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domingo, 12 de enero de 2014

Síntesis de la homilía del Papa Francisco 2014-01-11

Blog de Tío Paco-Franjaoli-Franja

Síntesis de las homilías del Papa Francisco en las Misas que celebra todas las mañanas en la Capilla de la Casa de Santa Marta.



La relación con Jesús salva a los sacerdotes de la mundanidad y de la idolatría del 'dios Narciso', dijo el Papa en su homilía


2014-01-11 Radio Vaticana


El verdadero sacerdote, ungido de Dios para su pueblo, tiene una relación estrecha con Jesús: cuando esto falta, el sacerdote se vuelve “untuoso”, un idólatra, devoto del ‘dios Narciso’. Lo afirmó el Papa Bergoglio esta mañana en la homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta. Con el Pontífice concelebraron el Cardenal Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal italiana y un grupo de sacerdotes de la Arquidiócesis de Génova, de la que el Purpurado es su Arzobispo.

Francisco dedicó enteramente su homilía a los sacerdotes. Al comentar la primera Carta de San Juan, que dice que tenemos la vida eterna porque creemos en el nombre de Jesús, el Papa se preguntó cómo es la relación de los sacerdotes con Jesús, porque “la fuerza de un sacerdote – dijo – está en esta relación”. A la vez que “Jesús, cuando crecía en popularidad – observó – iba a lo del Padre”, se retiraba “en lugares desiertos a orar”. Y explicó que “ésta es un poco la piedra miliar de los sacerdotes”, incluyéndose a sí mismo. Porque como se preguntó el Pontífice, si vamos o no vamos a encontrar a Jesús, ¿cuál es el lugar de Jesucristo en mi vida sacerdotal? Se trata, prosiguió, de una relación viva, de discípulo a Maestro, de hermano a hermano, de pobre hombre a Dios, o es una relación un poco artificial… ¿Qué no viene del corazón?”

“Nosotros somos ungidos por el Espíritu y cuando un sacerdote se aleja de Jesucristo puede perder la unción. En su vida, no: esencialmente la tiene… pero la pierde. Y en lugar de ser ungido termina por ser untuoso. ¡Y cuánto mal hacen a la Iglesia los sacerdotes untuosos! Aquellos que ponen su fuerza en las cosas artificiales, en las vanidades, en una actitud… en un lenguaje remilgado… ¡Pero cuántas veces se oye decir con dolor: ‘Pero, este es un sacerdote-mariposa!’, porque está siempre en las vanidades… Éste no tiene relación con Jesucristo! Ha perdido la unción: es un untuoso”.
A continuación, el Papa Francisco añadió:

“Nosotros los sacerdotes tenemos tantos límites: somos pecadores, todos. Pero si vamos a lo de Jesucristo, si buscamos al Señor en la oración – la oración de intercesión, la oración de adoración – somos buenos sacerdotes, si bien somos pecadores. Pero si nos alejamos de Jesucristo, debemos compensar esto con otras actitudes… mundanas. Y así, todas estas figuras… también el sacerdote-especulador, el sacerdote-empresario… Pero el sacerdote que adora a Jesucristo, el sacerdote que habla con Jesucristo, el sacerdote que busca a Jesucristo y que se deja buscar por Jesucristo: éste es el centro de nuestra vida. Si no está esto, perdemos todo. ¿Y qué daremos a la gente?”.

Que “nuestra relación con Jesucristo, relación de ungidos para su pueblo – exhortó el Papa – aumente en nosotros” los sacerdotes “cada día más”:

“Pero es bello encontrar a sacerdotes que han dado su vida como sacerdotes, de verdad, de los que la gente dice: ‘Pero, sí, tiene mal carácter, tiene esto, tiene aquello… pero ¡es un sacerdote!’. ¡Y la gente tiene olfato! En cambio, cuando la gente ve a los sacerdotes – por decir una palabra – idólatras, que en lugar de tener a Jesús, tienen a pequeños ídolos…, pequeños…, algunos devotos del ‘dio Narciso’, también… Cuando la gente ve a éstos, la gente dice: ‘¡Pobrecito!’. Lo que nos salva de la mundanidad y de la idolatría que nos hace untuosos, lo que nos conserva en la unción, es la relación con Jesucristo. Y hoy, a ustedes que han tenido la gentileza de venir a concelebrar aquí, conmigo, les deseo esto: ¡pierdan todo en la vida, pero no pierdan esta relación con Jesucristo! ¡Ésta es su victoria! ¡Y adelante, con esto!”.

