Homilías del Papa y Temas sacerdotales
Que
los cristianos sirvan gratuitamente,
homilía del Papa
2015-06-11
Radio Vaticana
Camino,
servicio, gratuidad
(RV).-
“Camino, servicio, gratuidad”. Son las tres palabras en torno a las cuales el
Papa Francisco desarrolló su homilía de la Misa matutina celebrada en la
capilla de la Casa de Santa Marta. El Pontífice subrayó que un discípulo está
llamado a caminar para servir y anunciar el Evangelio gratuitamente, venciendo el engaño de que “la
salvación viene de las riquezas”.
El
Evangelio de la Salvación
“Camino,
servicio, gratuidad”. El Santo Padre articuló su homilía sobre estos tres
puntos, comentando el pasaje del Evangelio del día, en que Jesús envía a los
discípulos a anunciar la Buena Nueva. Y recordó que el Señor los envía a hacer
un camino que no es “un paseo”, sino que los envía con “un mensaje: anunciar el
Evangelio, salir para llevar la Salvación, el Evangelio de la Salvación”.
Llevar
la Buena Nueva a través de un recorrido interior
El
Papa Bergoglio explicó que la tarea que Jesús da a los discípulos es llevar la
Buena Noticia. Mientras si un discípulo se queda detenido y no sale, no da a
los demás lo que ha recibido en el Bautismo, no es un verdadero discípulo de
Jesús, puesto que le falta el carácter misionero, le falta salir de sí mismo
para llevar algo bueno a los demás”:
“El
recorrido del discípulo de Jesús es ir más allá para llevar esta buena noticia.
Pero hay otro recorrido del discípulo de Jesús: el recorrido interior, el
recorrido dentro de sí, el recorrido del discípulo que busca al Señor todos los
días en la oración, en la meditación. También ese recorrido el discípulo debe
hacerlo, porque si no busca siempre a Dios, el Evangelio que lleva a los demás
será un Evangelio débil, diluido, sin fuerza”.
Un
discípulo de Jesús que no sirve no es cristiano
“Este
doble recorrido – dijo el Papa– es el
doble camino que Jesús quiere de sus discípulos”. Después está la segunda
palabra: “Servir”. “Un discípulo que no sirve a los demás – añadió Francisco – no es cristiano. El
discípulo debe hacer lo que Jesús ha predicado en aquellas dos colonias del
cristianismo: las Bienaventuranzas y después el ‘protocolo’ sobre el cual
nosotros seremos juzgados, Mateo, (capítulo) 25”. Estas dos columnas – advirtió
el Santo Padre – “son el marco propio del servicio evangélico”:
El
servicio a Cristo en los demás
“Si
un discípulo no camina para servir no sirve para caminar. Si su vida no es para
el servicio, no sirve para vivir como cristiano. Y allí se encuentra la
tentación del egoísmo: ‘Sí, yo soy cristiano, para mí estoy en paz, me
confieso, voy a Misa, cumplo los mandamientos’. ¡Pero el servicio! A los demás:
el servicio a Jesús en el enfermo, en el encarcelado, en el hambriento, en el
desnudo. ¡Lo que Jesús nos ha dicho que debemos hacer porque Él está allí! El
servicio a Cristo en los demás”.
Servir
gratuitamente, contrastar el engaño de las riquezas
La
tercera palabra es “gratuidad”. “Gratuitamente han recibido, gratuitamente
den”, es la admonición de Jesús. “El camino del servicio es gratuito – subrayó
Francisco – porque hemos recibido la
salvación gratuitamente, pura gracia: ninguno de nosotros ha comprado la
salvación, ninguno de nosotros la ha merecido. Es pura gracia del Padre en
Jesucristo, en el sacrificio de Jesucristo”:
“Es
triste cuando se encuentran a cristianos que se olvidan de esta Palabra de
Jesús: ‘Gratuitamente han recibido, gratuitamente den’. Es triste cuando se
encuentran comunidades cristianas, ya sean parroquias, congregaciones
religiosas, diócesis, independientemente de las comunidades cristianas que
sean, que se olvidan de la gratuidad,
porque detrás de esto y debajo de esto está el engaño (de presumir) que la salvación viene de las
riquezas, del poder humano”.
Tres
palabras – reafirmó el Papa – “camino
como un envío para anunciar. Servicio: la vida del cristiano no es para sí
mismo, sino para los demás, como fue la vida de Jesús. Y tercera: “gratuidad.
Nuestra esperanza está en Jesucristo que nos envía así una esperanza que no
decepciona jamás”. Pero – advirtió – “cuando la esperanza está en la propia
comodidad en el camino o la esperanza está en el egoísmo de buscar las cosas
para sí mismos y no para servir a los demás, o cuando la esperanza está en las
riquezas o en las pequeñas seguridades mundanas, todo esto se derrumba. El
Señor mismo lo hace caer”.
(María
Fernanda Bernasconi - RV).
(from Vatican Radio)
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