Homilías del Papa y Temas sacerdotales
Francisco
\ Audiencias y Ángelus
María,
Pedro y Pablo: son nuestros compañeros de viaje
en la
búsqueda de Dios
Solemnidad
de santos Apóstoles Pedro y Pablo,
Patronos
de Roma - OSS_ROM
29/06/2015
12:08SHARE:
(RV).- El Papa Francisco saludó
de modo particular a los fieles de su diócesis a la hora del Ángelus de la
solemnidad de santos Apóstoles Pedro y Pablo, Patronos de Roma. El Santo Padre
recordó que si bien se trata de una solemnidad de la Iglesia universal, en la
Ciudad Eterna se la vive con especial alegría, en reconocimiento al testimonio
sellado con la sangre de estas dos columnas que vinieron desde lejos para
anunciar el Evangelio a costa de su vida.
Tras recordar que la gloriosa
herencia de estos dos Apóstoles es motivo de orgullo espiritual para Roma,
Francisco afirmó que también es una llamada a vivir las virtudes cristianas, de
modo particular la fe y la caridad. Y añadió que María – a la que se la invoca
de modo especial como Salus Populi Romani –
junto con Pedro y Pablo, son nuestros compañeros de viaje en la búsqueda
de Dios. Son – dijo – nuestras guías en el camino de la fe y de la santidad.
El Obispo de Roma recordó
asimismo que durante la celebración Eucarística de la mañana en la Basílica de
San Pedro, bendijo los Palios de los Arzobispos Metropolitanos nombrados en el
último año. Por esta razón renovó sus saludos y felicitaciones a todos ellos,
con sus familiares y cuantos los acompañaron, manifestando su deseo de que el
Palio, además de acrecentar los lazos de comunión con la Sede de Pedro, sea un
aliciente para un servicio cada vez más generoso a las personas encomendadas a
su celo pastoral.
Además, Francisco destacó que
durante la liturgia tuvo el gusto de saludar a los Miembros de la Delegación
que viajó a Roma en nombre del Patriarca
Ecuménico Bartolomé I, que cada año participa en esta fiesta de los santos
Pedro y Pablo. Y afirmó que su presencia es signo de los vínculos fraternos
existentes entre nuestras Iglesias, por lo que invitó a rezar para que se
refuerce entre nosotros el camino de la unidad.
Antes de invocar a la Madre de
Dios, el Papa Bergoglio dijo la oración en este día es sobre todo por la ciudad
de Roma, por su bienestar espiritual y material, para que la gracia divina
sostenga a todo el pueblo romano, a fin de que viva en plenitud la fe
cristiana, que testimoniaron con intrépido ardor los santos Pedro y Pablo.
Y en sus saludos a los numerosos
fieles y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro, el Papa felicitó a los
artistas que realizaron un hermoso adorno floral, al igual que a quienes
organizaron un tradicional espectáculo
pirotécnico que tendrá lugar esta noche en Castel Sant’Angelo, cuya recaudación
sostendrá una iniciativa caritativa en Tierra Santa y en los países de Oriente
Medio.
(María Fernanda Bernasconi - RV).
Texto y audio de las palabras del
Papa Francisco a la hora del Ángelus:
Queridos hermanos y hermanas
¡buenos días!
Como saben, la Iglesia universal
celebra hoy la solemnidad de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, pero se la
vive con una alegría especial en la Iglesia de Roma, porque en su testimonio,
sellado con la sangre, tiene sus propios cimientos. Roma siente especial afecto
y reconocimiento por estos hombres de Dios, que vinieron de una tierra lejana a
anunciar, a costa de su vida, aquel Evangelio de Cristo al que se había
dedicado totalmente.
La gloriosa herencia de estos dos
Apóstoles es motivo de orgullo espiritual para Roma y, al mismo tiempo, es una
llamada a vivir las virtudes cristianas, de modo particular la fe y la caridad:
la fe en Jesús cual Mesías e Hijo de Dios, que Pedro profesó primero y que
Pablo anunció a la gente; y la caridad, que che esta Iglesia está llamada a
servir con horizonte universal.
