Homilías del Papa y Temas sacerdotales
Contemplar
el Evangelio de hoy
Master·evangeli.net
Evangelio
de hoy
Día
litúrgico: 15 de Septiembre:
Nuestra Señora de los Dolores
Texto del
Evangelio (Lc 2,33-35): En aquel tiempo, el padre de Jesús y su madre estaban
admirados de lo que se decía de Él. Simeón les bendijo y dijo a María, su
madre: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser
señal de contradicción -¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!- a fin
de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones».
P.
Abad Dom Josep Mª SOLER OSB Abad de Montserrat
(Barcelona,
España)
«Una espada te atravesará el alma»
Hoy, en la fiesta de Nuestra Señora, la
Virgen de los Dolores, escuchamos unas palabras punzantes en boca del anciano
Simeón: «¡Y a ti misma una espada te atravesará el alma!» (Lc 2,35). Afirmación
que, en su contexto, no apunta únicamente a la pasión de Jesucristo, sino a su
ministerio, que provocará una división en el pueblo de Israel, y por lo tanto
un dolor interno en María. A lo largo de la vida pública de Jesús, María
experimentó el sufrimiento por el hecho de ver a Jesús rechazado por las
autoridades del pueblo y amenazado de muerte.
María, como todo discípulo de Jesús, ha de
aprender a situar las relaciones familiares en otro contexto. También Ella, por
causa del Evangelio, tiene que dejar al Hijo (cf. Mt 19,29), y ha de aprender a
no valorar a Cristo según la carne, aun cuando había nacido de Ella según la
carne. También Ella ha de crucificar su carne (cf. Ga 5,24) para poder ir
transformándose a imagen de Jesucristo. Pero el momento fuerte del sufrimiento
de María, en el que Ella vive más intensamente la cruz es el momento de la
crucifixión y la muerte de Jesús.
También en el dolor, María es el modelo de
perseverancia en la doctrina evangélica al participar en los sufrimientos de
Cristo con paciencia (cf. Regla de san Benito, Prólogo 50). Así ha sido durante
toda su vida, y, sobre todo, en el momento del Calvario. De esta manera, María
se convierte en figura y modelo para todo cristiano. Por haber estado
estrechamente unida a la muerte de Cristo, también está unida a su resurrección
(cf. Rm 6,5). La perseverancia de María en el dolor, realizando la voluntad del
Padre, le proporciona una nueva irradiación en bien de la Iglesia y de la
Humanidad. María nos precede en el camino de la fe y del seguimiento de Cristo.
Y el Espíritu Santo nos conduce a nosotros a participar con Ella en esta gran
aventura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario