Homilías del Papa y Temas sacerdotales
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D. JESÚS MATEO, es un sacerdote amigo de Valladolid, que se
dedica pacientemente a mandarnos un pequeño comentario del Evangelio de la
liturgia del día. Y como es muy corto y enjundioso os hago participes. Franja
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Martes 2 de abril de 2019
Comentario
«LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA,
Y ECHA A ANDAR» (Jn 5,
11-16).
En el Evangelio de hoy leemos que Jesús se encuentra en la
piscina llamada Betesda, que había en Jerusalén, y en cuyos pórticos se
agolpaban enfermos de toda clase.
Según una tradición, cada cierto tiempo un Ángel bajaba y
removía las aguas de modo que los que se tiraban en ese momento a la piscina
quedaban curados de sus dolencias.
La actitud de Jesús es admirable: «Ve» al paralítico.
(También nos «Ve» a ti y a mi: paralíticos en el alma...tantos
años... Y siente lástima por nosotros...)
Allí ve a un hombre echado que llevaba treinta y ocho años
enfermo y le dice: «¿Quieres quedar sano?»
(Esa misma pregunta nos
la hace a ti y a mí: «¿Quieres quedar sano? ¿Quieres cambiar de vida? ¿Quieres
que yo te cure? Pero ¿ quieres de verdad?
El enfermo le contestó:
«Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua;
para cuando llego yo, otro se me ha adelantado».
A mí me produce mucha pena, y al mismo tiempo me siento interpelado
por esta respuesta del paralítico: «No tiene un amigo que le meta
inmediatamente en el agua para ser curado».
¿No crees que a ti y a
mi nos pueda decir alguna persona
amiga, que no le ayudamos a «meterse en el agua»,es decir: a cambiar de vida, a acercarse a Dios y a los sacramentos, a confesar y a comulgar?
Jesús se apiada de ese hombre y lo cura: «Levántate, toma tu
camilla y
echa a andar».
Esto mismo nos dice a ti y a mí: levántate de tu vida cómoda, de
tu vida de tibieza... Toma tu camilla, es decir, tu vida, la vida de diario, la
vida corriente, esa vida que te parece monótona... y... echa a andar; camina de
prisa; vete al encuentro de Cristo, no
te pares.
Y Dios quiera que nos suceda como al paralítico. Dice el
Evangelista: «Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a
andar».
Jesús Mateo. Sacerdote
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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen
no nos abandone nunca. Franja.
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