En la oración del Ángelus, en el
recuerdo de los santos Pedro y Pablo, asociamos el de María, imagen viva de la
Iglesia, esposa de Cristo, que los dos Apóstoles “fecundaron con su sangre”
(Antífona de ingreso de la Misa del día).
Pedro conoció personalmente a
María y en su diálogo con ella, especialmente en los días que precedieron
Pentecostés (Cfr. Hch 1, 14), pudo profundizar el conocimiento del misterio de
Cristo. Pablo, al anunciar el cumplimiento del designio salvífico “en la
plenitud de los tiempos”, no dejó de recordar a la “mujer” de la que el Hijo de
Dios había nacido en el tiempo (Cfr. Ga 4, 4).
En la evangelización de los dos
Apóstoles aquí, en Roma, también están las raíces de la profunda y secular
devoción de los romanos a la Virgen, invocada especialmente come Salus Populi
Romani.
María, Pedro y Pablo: son
nuestros compañeros de viaje en la búsqueda de Dios; son nuestras guías en el
camino de la fe y de la santidad; ellos nos impulsan hacia Jesús, para hacer
todo lo que Él nos pide. Invoquemos su ayuda a fin de que nuestro corazón esté
siempre abierto a las sugerencias del Espíritu Santo y al encuentro con los
hermanos.
En la celebración Eucarística,
que tuvo lugar esta mañana en la Basílica de San Pedro, he bendecido los Palios
de los Arzobispos Metropolitanos nombrados en el último año, procedentes de
varias partes del mundo. Renuevo mi saludo y mis felicitaciones a ellos, a sus
familiares y a cuantos los acompañan en esta significativa circunstancia, y
deseo que el Palio, además de acrecentar los lazos de comunión con la Sede de
Pedro, sea un aliciente para un servicio cada vez más generoso a las personas
encomendadas a su cuidado pastoral.
En la misma liturgia, tuve el
placer de saludar a los Miembros de la Delegación que ha venido a Roma en nombre
del Patriarca Ecuménico, el amadísimo hermano Bartolomé I, para participar,
como cada año, en la fiesta de los santos Pedro y Pablo. También esta presencia
es signo de los vínculos fraternos existentes entre nuestras Iglesias. Recemos
para que se refuerce entre nosotros el camino de la unidad.
Nuestra oración hoy es sobre todo
por la ciudad de Roma, por su bienestar espiritual y material, para que la
gracia divina sostenga a todo el pueblo romano, a fin de que viva en plenitud
la fe cristiana, que testimoniaron con intrépido ardor los santos Pedro y
Pablo. Que interceda por nosotros la Santísima Virgen, Reina de los Apóstoles.
Después de rezar a la Madre de
Dios, el Papa dijo:
Queridos hermanos y hermanas:
Los saludo a todos ustedes, a las
familias, parroquias, asociaciones procedentes de Italia y de tantas partes del
mundo. Pero sobre todo hoy ¡saludo a los fieles de Roma, en la fiesta de los
Santos Patronos de la Ciudad!
Saludo a los estudiantes de
algunas escuelas católicas de Estados Unidos de América y de Escocia.
Me congratulo con los artistas
que han realizado un gran y bello adorno floral, allí, y agradezco a la “Pro
Loco” de Roma por haberlo organizado. Muchas gracias.
Felicitaciones también por el
tradicional espectáculo pirotécnico que tendrá lugar esta noche en Castel
Sant’Angelo, cuya recaudación sostendrá una iniciativa caritativa en Tierra
Santa y en los países de Oriente Medio.
La semana próxima, del 5 al 13 de
julio, parto hacia Ecuador, Bolivia y Paraguay. Les pido a todos ustedes que me
acompañen con la oración, a fin de que el Señor bendiga este viaje al
continente de América Latina tan querido para mí, como se pueden imaginar.
Expreso a la querida población de Ecuador, de Bolivia y de Paraguay mi alegría
por encontrarme en su casa, y les pido a ustedes, de manera especial, que recen
por mí y por este viaje, a fin de que la Virgen María nos dé la gracia de
acompañarnos a todos con su materna protección.
A todos ustedes les deseo buena
fiesta. Por favor, no se olviden de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta la
vista.
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