"ESTE ES EL CORDERO DE DIOS, QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO" (Jn 1, 24-39)

Homilías del Papa y Temas sacerdotales

 

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Jesús Mateo, es un sacerdote amigo de Valladolid, que manda diariamente  lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y compartirlo  también con  los seglares.

Yo lo pongo ahora todos los días en uno de mis Blogs. Franja

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19 de Enero, Domingo, de 2020.

Comentario :  "ESTE ES EL CORDERO DE DIOS, QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO" (Jn 1, 24-39)

San Juan Bautista es el Precursor del Mesías. El mismo Jesucristo hizo de él la gran alabanza: "Nadie, de mujer, ha nacido alguien mayor que él".

San Juan bautizaba en el Jordán y acudían a él cientos y miles de personas para ser bautizados.

En el Evangelio de hoy, el Bautista nos habla así de Jesús:

 "Al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel. Y Juan dio testimonio diciendo: He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios".

San Juan Bautista predica que el Reino de los Cielos está cerca, que el Mesías está  ya entre ellos y es necesario pedir perdón a Dios de los pecados.

A él acudían cientos y miles de personas para ser bautizados por él.

Su predicación era exigente.

Dos ideas eran esenciales en su predicación:

A) ARREPENTÍOS DE VUESTROS PECADOS.

B) CONVERTÍOS.

A) Hoy se está perdiendo el sentido de pecado. Y lo estamos perdiendo tú y yo.

Por consiguiente,  no "vemos" la necesidad  ni de arrepentirnos, ni de confesar nuestros pecados.

En una ocasión operaron de miopía a un amigo mío, sacerdote, y estaba impresionado por lo bien que veía; me  comentaba que todo era luz donde antes era oscuridad.

Yo le pido a Dios que me opere de mi "miopía" y me dé su luz para verme "con sus ojos".

Señor, ¡cómo me gustaría ver con "tus ojos"! ¿Por qué no soy capaz de ver lo que Tú ves, Jesús? ¿Por qué  no veo como Tú Señor? Limpia mis ojos. Limpia mi mirada. Haz que yo vea con tus ojos.

B) ¡ CONVERTÍOS !

Venían al Jordán para "convertirse"; para comenzar de nuevo la vida.

Hablaba ayer con dos buenos amigos,  padres de familia. Uno de ellos "toda la vida cristiano", el otro, un converso plenamente convencido. En la actualidad los dos luchando por ser santos.

El amigo le decía al "converso", y me lo decía a mí, que admiraba su conversión y tenía la sensación de que le daba ejemplo de entrega y de vivencia cristiana en esa lucha por ser santos.

Tú  y yo, ¿nos hemos "convertido" de verdad?

Jesús Mateo. Sacerdote

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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.

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Confeccionado por Franja

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