diferentes países: una chica y un chico de cada continente y un chico y una chica de Polonia.

A las 19:00 el Papa llegará al Campus Misericordiae. Tras el pasaje de la Puerta de la Misericordia junto con cinco representantes de la juventud, tendrá lugar la Vigilia de oración con los jóvenes de todo el mundo.

El domingo 31 de julio Francisco regresará al Campus Misericordiae donde procederá a la bendición de los dos edificios de Cáritas: La Casa de la Misericordia para pobres y ancianos y la Casa del Pan, que corresponde a un almacén de alimentos para los más necesitados.

Tras hacer su recorrido entre los miles de jóvenes a las 10:00 comenzará la celebración de la Misa conclusiva de la Jornada Mundial de la Juventud. También procederá al envío de los jóvenes como testigos de la Divina Misericordia y anunciará el lugar en el que se llevará a cabo la próxima.

Arena Tauron

A las 17:00 Francisco llegará a la Arena Tauron donde se encontrará con los voluntarios de la JMJ y del Comité Organizador Local junto a los patrocinadores, a quienes les dirigirá un discurso.

aeropuerto de Cracovia Balice.

A las 18:15 tendrá lugar la ceremonia de despedida en el aeropuerto de Cracovia Balice.

Aeropuerto romano de Ciampino.

A las 20:25 está prevista la llegada del Papa Francisco al aeropuerto romano de Ciampino.

(María Fernanda Bernasconi - RV)

domingo, 10 de julio de 2016

Papa Francisco reza el Ángelus 10-07-2016

Homilías del Papa y Temas sacerdotales

Francisco \ Audiencias,

Catequesis y Ángelus

Ángelus del Papa: no catalogar a los demás para decidir quién es mi prójimo


El Papa Francisco reza el Ángelus del segundo domingo de julio con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro. - OSS_ROM

10/07/2016 11:24SHARE:

(RV).- Puntualmente a mediodía el Papa Francisco se asomó a la ventana frente a la Plaza de San Pedro, para rezar con los miles de fieles y peregrinos que, a pesar del calor veraniego, se dieron cita el segundo domingo de julio para rezar el Ángelus junto al Sucesor de Pedro, escuchar su comentario al Evangelio y recibir su bendición apostólica.

A través de la parábola del “buen samaritano”, propuesta en esta ocasión por el Evangelio de Lucas, el Santo Padre  explicó que mediante este relato sencillo y estimulante, Jesús nos indica un estilo de vida, cuyo baricentro no somos nosotros, sino los demás con sus dificultades.

De manera que Francisco dijo que el Señor hace uso de esta parábola en su diálogo con un Doctor de la Ley a propósito del dúplice mandamiento que permite entrar en la vida eterna: amar a Dios con todo el corazón y al prójimo como a sí mismos.

El Papa Bergoglio invitó a que – como el Doctor de la Ley – también nosotros nos preguntemos: ¿Quién es mi prójimo? ¿A quién debo amar como a mí mismo? ¿A mis parientes? ¿A mis amigos? ¿A mis compatriotas? ¿A los de mi misma religión?

Y añadió que Jesús ha cambiado completamente la perspectiva inicial de aquel Doctor, y también la nuestra, por lo que afirmó que no debemos catalogar a los demás para decidir quién es mi prójimo. Puesto que depende de nosotros ser o no ser prójimo de la persona que encontramos y que tiene necesidad de ayuda, independientemente de quien sea.

El Obispo de Roma puso de manifiesto que la actitud del buen samaritano es necesaria para dar prueba de nuestra fe, que si no está acompañada por obras, resulta muerta. Mientras a través de las obras buenas, realizadas con amor y alegría hacia el prójimo, nuestra fe brota y da fruto.

El Pontífice también invitó a preguntaros si nuestra fe es fecunda; si produce obras buenas; o si en cambio es estéril… En una palabra dijo: ¿Me hago prójimo o simplemente paso de lado?
Es bueno hacerse estas preguntas – dijo el Papa – porque al final, seremos juzgados por las obras de misericordia. Y agregó que el Señor podría decirnos si nos acordamos de aquella vez, por el camino de Jerusalén a Jericó, mientras Aquel hombre, medio muerto, era precisamente Él.

Francisco concluyó invocando a la Virgen María para que nos ayude a caminar por la vía del amor generoso hacia los demás, la vía del buen samaritano, esa que nos hace entrar en la vida eterna.

(María Fernanda Bernasconi - RV).

Texto y audio de las palabras del Santo Padre Francisco a la hora del Ángelus:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy la liturgia nos propone la parábola llamada del “buen samaritano”, tomada del Evangelio de Lucas (10, 25-37). Esta parábola, en su relato sencillo y estimulante, indica un estilo de vida, cuyo baricentro no somos nosotros mismos, sino los demás, con sus dificultades, que encontramos en nuestro camino y que nos interpelan. Los demás nos interpelan. Y cuando los demás no nos interpelan, algo allí no funciona; algo en aquel corazón no es cristiano.

Jesús usa esta parábola en el diálogo con un Doctor de la Ley, a propósito del dúplice mandamiento que permite entrar en la vida eterna: amar a Dios con todo el corazón y al prójimo como a sí mismos (vv. 25-28). “Sí – replica aquel Doctor de la Ley  – pero dime, ¿quién es mi prójimo?” (v. 29).

También nosotros podemos plantearnos esta pregunta: ¿Quién es mi prójimo? ¿A quién debo amar como a mí mismo? ¿A mis parientes? ¿A mis amigos? ¿A mis compatriotas? ¿A los de mi misma religión?... ¿Quién es mi prójimo?

Y Jesús responde con esta parábola. Un hombre, a lo largo del camino de Jerusalén a Jericó, fue asaltado por unos ladrones, agredido y abandonado. Por aquel camino pasan primero un sacerdote y después un levita, quienes, aun viendo al hombre herido, no se detienen y siguen adelante (vv. 31-32). Después pasa un samaritano, es decir un habitante de la Samaria, y como tal, despreciado por los judíos porque no observaba la verdadera religión. Y, en cambio él, precisamente él, cuando vio a aquel pobre desventurado, “se conmovió”. “Se acercó y vendó sus heridas (…), “lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo” (vv. 33-34). Y al día siguiente, lo encomendó al dueño del albergue, pagó por él y dijo que también habría pagado el resto (Cfr. v. 35).

Llegados a este punto Jesús se dirige al Doctor de la Ley y le pregunta: “¿Cuál de los tres – el sacerdote, el levita o el samaritano – te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?”. Y aquel – porque era inteligente – responde naturalmente: “El que tuvo compasión de él” (vv. 36-37).
De este modo Jesús ha cambiado completamente la perspectiva inicial del Doctor de la Ley  – ¡y también la nuestra! –: no debo catalogar a los demás para decidir quién es mi prójimo y quién no lo es. Depende de mí ser o no ser prójimo – la decisión es mía –, depende de mí ser o no ser prójimo de la persona que encuentro y que tiene necesidad de ayuda, incluso si es extraña o incluso hostil.

Y Jesús concluye: “Ve, y procede tú de la misma manera” (v. 37). ¡Hermosa lección! Y lo repite a cada uno de nosotros: “Ve, y procede tú de la misma manera”, hazte prójimo del hermano y de la hermana que ves en dificultad. “Ve, y procede tú de la misma manera”. Hacer obras buenas, no decir sólo palabras que van al viento. Me viene en mente aquella canción: “Palabras, palabras, palabras”. No. Hacer, hacer. Y mediante las obras buenas, que cumplimos con amor y con alegría hacia el prójimo, nuestra fe brota y da fruto. Preguntémonos – cada uno de nosotros responda en su propio corazón – preguntémonos: ¿Nuestra fe es fecunda? ¿Nuestra fe produce obras buenas? ¿O es más bien estéril, y por tanto está más muerta que viva? ¿Me hago prójimo o simplemente paso de lado? ¿Soy de aquellos que seleccionan a la gente según su propio gusto?

Está bien hacernos estas preguntas y hacérnoslas frecuentemente, porque al final seremos juzgados sobre las obras de misericordia. El Señor podrá decirnos: Pero tú, ¿te acuerdas aquella vez, por el camino de Jerusalén a Jericó? Aquel hombre medio muerto era yo. ¿Te acuerdas? Aquel niño hambriento era yo. ¿Te acuerdas? Aquel emigrante que tantos quieren echar era yo. Aquellos abuelos solos, abandonados en las casas para ancianos, era yo. Aquel enfermo solo en el hospital, al que nadie va a saludar, era yo.

Que la Virgen María nos ayude a caminar por la vía del amor, amor generoso hacia los demás, la vía del buen samaritano. Que nos ayude a vivir el mandamiento principal que Cristo nos ha dejado. Este es el camino para entrar en la vida eterna.

Papa Francisco reza por las víctimas atentados de Bagdad y Dacca

Homilías del Papa y Temas sacerdotales

Terrorismo. Papa Francisco pide que recemos todos juntos para “convertir los corazones de los cegados por el odio”


Papa Francisco reza por las víctimas de los atentados de Bagdad y Dacca - AFP

03/07/2016 12:17SHARE:

(RV).- El Santo Padre Francisco expresó su cercanía a las víctimas de los atentados sucedidos en Bagdad y Dacca y pidió a los fieles que rezaran juntos por los difuntos y para “convertir el corazón de los violentos cegados por el odio”.

Después de orar el Ave María saludó detalladamente a muchos de los grupos de peregrinos llegados a la Plaza de San Pedro como aquellos de España o Chile.
Palabras de Papa Francisco:

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Queridos hermanos y hermanas,

Expreso mi cercanía a los familiares de las víctimas y de los heridos del atentado sucedido ayer en Dacca y también del sucedido en Bagdad. Recemos juntos. Recemos juntos por ellos, por los difuntos y pidamos al Señor para convertir el corazón de los violentos cegados por el odio. (Ave María…)

Les saludo a todos ustedes, fieles de Roma y peregrinos llegados desde Italia y desde diversos países. En particular al grupo de Bérgamo (Italia) guiado por el Obispo. Los bergamascos no han escatimado en la pancarta, ¿eh? ¡Se ve bien! A aquellos de Braganza- Miranda (Portugal); las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón que vienen desde Corea con algunos fieles; los jóvenes de Ibiza que se preparan para la confirmación; y el grupo de peregrinos venezolanos. También querría saludar a mis connacionales de La Rioja, del Chilecito: se ve bien la bandera ahí, ¡eh!

Saludo a algunas peregrinaciones especiales, bajo el amparo de la Misericordia: a los fieles de Ascoli Piceno, llegados a pie por la vía Salaria antigua; a los socios de la Federación Italiana de Turismo Ecuestre, llegados a caballo, algunos incluso desde Cracovia; y aquel en bicicleta y motocicleta desde Cardito (Nápoles).
Saludo finalmente a la Asociación “Migas de esperanza de Carla Zichetti”, la Familia Camiliana Laica, la Escuela materna de Verdellino, y los muchachos de Albino y Desenzano, y aquellos de Sassari.

En el Año Santo de la Misericordia me agrada recordar que el próximo miércoles celebraremos la memoria de santa María Goretti, la muchacha mártir que antes de morir perdonó a su asesino. Esta valiente muchacha merece un aplauso de toda la plaza, ¡eh!

Y a todos les deseo un buen domingo. Por favor, no se olviden de rezar por mí.

¡Buen almuerzo y hasta la vista!
(Mónica Zorita-RV)

viernes, 1 de julio de 2016

Audiencia Jubilar del Papa: La misericordia sin las obras está muerta

Homilías del Papa y Temas sacerdotales

Francisco \ Audiencias, Catequesis y Ángelus

Audiencia Jubilar del Papa:
 La misericordia sin las obras está muerta


El Papa Francisco besa a un bebé 
en la Plaza de San Pedro - AFP

30/06/2016 11:00SHARE:

(RV).- Con ocasión de la Audiencia Jubilar celebrada este jueves 30 de junio en la plaza de San Pedro, el Papa Francisco invitó a los peregrinos presentes a hacer un serio examen de conciencia porque “una cosa es hablar de misericordia, otra es vivir la misericordia”.

“Quien ha experimentado en la propia vida la misericordia del Padre no puede permanecer insensible frente a las necesidades de los hermanos”, remarcó el Obispo de Roma quien destacó que la enseñanza de Jesús “no permite vías de escape: Tenía hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba desnudo, prófugo, enfermo, preso y me han ayudado”.

“No se puede hacer esperar a una persona que tiene hambre: es necesario darle de comer. Jesús nos dice esto. Las obras de misericordia no son temas teóricos, sino que son testimonios concretos. Obligan a remangarse las mangas para aliviar el sufrimiento”, explicó.

En su catequesis en italiano, el Pontífice afirmó: “a nosotros, por lo tanto, se nos pide permanecer vigilantes como centinelas, para que no suceda que, frente a las pobrezas producidas por la cultura del bienestar, la mirada de los cristianos se debilite y sea incapaz de mirar lo esencial” y agregó: “mirar lo esencial ¿qué significa? Mirar a Jesús. 

Mirar a Jesús en el hambriento, en el preso, en el enfermo, en el desnudo, en aquel que no tiene trabajo y debe mantener a una familia. Mirar a Jesús en estos hermanos y hermanas nuestros. Mirar a Jesús en aquel que está solo, triste, en aquel que se equivoca y necesita un consejo, en aquel que necesita hacer un camino en silencio para que se sienta en compañía. Estas son las obras que Jesús nos pide. Mirar a Jesús en ellos, en esta gente. ¿Por qué? Porque Jesús a mí, a todos nosotros, nos mira así”.

Al finalizar, el Papa Francisco evocó su reciente viaje a Armenia “un pueblo que, en el curso de su larga historia, ha testimoniado la fe cristiana con el martirio” y agradeció a Dios por este viaje, a todo el pueblo armenio por haberlo acogido como peregrino de fraternidad y de paz y al Supremo Patriarca de la Iglesia Apostólica Armenia quien dijo: “fraternamente me ha hospedado por tres días en su casa”.

En esta línea, el Santo Padre recordó que en tres meses viajará a Georgia y Azerbaiyán, otros dos países de la región del Cáucaso para “por una parte valorizar las antiguas raíces cristianas presentes en aquellas tierras –siempre en espíritu de diálogo con las otras religiones y culturas- y por otra parte, animar esperanzas y senderos de paz”.
(Mercedes De La Torre – Radio Vaticano).

Voz y texto completo
de la catequesis del Papa Francisco:

Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días!

¡Cuántas veces, durante estos primeros meses del Jubileo, hemos escuchado hablar de las obras de misericordia! Hoy el Señor nos invita a hacer un serio examen de conciencia. Es bueno, de hecho, no olvidar nunca que la misericordia no es una palabra abstracta, sino un estilo de vida. Una persona puede ser misericordiosa o puede ser no misericordiosa. Es un estilo de vida, yo elijo vivir como misericordioso o elijo vivir como no misericordioso. Una cosa es hablar de misericordia, otra es vivir la misericordia. Parafraseando las palabras del apóstol Santiago (cfr 2,14-17) podemos decir: la misericordia sin las obras está muerta en sí misma. ¡Propiamente! Lo que hace viva la misericordia es su constante dinamismo para ir hacia el encuentro de las necesidades de aquellos que están en dificultad espiritual y material. La misericordia tiene ojos para ver, oídos para escuchar, manos para levantar…

La vida cotidiana nos permite tocar con las propias manos tantas exigencias de las personas más pobres y más probadas. A nosotros se nos pide aquella atención particular que nos lleva a darnos cuenta del estado de sufrimiento y necesidad en el que están tantos hermanos y hermanas. A veces, pasamos delante de situaciones de dramática pobreza y parece que no nos tocan; todo continúa como si nada pasara, en una indiferencia que al final nos hace hipócritas y, sin que nos demos cuenta, termina en una forma de letargo espiritual que hace insensible el ánimo y estéril la vida.

Hay gente que pasa por la vida, que va por la vida, sin notar las necesidades de los otros, sin ver tantas necesidades, espirituales y materiales, es gente que pasa sin vivir, es gente que no sirve a los otros. Y recuerden bien: quien no vive para servir, no sirve para vivir.

¡Cuántos son los aspectos de la misericordia de Dios hacia nosotros! Del mismo modo, cuántos rostros se dirigen a nosotros para obtener misericordia. Quien ha experimentado en la propia vida la misericordia del Padre no puede permanecer insensible frente a las necesidades de los hermanos. La enseñanza de Jesús que hemos escuchado no permite vías de escape: Tenía hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba desnudo, prófugo, enfermo, preso y me han ayudado (cfr Mt 25,35-36). No se puede hacer esperar a una persona que tiene hambre: es necesario darle de comer. Jesús nos dice esto. Las obras de misericordia no son temas teóricos, sino que son testimonios concretos. Obligan a remangarse las mangas para aliviar el sufrimiento.

A causa de los cambios de nuestro mundo globalizado, algunas pobrezas materiales y espirituales se han multiplicado: demos, pues, espacio a la fantasía de la caridad para individuar nuevas modalidades operativas. De este modo, el camino de la misericordia será siempre más concreto. A nosotros, por lo tanto, se nos pide permanecer vigilantes como centinelas, para que no suceda que, frente a las pobrezas producidas por la cultura del bienestar, la mirada de los cristianos se debilite y sea incapaz de mirar lo esencial.

Mirar lo esencial ¿qué significa? Mirar a Jesús. Mirar a Jesús en el hambriento, en el preso, en el enfermo, en el desnudo, en aquel que no tiene trabajo y debe mantener a una familia. Mirar a Jesús en estos hermanos y hermanas nuestros. Mirar a Jesús en aquel que está solo, triste, en aquel que se equivoca y necesita un consejo, en aquel que necesita hacer un camino en silencio para que se sienta en compañía. Estas son las obras que Jesús nos pide. Mirar a Jesús en ellos, en esta gente. ¿Por qué? Porque Jesús a mí, a todos nosotros, nos mira así.

Ahora pasamos a otra cosa…
Hace unos días el Señor me ha concedido visitar Armenia, la primera nación que abrazó el cristianismo, al inicio del siglo IV. Un pueblo que, en el curso de su larga historia, ha testimoniado la fe cristiana con el martirio. Doy gracias a Dios por este viaje, y estoy vivamente agradecido al Presidente de la República de Armenia, al Catholicós Karekin II, al Patriarca, a los Obispos Católicos y a todo el pueblo armenio por haberme acogido como peregrino de fraternidad y de paz.

Dentro de tres meses haré, si Dios quiere, otro viaje a Georgia y Azerbaiyán, otros dos países de la región del Cáucaso. He recibido la invitación a visitar estos países por dos motivos: por una parte valorizar las antiguas raíces cristianas presentes en aquellas tierras –siempre en espíritu de diálogo con las otras religiones y culturas- y por otra parte, animar esperanzas y senderos de paz. La historia nos enseña que el camino de la paz requiere una gran tenacidad y continuos pasos, comenzando por aquellos pequeños y poco a poco haciéndoles crecer, yendo el uno al encuentro del otro. Precisamente por esto, mi deseo es que todos y cada uno den su propia contribución para la paz y la reconciliación.

Como cristianos estamos llamados a reforzar entre nosotros la comunión fraterna, para dar testimonio del Evangelio de Cristo y para ser levadura de una sociedad más justa y solidaria. Por esto, toda la visita ha sido compartida con el Supremo Patriarca de la Iglesia Apostólica Armenia, quien fraternamente me ha hospedado por tres días en su casa.

Renuevo mi abrazo a los Obispos, a los sacerdotes, a las religiosas y a los religiosos y a todos los fieles en Armenia. La Virgen María, nuestra Madre, los ayude a permanecer firmes en la fe, abiertos al encuentro y generosos en las obras de misericordia. Gracias.

(Traducción del italiano, Mercedes De La Torre – Radio Vaticano).