domingo, 11 de octubre de 2020

Comentario del Evangelio: DIJO JESÚS EN PARÁBOLAS: "EL REINO DE LOS CIELOS SE PARECE A UN REY QUE CELEBRABA LA BODA DE SU HIJO;

Homilías del Papa y Temas sacerdotales

Jesús Mateo es un Sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente  un lindo comentario del Evangelio.

Pienso que vale la pena compartirlo con los sacerdotes y con  los seglares que lo soliciten.

Lo pongo todos los días en dos de mis Blogs católicos. Franja

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11 de octubre, Domingo de 2020.

Comentario del Evangelio: DIJO JESÚS EN PARÁBOLAS: "EL REINO DE LOS CIELOS SE PARECE A UN REY QUE CELEBRABA LA BODA DE SU HIJO; MANDÓ A SUS CRIADOS PARA QUE LLAMARAN A LOS CONVIDADOS, PERO NO QUISIERON IR..." (Mt 22, 1-10).

Con mucha pena debió Jesús relatar esta parábola. Nos habla del Reino de Dios como de una "fiesta de bodas". Pero, en vez de reinar la alegría, impera la tristeza.

Nos habla de la boda del hijo del Rey:

"Éste prepara con esmero el banquete y manda a los criados que digan a los convidados que todo está preparado para empezar el banquete. 

Pero los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron. 

El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad".

Como te decía, la parábola es triste, pero real.

El Rey es Dios. El esposo es Jesucristo. Los invitados somos nosotros.

Con esta parábola nos hace ver el Señor que todos los hombres estamos llamados e invitados al banquete de Dios.

En los primeros invitados está representado el pueblo de Israel, pues no solo ha rechazado el banquete de Dios, su llamada a la salvación, sino que ha maltratado y matado a los siervos que le ha enviado su Señor, y al final envió a su Hijo a quien el pueblo judío lo rechazó y crucificó.

Este rechazo del pueblo de Israel llevó consigo una nueva iniciativa de Dios, llamando a todos los hombres a la Iglesia, el nuevo Pueblo de Dios.

A todos, a ti y a mí, nos llama y nos invita al banquete celestial.

Y ¿tú y yo vamos a despreciar esta INVITACIÓN por cualquier bobada?

Nuestro Señor nos invita de mil maneras a seguirle, pero no quiere obligarnos a ir en contra de nuestra voluntad. Y aquí está el misterio del mal: los hombres, tú y yo,  podemos rehusar este ofrecimiento y vivir y actuar como si no necesitáramos de Él. Dios nos ha creado libres.

Yo te invito a reflexionar cómo es nuestra correspondencia a las MIL LLAMADAS que nos hace el Señor. ¿Nos EXCUSAMOS fácilmente?

Ante la llamada de Dios, ante la salvación, bien absoluto, no hay excusa que sea razonable: ni campos, ni negocios, ni salud, ni bienestar...

Todas son malas y vanas excusas; y ante Dios no tenemos excusa.

¡Qué pena rechazar la invitación de Dios y poner en peligro la salvación eterna!

¿Qué excusas estamos poniendo tú y yo para no acudir ni responder a la llamada de Dios?

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que Dios pague este  esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos  abandone  nunca.

Que el Señor nos bendiga y nos guarde. Un abrazo.   Franja.

Confeccionado por Franja.

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¿Qué excusas estamos poniendo?


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