domingo, 28 de agosto de 2022

Comentario: Observa que los convidados van eligiendo los primeros puestos y afea esa actitud aconsejándonos a vivir la virtud de la humildad: "PORQUE TODO EL QUE SE ENSALCE, SERÁ HUMILLADO; Y EL QUE SE HUMILLE, SERÁ ENSALZADO".(Lc 14, 1-11).

Homilías del Papa y Temas sacerdotales

D. Jesús Mateo. Sacerdote de Valladolid , me envía todos los días el Comentario del Evangelio para que yo se lo edite en mi Blog católico de Javier Olivares baionés jubilado Baiona. Lo hago con mucho gusto porque además lo encuentro muy bueno para hacer oración o para preparar la predicación, Vale la pena el esfuerzo, porque son  varios miles de visitas al Blog Católico. Este es el último Comentario. : Dice así....

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28 de agosto, domingo de 2022

Comentario: Observa que los convidados van eligiendo los primeros puestos y afea esa actitud aconsejándonos a vivir la virtud de la humildad: "PORQUE TODO EL QUE SE ENSALCE, SERÁ HUMILLADO; Y EL QUE SE HUMILLE, SERÁ ENSALZADO".(Lc 14, 1-11).

 

El Señor hoy aprovecha una comida a la que había sido invitado por uno de los jefes de los fariseos, para reafirmar la importancia y la necesidad de la virtud de la HUMILDAD.  Observa que los convidados van eligiendo los primeros puestos y afea esa actitud aconsejándonos a vivir la virtud de la humildad.

¡Qué magnífica parábola para los fariseos y, también, para ti y para mí!. Tú y yo podemos caer en los mismos defectos y pecados que ellos. No hay duda de que cuesta vivir esta virtud; quizás la  más difícil de todas.

La humildad es la base fundamental de todas las virtudes, y por el contrario, la soberbia es la "raíz y madre" de todos los pecados, y el mayor obstáculo que podemos poner a la gracia de Dios. Difícil, muy difícil es vivir la virtud de la humildad y es fácil caer en la soberbia y no reconocerlo. El Señor pocas veces se puso como modelo, pero recuerda lo que nos dijo: Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón.

Y Nuestra Madre proclama: Me llamarán bienaventurada todas las generaciones porque vio el Señor, la pequeñez, la humildad, de su esclava". Nos cuesta reconocer nuestras faltas y pecados. Señal clara, es, de que somos soberbios.

Te invito a examinarte con sinceridad y verdad: ¿Reconoces y admites que has hecho algo mal? ¿Crees que siempre tienes razón? ¿Sueles pedir perdón? ¿Eres el primero en pedir perdón o siempre esperas a que sea el otro el que lo pida?  ¿Eres hiriente en tu modo de hablar y de contestar?

La mayoría de las veces que estás triste y de mal humor ¿no piensas que es debido a que crees que te han humillado?

Jesús Mateo. Sacerdote

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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo. Un abrazo.  P. Franja.

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