Homilías del Papa y Temas sacerdotales
Homilía del Papa:
“La salvación es la amistad entre nosotros y
Dios”
El Papa Francisco
celebra la Misa matutina en la capilla de la Casa de Santa Marta - OSS_ROM
20/10/2015
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(RV).-
Dios da siempre con generosidad su gracia a los hombres que, en cambio, tienen
“la costumbre de medir las situaciones”: comprender la abundancia del amor
divino es siempre fruto de una gracia. Lo afirmó el Papa Francisco en su
homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa
Marta.
Abundante.
El amor de Dios por el hombre es así. De una generosidad que al hombre en
cambio se le escapa, demasiado habituado a medirse cuando decide donar algo de
lo que posee. Es la clave con la que el Papa Bergoglio leyó el pasaje de San
Pablo. La salvación que trae Jesús, que supera la caída de Adán, es una
demostración de este darse con abundancia. Y la salvación – explicó el Santo
Padre –, “es la amistad entre nosotros y Él”:
“¿Cómo
da Dios, en este caso la amistad, toda nuestra salvación? Da como dice que nos
dará a nosotros cuando hacemos una obra buena: nos dará una medida buena,
apretada, colma, desbordante… Pero esto hace pensar en la abundancia y esta
palabra, ‘abundancia’, en este pasaje es
repetida tres veces. Dios da en abundancia hasta el punto que Pablo dice, como
resumen final: ‘Donde abundó el pecado sobreabundó la gracia’. Sobreabunda,
todo. Y esto es el amor de Dios: sin medida. Todo sí mismo”.
Un
Dios que sale
Sin
medida como el padre de la parábola evangélica, que todos los días otea el
horizonte para ver si su hijo ha decidido volver a él. “El corazón de Dios –
afirmó Francisco – no está cerrado: siempre está abierto. Y cuando nosotros
llegamos, como aquel hijo, nos abraza, nos besa: un Dios que hace fiesta”:
“Dios
no es un Dios mezquino: Él no conoce la mezquindad. Él da todo. Dios no es un
Dios inmóvil: Él mira, espera que nosotros nos convirtamos. Dios es un Dios que
sale: sale a buscar, a buscar a cada uno de nosotros. ¿Pero esto es verdad?
Cada día Él nos busca, nos está buscando. Como ya ha hecho, como ya ha dicho,
en la Parábola de la oveja perdida o de la moneda perdida: busca. Siempre es
así”.
Abrazo
sin medida
“Es
verdad, nosotros siempre tenemos la costumbre de medir las situaciones, las
cosas con las medidas que nosotros tenemos: y nuestras medidas son pequeñas.
Por esto nos hará bien pedir al Espíritu Santo la gracia, rezar al Espíritu
Santo, la gracia de acercarnos al menos un poco para entender este amor y tener
el deseo de ser abrazados, besados con aquella medida sin límites”.
(María
Fernanda Bernasconi - RV).
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