Homilías del Papa y Temas sacerdotales
Palabras del Papa.
La comunión que nace de la fe
no se rompe
con la muerte
Ciudad del Vaticano, (VIS).-''Los dos primeros días de noviembre representan para todos nosotros una
ocasión intensa de fe, de oración y reflexión sobre las últimas cosas de la
vida. Celebrando a todos los santos y conmemorando a los fieles difuntos, la
Iglesia peregrina en la tierra vive y expresa en la liturgia el vínculo
espiritual que la une a la Iglesia del cielo'', explicó el Santo Padre a los
fieles congregados en la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus.
La solemnidad de hoy ayuda a considerar una
verdad fundamental de la fe cristiana, profesada en el Credo : la comunión de
los santos. Es decir, ''la comunión que nace de la fe y une a todos aquellos
que pertenecen a Cristo, gracias al Bautismo. Se trata de una unión espiritual
..que no se rompe con la muerte, sino que prosigue en la otra vida'' porque
''sigue habiendo un lazo irrompible entre los que vivimos en este mundo y los
que han cruzado el umbral de la muerte. Nosotros, aquí en la tierra, junto con
los que han entrado en la eternidad, formamos una gran familia. Esta
maravillosa... unión común entre tierra y cielo alcanza su punto más elevado e
intenso en la liturgia y, sobre todo, en la celebración de la Eucaristía, que
expresa y realiza la unión más profunda entre los miembros de la Iglesia. En la
Eucaristía, encontramos a Jesús vivo y su fuerza, y a través de Él entramos en
comunión con nuestros hermanos en la fe: con los que viven cono nosotros aquí
en la tierra y con los que nos han precedido en la otra vida, la vida sin fin.
Esta realidad nos colma de alegría: es hermoso tener tantos hermanos en la
fe... que nos sostienen con su ayuda y recorren con nosotros el mismo camino
hacia el cielo. Y es consolador saber que hay otros hermanos que ya han llegado
al cielo, nos esperan y rezan por nosotros, para que juntos podamos contemplar
en la eternidad el rostro glorioso y misericordioso del Padre''.
Al final el Papa subrayó que en la gran
asamblea de los Santos, Dios ha reservado el primer lugar a la Madre de Jesús.
''María está en el centro de la comunión de los santos, como singular custodia
del vínculo de la Iglesia universal con Cristo, del vínculo de la familia...
Para quien quiere seguir a Jesús por la senda del Evangelio, ella es la guía
segura, porque es la primera discípula; es la madre abnegada... a quien confiar
todo deseo y dificultad''.
Después de rezar el Ángelus Francisco
señaló que la liturgia dominical se refería a la gloria de la Jerusalén celeste
e invitó a los fieles a rezar para que ''la Ciudad Santa tan querida por los
judíos, los cristianos y los musulmanes, que en estos días es testigo de tantas
tensiones, sea siempre signo y anticipo de la paz que Dios desea para toda la
familia humana''.
También recordó que hoy en Vitoria (España)
es proclamado beato el mártir Pedro Asúa Mendia, ''sacerdote humilde y austero
que predicó el evangelio con la santidad de vida, la catequesis y la entrega a
los pobres y necesitados. Arrestado, torturado y asesinado por haber manifestado
su voluntad de permanecer fiel al Señor y a la Iglesia, representa para todos
nosotros un ejemplo admirable de fortaleza en la fe y de testimonio de la
caridad''.
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