Blog de Tío Paco-Franjaoli-Franja
Un buen tema vocacional que encontré y que os lo transmito. Puede hacer reflexionar a algún joven. Es cuestión que los lectores pasen estos artículos a aquellos jóvenes que pueden entenderlo. Franja.
Un confesionario ha quedado vacío...
Si buscas tu propia perfección y la salvación de las almas, debes preguntarte si Dios te llama al sacerdocio.
Autor: José Antonio Medina Pellegrini |
Si buscas tu propia perfección y la salvación de las almas, debes preguntarte si Dios te llama al sacerdocio.
Autor: José Antonio Medina Pellegrini |
Fuente: Catholic.net
Padre Jorge Loring, SJ.
En esta Navidad el Niño Jesús se ha hecho un hermoso regalo: ha llamado junto a sí a un sacerdote fiel y ejemplar, el Padre Jorge Loring, SJ. Había nacido en Barcelona, pasó su juventud en Madrid y lo que tiene de jesuita es andaluz. Se ordenó de sacerdote a los treinta y tres años.
Llevaba muchísimos años residiendo en Cádiz, donde le hicieron su hijo adoptivo.
Su libro "Para Salvarte" ha tenido tal aceptación que ha superado largamente el millón de ejemplares (1.300.000) en España, sin contar las ediciones que se han hecho en México, Colombia, Ecuador, Perú y Chile. También se han hecho traducciones al inglés en Los Ángeles (California), al árabe en El Cairo, al hebreo en Jerusalén y al gujerati en la India. Hoy se está haciendo la traducción al ruso en Moscú, y al chino en Shanghai.
Como ampliación del libro "Para Salvarte" ha publicado otro libro titulado "Cuarenta conferencias" donde se desarrollan diversos temas.
Estas conferencias están escritas según fueron pronunciadas en distintos puntos de España. También ha publicado otro libro sobre "La Sábana Santa", tema que llevaba estudiándolo más de cuarenta años y sobre el que ha pronunciado más de dos mil conferencias, durante todo su ministerio.
Vecinos de confesionario
Desde el curso pasado estoy sirviendo a la Iglesia de Cádiz y Ceuta como Director Espiritual del Seminario Mayor de esa diócesis llamado San Bartolomé, y este seminario funciona en un edificio que originalmente perteneció a la Compañía de Jesús y tiene una Iglesia de culto público llamada "Santiago Apóstol". Ésta fue la iglesia donde durante largos años el Padre Loring tuvo su confesionario, donde cada tarde con una fidelidad admirable -mientras su salud se lo permitió- administraba con exquisita ternura la misericordia de Dios.
En mi camino vocacional hacia el sacerdocio el Padre Jorge Loring ha tenido una influencia muy importante, casi decisiva. En aquellos jóvenes años militando en la Acción Católica su libro "Para Salvarte" llegó a mis manos, y con el pude iniciar un serio proceso de formación doctrinal y espiritual. Con el paso de los años, ya sacerdote, lo he tenido como un ejemplo de ser y servicio sacerdotal, ejemplo muy fuerte para la pastoral que en los medios de comunicación social siempre he desarrollado.
Las vueltas que tiene la vida, ¿quién me iba a decir a mí?... que en estos dos últimos años lo iba a tener de vecino en el confesionario que está junto al mío en la citada Iglesia de Cádiz. En este tiempo compartido muchas veces él yéndose o volviendo de confesar, yo por comenzar o habiendo celebrado la misa, nos encontrábamos compartiendo siempre edificantes conversaciones.
En una de esas conversaciones y hablando de la contrición propia para hacer una buena confesión me decía: "Cuando estuve en la Argentina, para la gran misión de Buenos Aires, en octubre de 1960, conocí el acto de contrición que allí se usa, me gustó mucho y luego lo transcribí en mi libro "Para Salvarte", y, por supuesto, me lo empezó a recitar, y yo como argentino lo sabía y lo terminamos de decir juntos: "Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí. Pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén."
Otras veces estando en mi confesionario, confesando o rezando la Liturgia de las Horas, observaba como había gente que venía a confesarse con él, a él lo esperaban, gentes de Cádiz y de diversos lugares de España que lo tenían de confesor o director espiritual y salían de su confesionario con el alma reconciliada y con una amplia sonrisa al saberse amados por Dios y bien pastoreados por tan excelente pastor.
Un día hablando sobre la fama que tenemos los argentinos de psicoanalizar todo me decía: "Ahora viene Freud e inventa el psicoanálisis, y la gente va al psicoanalista y le cuenta todo, hasta los sueños! no sé si te cura o no te cura, desde luego te cobra!, pero no te perdona! y el confesor es gratis, y encima te perdona!" Así con su exquisito humor nos hacía ver la gratuidad del don del perdón que el sacerdote confesando nos imparte de parte de Dios.
Otra afirmación que habitualmente expresaba en muchas de las entrevistas que distintos medios le realizaron a través de tantos años, y que nos viene muy bien recordar en cuanto al tema que estamos haciendo referencia es la siguiente: ¿Por qué se hizo sacerdote? A lo que respondía: "¡Me he hecho sacerdote para perdonar pecados y estoy deseando perdonar pecados! La misericordia de Dios es ¡INFINITA! pero necesita que yo me arrepienta para que el me perdone. Hay gente que dice: Yo no me confieso, yo no necesito ir a un sacerdote, yo me confieso con Dios directamente. ¡NO VALE! ¡NO VALE! ¿Es que tú sabes que es mejor confesarte a tu modo que el modo que Dios ha elegido? ¡Eres un soberbio! ¿Qué te has creído tú?"
Su confesionario ahora está vacío, ¿quién lo ocupará?
Podríamos seguir recordando anécdotas e historias, pero quiero compartirles lo que me sucedió ayer al pasar por su confesionario ahora vacío de su presencia. Me dije a mí mismo y le decía al Señor mirándole en el Sagrario: ¿Quién lo ocupará? ¡Cuánto tenemos que rezar por las vocaciones sacerdotales!
Hoy, desde su "Para Salvarte" el Padre Loring nos sigue diciendo: "Hay que pedirle a Dios que haya muchas vocaciones sacerdotales y religiosas, pues hacen falta muchos párrocos, muchos misioneros, predicadores, confesores, maestros, etc., y también muchas Hermanitas de los Pobres, de la Caridad, en los hospitales, en los asilos, religiosas en las escuelas, colegios, etc; y otras en los conventos de clausura que alaben a Dios y pidan por los pecadores."
Por eso, ante su confesionario vacío, yo te digo a ti joven, que quizás leas este escrito...
"Si tienes buena salud, no es necesario ser un "Superman",
Si eres capaz de hacer estudios, no es necesario ser un genio,
Si puedes vivir habitualmente en gracia, con la ayuda de Dios, no hace falta ser ya un santo,
Si tienes buena intención, no se trata de buscar el modo de "ganarse la vida",
Si buscas tu propia perfección y la salvación de las almas, debes preguntarte si Dios te llama al sacerdocio.
No se trata de preguntarte: "¿Me gustaría ser sacerdote?", sino "¿Me querrá Dios sacerdote?"
Hoy hay un confesionario que ha quedado vacío, ¿No te animas a ocuparlo?
José Antonio Medina Pellegrini
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