viernes, 18 de diciembre de 2020

COMENTARIO DEL EVANGELIO "MARÍA ESTABA DESPOSADA CON JOSÉ" (Mt 1, 18-24).

Homilías del Papa y Temas sacerdotales

D. Jesús Mateo es un sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente  un lindo comentario del Evangelio. Pienso que vale la pena compartirlo con los sacerdotes y con  los seglares que lo soliciten. Lo pongo todos los días en dos de mis Blogs católicos. Franja

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18 de diciembre, jueves de 2020.

COMENTARIO DEL EVANGELIO "MARÍA ESTABA DESPOSADA CON JOSÉ" (Mt 1, 18-24).

Hace unos años escribí para niños y para mayores los Desposorios de José y de María. Entre otras cosas comentaba:

"En Nazaret todos admiraban a María, y la querían mucho. A sus padres, Joaquín y Ana, les felicitaban diciéndoles:

¡Qué hija tenéis! ¡No hay otra como María! Todas las jóvenes de Nazaret la admiraban e intentaban parecerse a Ella".

En Nazaret vivía también José, el joven más guapo y más santo del pueblo. Éste se enamoró de María y Ella de él y se hicieron novios y eran muy felices. Dios bendijo su amor limpio y hermoso (...). Y un día, feliz día, celebraron sus desposorios (...).

"Según la costumbre judía, los desposorios -que tenían lugar un año antes de la boda- suponían ya un verdadero matrimonio.

Hasta la celebración de la boda, permanecía la esposa en casa de sus padres".

Al contemplar la vida de la Virgen y de San José me impresiona la docilidad de San José y la humildad de la Virgen. Los dos me dan una lección de vida que me gustaría llegar a vivir.

No menos me admira su silencio hecho oración.

Mientras María sufría en silencio confiando que el Altísimo le explicaría todo a su esposo, el bueno de José se debatía porque sabía que su esposa era un alma casta y santa, y no entendía qué había pasado. Ambos se fían de Dios y confían en Él.

En este día vamos a poner nuestra atención en San José. Si te pones en su lugar acabarás exclamando: ¡¡¡Qué bueno es José!!!

Te caerá bien, muy bien: porque él ve, sufre, calla, espera, confía..., a pesar de no entender sigue admirando a María. San José es una persona buena, muy buena.

Permíteme un consejo:

¿Quieres prepararte bien para estas Navidades?

Ponte en la piel de San José en el evangelio de hoy e imita su actitud.

Hazte amigo suyo y aprenderás muchas cosas, por encima de todas: su amor a la Virgen y al Niño Jesús.

Como sabes, el Papa Francisco acaba de dedicar un año entero a San José. Acudamos a él.

Jesús Mateo. Sacerdote.

La Virgen María con sus padres 
Joaquín y Ana

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