Comentario del Evangelio por D. Jesús Mateo, sacerdote de Valladolid, que todos los días me envía para que lo dé a conocer en el Blog católico de Javier Olivares, baionés jubilado de BAIONA. D. Jesús Mateo me envía su comentario del día 22 de octubre, SÁBADO. .
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22 de octubre, sábado 2022.
COMENTARIO: nos adviertes que todos hemos de morir,
Comentario del Evangelio por D. Jesús Mateo, sacerdote de Valladolid, que todos los días me envía para que lo dé a conocer en el Blog católico de Javier Olivares, baionés jubilado de BAIONA. D. Jesús Mateo me envía su comentario del día 22 de octubre, SÁBADO. .
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22 de octubre, sábado 2022.
COMENTARIO: nos adviertes que todos hemos de morir, "SI NO OS CONVERTÍS, TODOS PERECERÉIS".
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LA HIGUERA QUE NO DABA FRUTO: "SI NO DA FRUTO LA HIGUERA, LA PUEDES CORTAR". (Lc 13, 1-9).
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Señor, tus palabras son fuertes, claras y contundentes, y al mismo tiempo, yo sé, que nos las dices por nuestro bien, porque nos amas y no quieres que perezcamos. Nos pides, Jesús, que demos fruto y nos convirtamos. Nos comentas dos episodios con muertes masivas, y nos adviertes que todos hemos de morir, y debemos dar fruto y convertirnos para que cuando nos llegue la muerte estemos preparados. Señor, quiero darte las gracias por avisarme y aconsejarme que me CONVIERTA, hoy, ahora, en este momento, no sea que mañana sea tarde.
¿EN QUÉ CONSISTE LA CONVERSIÓN? Insistes, Señor, en la necesidad de producir frutos abundantes correspondiendo así a las gracias que he recibido de Tí. Me llena de alegría la paciencia que tienes, Jesús, conmigo en la espera de esos frutos. Te pido, como el viñador del Evangelio, que me dejes un año más para mejorar y cambiar de vida. Es cierto, Señor, que te duele mi actitud: Yo podría dar más y no me decido; podría entregarme del todo, pero me resisto a ser generoso; tendría que luchar para que la luz que me has dado no esté oculta sino todo lo contrario, debería brillar ante los hombres; tendría que apreciar la gracia, y la vida cristiana como un don de Dios siendo generoso sin tasa.
Sí. Tú y yo podríamos dar más, mucho más, pero por miedo, pereza, tibieza, nos conformamos con ir tirando. ¿Por qué no nos decidimos a ser santos? ¿Por qué no nos entregamos del todo a Dios y le damos lo que Él nos está pidiendo? Debemos ser luz en medio de este mundo lleno de oscuridades y de tinieblas e intentar cambiarlo.
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Tú y yo tenemos una misión divina que nos ha encomendado el Señor. Nos ha llamado a santificarnos en la vida corriente en medio del mundo. Dios nos llama a ser santos.
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La santidad no es cosa para privilegiados: que a todos nos llama el Señor, que de todos espera Amor.
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo. Un abrazo. P. Franja.
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LA HIGUERA QUE NO DABA FRUTO: "SI NO DA FRUTO LA HIGUERA, LA PUEDES CORTAR". (Lc 13, 1-9).
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Señor, tus palabras son fuertes, claras y contundentes, y al mismo tiempo, yo sé, que nos las dices por nuestro bien, porque nos amas y no quieres que perezcamos. Nos pides, Jesús, que demos fruto y nos convirtamos. Nos comentas dos episodios con muertes masivas, y nos adviertes que todos hemos de morir, y debemos dar fruto y convertirnos para que cuando nos llegue la muerte estemos preparados. Señor, quiero darte las gracias por avisarme y aconsejarme que me CONVIERTA, hoy, ahora, en este momento, no sea que mañana sea tarde.
¿EN QUÉ CONSISTE LA CONVERSIÓN? Insistes, Señor, en la necesidad de producir frutos abundantes correspondiendo así a las gracias que he recibido de Tí. Me llena de alegría la paciencia que tienes, Jesús, conmigo en la espera de esos frutos. Te pido, como el viñador del Evangelio, que me dejes un año más para mejorar y cambiar de vida. Es cierto, Señor, que te duele mi actitud: Yo podría dar más y no me decido; podría entregarme del todo, pero me resisto a ser generoso; tendría que luchar para que la luz que me has dado no esté oculta sino todo lo contrario, debería brillar ante los hombres; tendría que apreciar la gracia, y la vida cristiana como un don de Dios siendo generoso sin tasa.
Sí. Tú y yo podríamos dar más, mucho más, pero por miedo, pereza, tibieza, nos conformamos con ir tirando. ¿Por qué no nos decidimos a ser santos? ¿Por qué no nos entregamos del todo a Dios y le damos lo que Él nos está pidiendo? Debemos ser luz en medio de este mundo lleno de oscuridades y de tinieblas e intentar cambiarlo.
Tú y yo tenemos una misión divina que nos ha encomendado el Señor. Nos ha llamado a santificarnos en la vida corriente en medio del mundo. Dios nos llama a ser santos.
La santidad no es cosa para privilegiados: que a todos nos llama el Señor, que de todos espera Amor.
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo. Un abrazo. P. Franja.
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