JESÚS LLORA POR ALGUNAS CIUDADES.: "AY DE TI, COROZAIN, AY DE TI BETSAIDA" (Mt 11, 20-24)

Homilías del Papa y Temas sacerdotales

D. Jesús Mateo, sacerdote de Valladolid me  envía el Comentario del Evangelio de cada día,  y yo con gran placer lo edito en mis blogs católicos de difusión. Sé que hay muchas entradas porque muchos lo reciben y comparten para ayudarse en su tiempo de oración.

P. Javier Olivares.

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18 de julio, martes 2023

JESÚS LLORA POR ALGUNAS CIUDADES.: "AY DE TI, COROZAIN, AY DE TI BETSAIDA" (Mt 11, 20-24)

Jesucristo había hecho muchos milagros en estas dos ciudades, Corozain y Betsaida, pero apenas creían en Él. Por eso el Señor les echa en cara su pecado diciéndoles que si en Tiro y en Sidón hubiera hecho esos mismos milagros hubieran creído en Él. Y especialmente se dirige a Cafarnaún, su Ciudad, con la que se había volcado en atenciones y en milagros y no había respondido a su Amor. Y llega a decirles que si en Sodoma se hubieran obrado tantos milagros como en Cafarnaún  se hubiera convertido al Señor más que ellos.

Son palabras impresionantes: "Ay de ti" Me impresionan que salgan de la boca de Cristo. Y me estremece que las pueda decir por ti y por mí. Y tiene razón. Lo mismo que se había volcado en cariño y en detalles con Cafarnaún, mucho más se ha volcado contigo y conmigo. Tú y yo hemos recibido, desde niños, gracias y gracias de Dios Nuestro Señor, hasta el día de hoy.  

Y, ¿nos hemos convertido al Señor? ¿Hemos escuchado su voz y la hemos llevado a la práctica? Estamos en tiempo de verano, de recolección de los cereales, este año ha habido mala cosecha, no por culpa de la simiente ni de la tierra sino por falta de agua. En nuestro caso, en tu alma y en la mía, no nos ha faltado el agua, la gracia de Dios, ni la simiente,  sino que hemos fallado nosotros, la tierra. Qué pena que nos estemos conformando con dar un treinta cuando estamos llamados a dar cien, a ser santos.

Me estremece, vuelvo a repetir, que el Señor nos esté diciendo a ti y a mí: qué pena, esperaba más de ti. Estamos a tiempo de cambiar, de convertirnos, de todo corazón, al Señor.

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo.

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