Homilías del Papa y Temas sacerdotales
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Jesús Mateo, es un sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y compartirlo además de con los sacerdotes, también con los seglares que lo solicitan. Y lo pongo también todos los días en uno de mis Blogs. Franja
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22 de Enero, miércoles de 2020
Comentario: JESÚS dice al hombre:
"EXTIENDE LA MANO" (Mc 3, 1-6)
Me da mucha pena la actitud de los fariseos.
Le estaban observando a Jesús para ver si le podían acusar de algún fallo o error. Son duros de corazón. Piensan mal. Son malas personas.
Medita el Evangelio de hoy:
"Jesús entró otra vez en la sinagoga y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Lo estaban observando, para ver si curaba en sábado y acusarlo. Entonces le dice al hombre que tenía la mano paralizada: Levántate y ponte ahí en medio. Y a ellos les pregunta: ¿Qué está permitido en sábado? ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?". Ellos callaban. Echando en torno una mirada de ira y dolido por la dureza de su corazón, dice al hombre:
Extiende la mano. La extendió y su mano quedó restablecida.
En cuanto salieron, los fariseos se confabularon con los herodianos para acabar con él".
En esta ocasión vemos a Jesús triste; indignado por la hipocresía, y la ceguera de los corazones de los fariseos. Fue patente para todos esta mirada triste, llena de indignación de Jesús ante la dureza de sus almas.
Y le habló al hombre: extiende tu mano. La extendió y su mano quedó curada. Y los fariseos en vez de creer en Jesús, y en el milagro que acaban de ver, sólo piensan en acabar con Él.
Jesús sufre por la dureza del corazón de estos hombres; por su obcecación e hipocresía.
No comprenden por qué cura a los enfermos; por qué va a comer con los publicanos y los pecadores. No comprenden, en definitiva, la misericordia de Dios.
Por eso Jesús está triste. Le duele mucho la dureza de corazón de los fariseos.
Vamos a preguntarnos tú y yo:
¿Cómo nos mirará el Señor a ti y a mí?
¿Con amor, con cariño, con alegría o con tristeza?
¿Hay algo en tu vida y en la mía
que le indigne a Jesucristo?
¿Confiamos plenamente en la Misericordia de Dios?
NO ENTRISTEZCAMOS AL SEÑOR.
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.
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Confeccionado por Franja
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