viernes, 30 de octubre de 2020

Comentario del Evangelio: "JESÚS, TOCANDO AL ENFERMO, LO CURÓ Y LO DESPIDIÓ". (Lc 14, 1-6)

Homilías del Papa y Temas sacerdotales

Jesús Mateo es un Sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente  un lindo comentario del Evangelio. Pienso que vale la pena compartirlo con los sacerdotes y con  los seglares que lo soliciten. Lo pongo todos los días en dos de mis Blogs católicos. Franja

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30 de octubre, viernes de 2020

Comentario del Evangelio:  "JESÚS, TOCANDO AL ENFERMO, LO CURÓ Y LO DESPIDIÓ". (Lc 14, 1-6)

El Señor tiene corazón, un corazón tierno y misericordioso.

Tiene un amor e interés especial, de predilección, por los enfermos y por todos los que sufren.

Cuando se le presentaba la ocasión de curar a una persona de su enfermedad, Él  no se entretenía con otras cosas.

Jesús amaba y trataba con mucho cariño a los que sufrían.

Hoy, Jesús,  estaba en casa de uno de los principales fariseos para comer con ellos. Era un sábado. De pronto entra en la casa un hombre enfermo.

El Señor, a pesar de ser Sábado, y estar prohibido por la Ley trabajar y curar enfermos,

"lo tomó de la mano, lo curó y lo despidió" ante la crítica y el comentario negativo de los fariseos.

Jesucristo nos ha dado ejemplo de cómo amar y tratar a los enfermos.

En ellos nos encontramos de modo especial con Cristo que sufre, con Cristo que se identifica de tal modo con los enfermos que considera hecho a Él lo que a ellos se les hace.

"Lo que hicisteis por uno de éstos, por mí lo hicisteis" (Mt 25, 40).

Hay mucha gente que sufre y sufre mucho. Me impresiona ver tanto dolor. Su sufrimiento, unido al de Cristo, tiene un gran valor  redentor.

¿Qué hacer? ¿Cómo ayudar a los enfermos?

¡Cuánto bien podemos hacer cuando los atendemos, los acompañamos y cuando los visitamos con la frecuencia oportuna! Hemos de facilitarles el descanso y el cumplimiento de todas las prescripciones del médico, hacerles grato el tiempo que estemos con ellos, ayudarles a que ofrezcan y santifiquen el dolor; procurar que reciban los sacramentos, darles un vaso de agua, una sonrisa, una palabra de ánimo, el saber escuchar. Todo esto, y más que podemos hacer, ante Dios y ante el enfermo, tiene un gran valor.

No olvidemos que los enfermos "son el tesoro de la Iglesia";  que pueden mucho delante de Dios y que el Señor les mira con predilección.

Veamos en cada enfermo a Cristo doliente.

¿Qué podría deciros a los enfermos?

Permitidme y perdonadme que me atreva a daros algún consejo:

-Que aceptéis con alegría el misterio del dolor y de la enfermedad, por amor a Dios.

-Que unáis el propio dolor y sufrimiento a los dolores de Cristo Redentor.

-Que agradezcáis con delicadeza todos los servicios que os presten

-Que pidáis las cosas con sencillez.

-Que os dejéis ayudar.

-Que acudáis a la Virgen de los Dolores, Salud de los enfermos.

Jesús Mateo. Sacerdote.

NOTA Os pido vuestra oración por el sacerdote D. José Manuel González, gravemente enfermo. Trabajamos  unidos dos años junto a la Virgen de San Lorenzo. 

A Ella le encomiendo con fe y con confianza.

Muchas gracias.

Jesús Mateo. Sacerdote. 

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Que Dios pague este  esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone  nunca.

Que el Señor nos bendiga y nos guarde. Un abrazo.   Franja.

Confeccionado por Franja.

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El Santo Escapulario del Carmen


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