Homilías del Papa y Temas sacerdotales
Francisco \ Encuentros
y Eventos
“Quien vive la misión
de Caritas es un testigo de Cristo”,
el Papa en la Misa de inauguración de la
Asamblea de Caritas Internationalis
El Papa Francisco en la
Misa con ocasión de la inauguración
de la Asamblea de Caritas Internacionalis.
- AFP
12/05/2015 17:51SHARE:
(RV).- La tarde de este
martes 12 de mayo, el Papa Francisco presidió la Santa Misa con ocasión de la
inauguración de la XX Asamblea general de la Confederación de Caritas
Internationalis en la Basílica de San Pedro.
En su homilía,
refiriéndose a la Organización caritativa de la Iglesia, el Obispo de Roma dijo
que: “Caritas es una gran Confederación, reconocida ampliamente en el mundo por
el trabajo que realiza. Caritas es una realidad de la Iglesia presente en muchas
partes del mundo, y todavía debe lograr mayor difusión incluso en las
diferentes parroquias y comunidades, para renovar lo que sucedió en los
primeros años de la Iglesia. De hecho, la raíz de todo su servicio está
presente en la acogida, sencilla y obediente, de Dios y del prójimo”.
Quien vive la misión de
Caritas no es un simple agente, afirmó Francisco, sino un testigo de Cristo.
Una persona que busca a Cristo y se deja buscar por Cristo; una persona que ama
con el espíritu de Cristo, el espíritu de la gratuidad, de la entrega. Por ello
dijo el Papa: “Caritas prepara muchas mesas para quienes tienen hambre. En
estos meses han desarrollado la gran campaña ‘Una familia humana, comida para
todos’. Mucha gente espera también hoy comer lo suficiente. El planeta tiene
alimentos para todos, pero parece que falta la voluntad de compartirla con
todos. Preparar la mesa para todos, y pedir que haya una mesa para todos”.
Comentando el libro de
los Hechos de los Apóstoles, el Santo Padre recordó los pasos del camino de fe
que realizó el carcelero de Filipos, donde se encontraban encerrados Pablo y
Silas. El Pontífice precisó este camino de fe parte de: “la escucha la Palabra
del Señor, junto a sus familiares; lava las llagas de Pablo y Silas; recibe el
Bautismo con todos los suyos; y finalmente recibe a Pablo y Silas en su casa,
prepara la mesa y les da de comer, lleno de alegría”.
Esta experiencia dijo
el Papa, es la vivencia del Evangelio, cuando se anuncia y se cree en él.
Simplicidad de gestos, donde la acogida de la Palabra y del sacramento del
Bautismo se acompaña de la acogida del hermano, casi como si se tratara de un
gesto único: acoger a Dios y acoger al otro. Palabra, Sacramentos y servicio,
agregó, están en interrelación y se
alimentan entre ellos.
Antes de concluir su
homilía, el Sucesor de Pedro recordó a los cristianos que son víctimas de la
violencia y realizó un nuevo llamamiento: “Pensando a la mesa de la Eucaristía,
no podemos olvidar a nuestros hermanos cristianos que han sido privados por la
violencia sea de los alimentos para el cuerpo sea de aquellos para el alma: han
sido echados de sus casas y de sus iglesias, tantas veces destruidas. Renuevo,
una vez más, el llamamiento a no olvidar
estas personas y estas intolerables injusticias”.
Por ello dijo el Papa,
Caritas junto a tantos otros organismos
de caridad de la Iglesia, Caritas revela por lo tanto la fuerza del amor
cristiano y el deseo de la Iglesia de salir al encuentro de Jesús en cada
persona, sobre todo cuando es pobre y sufre. Los encomiendo a la Virgen María,
invoco Francisco, que ha hecho de la acogida de Dios y del prójimo el criterio
fundamental de su vida.
(RM - RV)
TEXTO COMPLETO DE LA
HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO
La Lectura de los
Hechos de los Apóstoles que hemos escuchado (16,22-34) presenta a un personaje
un poco especial. Es el carcelero de la cárcel de Filipos, donde Pablo y Silas
fueron encerrados después del amotinamiento de la gente contra ellos. Los
magistrados primero ordenan que les azoten y luego los mandan a la prisión,
ordenando al carcelero de hacer buena guardia. Es por esto que aquel hombre, en
la noche, oído el terremoto y viendo las puertas de la cárcel abiertas, se
desespera y piensa en suicidarse. Pero Pablo lo consuela y él, temeroso y lleno
de maravilla, pide de rodillas la salvación.
La narración nos dice
que aquel hombre da enseguida los pasos esenciales del camino de fe y de
salvación: escucha la Palabra del Señor, junto a sus familiares; lava las
llagas de Pablo y Silas; recibe el Bautismo con todos los suyos; y finalmente
recibe a Pablo y Silas en su casa, prepara la mesa y les da de comer, lleno de
alegría. Todo el camino de fe.
