Temas sacerdotales y Homilías del Papa.
Síntesi de las homilía del Papa Francisco en la Misa que celebra
todas las mañanas en la Capilla de la Casa de Santa Marta.
El espíritu de la mundanidad nos lleva a la apostasía
Radio Vaticana
Pensamiento del Papa
(Que el Señor nos salve del espíritu mundano que “negocia todo”,
non sólo los valores, sino también la fe. Lo pidió el Papa en su homilía de la
Misa celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta el pasado 18 de
noviembre. El Santo Padre Papa dijo que es necesario estar en guardia ante lo
que definió la “globalización de la uniformidad hegemónica”, fruto de la
mundanidad:
El Pueblo de Dios prefiere alejarse del Señor ante una propuesta
de mundanidad. Comentando la Primera Lectura, un pasaje del Libro de los
Macabeos, el Papa se detuvo en la “raíz perversa” de la mundanidad. Al destacar
que los guías del pueblo ya no querían que Israel permaneciera aislado de las
demás naciones, abandonan sus propias tradiciones, para ir a tratar con el rey.
Van a “negociar” – dijo Francisco – y se sienten entusiastas por esto. Es como
si dijeran “somos progresistas, vamos con el progreso, donde va toda la gente”.
Y advirtió que se trata del “espíritu del progresismo adolescente” que “cree
que ir adelante en cualquier elección, es mejor que permanecer en las
costumbres de la fidelidad”. Esta gente, por tanto, negocia con el rey “la
fidelidad a Dios siempre fiel”. Y “esto – añadió el Papa – se llama apostasía”,
“adulterio”. En efecto, no están negociando algunos valores, “negocian
precisamente lo esencial de su ser: la fidelidad al Señor”.
“Y esta es una contradicción: no negociamos los valores, sino
que negociamos la fidelidad. Y esto es precisamente el fruto del demonio, del
príncipe de este mundo, que nos lleva adelante con el espíritu de la
mundanidad. Y después, suceden las consecuencias. Tomaron las costumbres de los
paganos, después un paso adelante: el rey prescribió en todo el reino que todos
formaran un solo pueblo y cada uno abandonara sus propias usanzas. No es la
bella globalización de la unidad de todas las Naciones, sino, cada una con sus
propias usanzas, pero unidas, pero es la globalización de la uniformidad
hegemónica, es precisamente el pensamiento único. Y este pensamiento único es
fruto de la mundanidad”.
El Papa recordó que tras esto “todos los pueblos se adecuaron a
las órdenes del rey; aceptaron también su culto, hicieron sacrificios a los
ídolos, y profanaron el sábado”. Poco a poco, se fue adelante por este camino.
Y al final, “el rey elevó sobre el altar un abomino de devastación”:
“Pero, Padre, ¿esto también sucede hoy? Sí. Porque el espíritu
de la mundanidad también existe hoy, también hoy nos lleva con este deseo de
ser progresistas siguiendo el pensamiento único. Si a alguien se le encontraba
el Libro de la Alianza y si alguien obedecía a la Ley, la sentencia del rey lo
condenaba a muerte: y esto lo hemos leído en los periódicos en estos meses.
Esta gente ha negociado la fidelidad a su Señor; esta gente, movida por el
espíritu del mundo, ha negociado la propia identidad, ha negociado la
pertenencia a un pueblo, un pueblo que Dios ama tanto, que Dios quiere como
pueblo suyo”.
El Papa hizo referencia a la novela del inicio de 1900, “El amo
del mundo” que se detiene precisamente en el “espíritu de la mundanidad que nos
lleva a la apostasía”. Y advirtió que hoy se piensa que “debemos ser como
todos, debemos ser normales, como hacen todos, con este progresismo
adolescente”. Y después observó que “sigue la historia”: “las condenas a muerte,
los sacrificios humanos”. “¿Pero ustedes – preguntó el Papa – piensan que hoy
no se hagan sacrificios humanos? ¡Se hacen tantos, tantos! Y hay leyes que los
protegen”:
“Pero lo que nos consuela es que ante este camino que hace el
espíritu del mundo, el príncipe de este mundo, el camino de infidelidad,
siempre permanece el Señor que no puede renegar de sí mismo, el Fiel: Él
siempre nos espera, Él nos ama tanto y Él nos perdona cuando nosotros,
arrepentidos por algún paso, por algún pequeño paso en este espíritu de
mundanidad, vamos a Él, Dios fiel ante su pueblo, que no es fiel. Con el
espíritu de hijo de la Iglesia pidamos al Señor que con su bondad, con su
fidelidad nos salve de este espíritu mundano que negocia todo; que nos proteja
y nos haga ir adelante, como ha hecho ir adelante a su pueblo en el desierto,
llevándolo de la mano, como un papá lleva a su niño. En la mano del Señor
iremos seguros”.
Producción de María Fernanda Bernasconi (hispano@vatiradio.va).
El espacio “Pensamiento del Papa”, se transmite los lunes en las
emisiones informativas de las 17,30; 01,45 y 03,20 UTC. 26 de enero
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