COMENTARIO: "HABIENDO EXPULSADO JESÚS A UN DEMONIO, ALGUNOS DE LA MULTITUD DIJERON: POR ARTE DE BELCEBÚ, EL PRÍNCIPE DE LOS DEMONIOS, ECHA LOS DEMONIOS" (Lc 11, 15-26).

Homilías del Papa y Temas sacerdotales

D. JESÚS MATEO  ME MANDA TODOS LOS DÍAS UN COMENTARIO DEL EVANGELIO PARA EDITARLO EN EL BLOG CATÓLICO DE JAVIER OLIVARES,  BAIONÉS JUBILADO,  BAIONA. LO HAGO CON MUCHO PLACER, POR EL BIEN QUE HACE SU DIFUSIÓN EN ESE FORMATO. P. FRANJA.

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8 de octubre, viernes 2021

COMENTARIO: "HABIENDO EXPULSADO JESÚS A UN DEMONIO, ALGUNOS DE LA MULTITUD DIJERON: POR ARTE DE BELCEBÚ, EL PRÍNCIPE DE LOS DEMONIOS, ECHA LOS DEMONIOS" (Lc 11, 15-26).

San Lucas narra hoy la conversación y la disputa del Señor con algunos de la multitud. El motivo de tal discusión es que le echan en cara la curación de un endemoniado por obra de Belcebú, príncipe de los demonios. ¡¡¡ESTO ES EL COLMO!!!

Jesús les rebate esa infame acusación haciéndoles ver lo absurdo de su argumentación ya que entonces Satanás estaría actuando en contra de su Reino. La obstinación de los enemigos de Jesús no cede ni ante la evidencia del milagro. Es más, piensan que está endemoniado. Es un ataque feroz contra el Señor. Yo creo que los que estaban endemoniados eran ellos.

 

Señor, me llama la atención con qué frecuencia nos hablas de la existencia del Demonio, y cómo San Pedro nos dice: "Que el Demonio "anda como León rugiente buscando a quién devorar".

Los demonios existen y nos tientan. Son malos, perversos. Fueron al principio ángeles, pero se rebelaron contra Dios. El cabecilla de ellos fue y es Lucifer, conocido también como Satán o Satanás. El Arcángel San Miguel, en nombre de Dios, los arrojó para siempre al Infierno. Por odio a Dios se afanan por tentarnos a los hombres, para hacernos pecar, para apartarnos de Dios y para llevarnos al Infierno.

Ser tentados, tener tentaciones no es pecado. Jesucristo fue tentado. Sólo es pecado si “consentimos” en la tentación. Hemos de tener muy en cuenta  que el Demonio nos tienta de una manera “muy sutil”, con apariencia de bien. Quiere hacernos ver que la felicidad está en el placer, en el poder, en el éxito, en el dinero, en “la falsa libertad”, en estar lejos de Dios.

Para vencer al Demonio contamos con la gracia de Dios, con la Confesión, con la oración y con la mortificación y con la ayuda de la Virgen. Pidamos con fe: “No nos dejes caer en la tentación”

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que Santa María nos acompañe siempre con S. José.

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