El Evangelio, cuando se
anuncia y se cree en él, impulsa a lavar los pies y las llagas de los que
sufren y a preparar para ellos la mesa. Simplicidad de gestos, donde la acogida
de la Palabra y del sacramento del Bautismo se acompaña de la acogida del
hermano, casi como si se tratara de un gesto único: acoger a Dios y acoger al
otro; acoger al otro con la gracia de Dios; acoger a Dios y manifestarlo en el
servicio al hermano. Palabra, Sacramentos y servicio están en interrelación y
se alimentan entre ellos, como se ve ya en este testimonio de la Iglesia de los
orígenes.
Podemos ver en este
gesto todo el significado de Caritas. Caritas es una gran Confederación,
reconocida ampliamente en el mundo por el trabajo que realiza. Caritas es la
Iglesia presente en muchas partes del mundo, y todavía debe lograr mayor
difusión incluso en las diferentes parroquias y comunidades, para renovar lo
que sucedió en los primeros años de la Iglesia. De hecho, la raíz de todo su
servicio está presente en la acogida, sencilla y obediente, de Dios y del
prójimo. Esta es la raíz. Si se quita esta raíz, Caritas muere. Y esta acogida
se cumple personalmente en ustedes, para que después vayan por el mundo, y lo
sirvan en el nombre de Cristo a quien han encontrado y que encuentran en cada
hermano y hermana a los cuales están cerca; y así se evita el hecho de
limitarse a ser una simple organización humanitaria. Y Caritas en cada una de
las Iglesias particulares, aunque la más pequeña, es la misma: no existen
Caritas grandes y Caritas pequeñas, todas son iguales. Pidamos al Señor la
gracia de entender la verdadera dimensión de Caritas; la gracia de no caer en
el engaño de creer que un centralismo bien organizado sea el camino; la gracia
de entender que Caritas está siempre en la periferia, en cada Iglesia
particular; y la gracia de creer que Caritas central es solamente de ayuda,
servicio y experiencia de comunión pero no es el jefe de todas.
Quien vive la misión de
Caritas no es un simple agente, sino un testigo de Cristo. Una persona que
busca a Cristo y se deja buscar por Cristo; una persona que ama con el espíritu
de Cristo, el espíritu de la gratuidad, el espíritu de la entrega. Todas
nuestras estrategias y planificaciones se quedan vacías si no llevamos en
nosotros éste amor. No nuestro amor, sino el Suyo. O mejor dicho, el nuestro
purificado y fortalecido por el Suyo.
Y de este modo se puede
servir a todos y preparar la mesa para todos. Esta también es una bella imagen
que la Palabra de Dios nos ofrece hoy: preparar la mesa. Dios nos prepara la
mesa de la Eucaristía, también ahora. Caritas prepara muchas mesas para quienes
tienen hambre. En estos meses han desarrollado la gran campaña “Una familia
humana, comida para todos”. Mucha gente espera también hoy comer lo suficiente.
El planeta tiene alimentos para todos, pero parece que falta la voluntad de
compartirla con todos. Preparar la mesa para todos, y pedir que haya una mesa
para todos. Hagamos todo lo que podamos para que todos tengan que comer, pero
también recordar a los poderosos de la tierra que un día Dios los llamará a su
juicio, y se manifestará si de verdad han buscado proveer los alimentos para Él
en cada persona (cfr. Mt 25,35) y si han actuado para que no se destruya el
ambiente, sino para que se pueda producir este alimento.
Y pensando a la mesa de
la Eucaristía, no podemos olvidar a nuestros hermanos cristianos que han sido
privados por la violencia sea de los alimentos para el cuerpo sea de aquellos
para el alma: han sido echados de sus casas y de sus iglesias, tantas veces
destruidas. Renuevo, una vez más, el
llamamiento a no olvidar estas personas y estas intolerables injusticias.
Junto a tantos otros
organismos de caridad de la Iglesia, Caritas revela por lo tanto la fuerza del
amor cristiano y el deseo de la Iglesia de salir al encuentro de Jesús en cada
persona, sobre todo cuando es pobre y sufre. Este es el camino que tenemos
delante y con este horizonte auguro que puedan desarrollar los trabajos en
estos días. Los encomiendo a la Virgen María, que ha hecho de la acogida de
Dios y del prójimo el criterio fundamental de su vida. Precisamente mañana
celebraremos la Virgen de Fátima, que se apareció para anunciar la victoria
sobre el mal. Con un apoyo tan grande no tenemos miedo de continuar nuestra
misión.
Así sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario