Homilías del Papa y Temas sacerdotales
Homilía
del Papa:
Jesús llora por el mundo que mata y no comprende la paz
2015-11-19
Radio Vaticana
(RV).-
“Todo el mundo” hoy “está en in guerra”,
por la cual “no hay justificación”. Y el rechazo del “camino de la paz” hace que Dios mismo, que
Jesús mismo, lloren. Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía de la Misa
matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta.
“Jesús
ha llorado”. Con estas palabras el Pontífice comenzó su homilía, en la que
resonó el eco del Evangelio de Lucas leído poco antes, un pasaje tan breve
cuanto conmovedor.
El
mundo disfrazado de fiesta
Jesús
se acerca a Jerusalén y – probablemente desde un punto más alto que le permite
verla – la observa y llora, dirigiendo
estas palabras a la ciudad: “¡Si hubieras comprendido también tú, en este día,
lo que conduce a la paz! Pero ahora ha sido escondido a tus ojos”. Francisco
las repitió una a una y añadió:
Pero
también hoy Jesús llora. Porque nosotros hemos preferido el camino de las
guerras, el camino del odio, el camino de las enemistades. La Navidad está
cerca: habrá luces, habrá fiestas, árboles iluminados, también pesebres… todo
falsificado: el mundo sigue haciendo la guerra, sigue haciendo las guerras. El
mundo no ha comprendido el camino de la paz.
Guerra
para los bolsillos de los traficantes
El
Santo Padre recordó las recientes conmemoraciones de la Segunda Guerra Mundial,
las bombas de Hiroshima y Nagasaki, su visita a Redipuglia, el año pasado con
motivo del aniversario de la Gran Guerra. “Matanzas inútiles”, repitió con las
palabras del Papa Benedicto. “Hoy hay guerra por doquier, hay odio”, constató.
Y se preguntó: “¿Qué queda de una guerra, de ésta, que estamos viviendo
ahora?”:
¿Qué
queda? Ruinas, miles de niños sin educación, tantos muertos inocentes:
¡tantos!, y tanto dinero en los bolsillos de los traficantes de armas.
Una
vez Jesús dijo: “No es posible servir a dos patrones: o a Dios, o las
riquezas”. La guerra es precisamente la elección por las riquezas:
“Construyamos armas, así la economía se equilibra un poco, y vamos adelante con
nuestro interés”. Hay una palabra fea del Señor: “¡Malditos!”. Porque Él ha
dicho: “¡Bienaventurados los constructores de paz!”. Estos que trabajan por la
guerra, que hacen las guerras, son malditos, son delincuentes. Una guerra se
puede justificar – entre comillas – con tantas, tantas razones. Pero cuando
todo el mundo, como sucede hoy, está en guerra, ¡todo el mundo!: es una guerra
mundial – a pedazos: aquí, allá, allá, por doquier… no hay justificación. Y
Dios llora. Jesús llora.
Que
el mundo llore por sus crímenes
“Y
mientras los traficantes de armas hacen su trabajo – prosiguió diciendo el Pontífice – están los pobres agentes de paz que sólo
para ayudar a una persona, a otra, a otra, y a otra, dan su vida”. Como hizo
“un icono de nuestros tiempos, Teresa de Calcuta”. Contra la cual también –
observó – “con el cinismo de los potentes, se podría decir: ‘¿Pero qué ha hecho
aquella mujer? ¿Ha perdido su vida ayudando a la gente a morir?”. No se
comprende el camino de la paz…”:
Nos
hará bien también a nosotros pedir la gracia del llanto, por este mundo que no
reconoce el camino de la paz. Que vive para hacer la guerra, con el cinismo de
decir que no hay que hacerla. Pidamos la conversión del corazón. Precisamente
en el umbral de este Jubileo de la Misericordia, que nuestro júbilo, nuestra
alegría sea la gracia para que el mundo vuelva a encontrar la capacidad de
llorar por sus crímenes, por lo que hace con las guerras.
(María
Fernanda Bernasconi - RV).
(from
Vatican Radio)
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