(María Fernanda Bernasconi – RV).

domingo, 15 de diciembre de 2013

Síntesis de la homilía del Papa Francisco, 2013-12-12

Blog de Tío Paco-Franjaoli-Franja

   
    Síntesis de la homilía del Papa Francisco 
en la Misa que celebra todas las mañanas 
en la Capilla de la Casa de Santa Marta.

El Papa en Santa Marta:
hacia la Navidad en silencio,
para descubrir la ternura de Dios
2013-12-12 Radio Vaticana
(RV).-Preparándonos para la Navidad nos hará bien guardar un poco de silencio para escuchar a Dios que nos habla con la ternura de un padre y de una madre: esto es en resumen lo que dijo hoy el Papa Francisco, presidiendo la celebración eucarística en la Casa de Santa Marta en este segundo jueves de Adviento.
Inspirado por la lectura del libro del profeta Isaías, el Santo Padre subrayó no tanto “lo que dice el Señor”, sino “cómo lo dice”. Dios nos habla como lo hacen un papá y una mamá con su hijo:
“Cuando un niño tiene una pesadilla, se despierta, llorando... el papá va y le dice no tengas miedo, no tengas miedo, Yo estoy aquí, aquí. Así habla el Señor. ‘No tengas miedo, gusano de Jacob, larva de Israel’. El Señor tiene esta forma de hablar: se acerca ... Cuando miramos a un padre o a una madre que habla con su hijo, vemos que éstos se vuelven pequeños y hablan con la voz de un niño y hacen gestos de niños. Alguien que los ve desde el exterior puede pensar, ¡pero estos son ridículos! Se empequeñecen, allí mismo, ¿no? Porque el amor de la mamá y del papá tiene que acercarse, uso esta palabra: empequeñecerse precisamente para alcanzar el mundo del niño. Sí: si mamá y papá le hablan normalmente, el niño igualmente entenderá, pero ellos quieren adoptar la forma de hablar del niño. Se acercan, se hacen niños. Así también es el Señor”.
Los teólogos griegos – recordó el Obispo de Roma - explicaban esta actitud de Dios con “una palabra muy difícil: la synkatábis”, o sea “la condescendencia de Dios que desciende para hacerse como uno de nosotros”:
“Y entonces, el papá y la mamá también dicen cosas un poco ridículas al niño: '¡Mi amor, mi juguete ...' , y todas esas cosas. El Señor dice: 'Gusanito de Jacob', ' eres como un gusano para mí, una cosita pequeña, pero te quiero mucho'. Este es el lenguaje de Dios, el lenguaje del amor de padre, de madre. ¿Palabra del Señor? Si, escuchemos lo que nos dice. Pero también veamos cómo lo dice: y nosotros debemos hacer aquello que hace el Señor, hacer aquello que dice y hacerlo como lo dice: con amor, con ternura, con esa condescendencia hacia los hermanos”.
Dios - explicó Francisco citando el encuentro de Elías con el Señor - es como “la brisa suave”, o – como dice el texto original – “un hilo sonoro de silencio”: así “el Señor se acerca con aquella sonoridad del silencio propia del amor. Sin hacer espectáculo”. Y “se hace pequeño para hacerme fuerte”; Él va hacia a la muerte, con esa condescendencia, para que yo pueda vivir”:
“Esta es la música del lenguaje del Señor, y nosotros en preparación hacia la Navidad debemos escucharla: nos hará bien escucharla, nos hará tanto bien. Normalmente, la Navidad parece una fiesta de mucho barullo: nos hará bien guardar un poco de silencio y escuchar estas palabras de amor, palabras de tanta cercanía, estas palabras de ternura...’¡Eres un gusano, pero te amo tanto!’. Por esto. Y guardar silencio, en este momento en el que, como dice el prefacio, estamos en espera, vigilantes”. (RC-RV)