Como curaba a muchos, todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo. "ACUDÍA MUCHA GENTE A JESÚS" (Mc 3, 7-12)

Homilías del Papa y Temas sacerdotales

D. Jesús Mateo, sacerdote de Valladolid,  me manda todos los días un comentario del EVANGELIO para editarlo en el Blog católico de Javier Olivares. Lo hago con mucho gusto porque además lo encuentro muy bueno para hacer oración. P. Franja. 

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19 de enero, miércoles 2023

Como curaba a muchos, todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo. "ACUDÍA MUCHA GENTE A JESÚS" (Mc 3, 7-12)

 

Me encanta ver que acudía mucha gente para escuchar a Jesús. Dice el Evangelio que le seguía una gran muchedumbre...que acudía  mucha gente...todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo. Me impresiona. Todos querían tocar al Señor y "de Él brotaba una fuerza que curaba a todos" (Lc 3, 7-12).

 

Yo me pregunto, ¿por qué no me cura a mí? ¿Será porque no lo toco con la fe de los que veo en el Evangelio? ¿Por qué no me ocurre como a la Hemorroisa que quedó curada con solo tocar la orla del manto del Señor?

Tú y yo no sólo tocamos a Jesús sino que lo comemos en la Santa Comunión. ¿Con qué fe, con qué amor, con qué devoción comulgamos?

 

Recuerdo que un leproso se acercó a Jesús y le dijo: "Si quieres puedes limpiarme", y el Señor lo tocó y quedó limpio al sentir la mano de Cristo.

Leía el otro día un artículo en el que decían la importancia que tiene para el enfermo y para todas las personas el contacto físico y cómo muchos habían mejorado simplemente por ese detalle tan personal e íntimo. Afirmaba la Doctora: "El amor es la mejor medicina. Un abrazo cura. Estoy convencida del poder curativo de un abrazo".

 

Hoy le pido a Dios con Santo Tomás de Aquino: "Señor, Jesús, bondadoso pelícano, límpiame, a mí inmundo, con tu Sangre, de la que una gota puede liberar de todos los males".

Jesús Mateo. Sacerdote.

NOTA. Los que deseéis haceros con el libro EVANGELIO lo podéis adquirir en la Iglesia de las Angustias y en las librerías de San Pablo y de las monjas del Santuario.

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen con San José su castísimo esposo. Un abrazo.  P. Franja.

San José, custodio amante,

de Jesús y de María,

enséñame a vivir siempre

en tan dulce compañía.

 

Sé mi maestro y mi guía

en la vida de oración;

dame paciencia, alegría

y humildad de corazón.

No me falte en este día

tu amorosa protección

ni en mi última agonía

tu piadosa intercesión.

 

(De una carmelita descalza,

Heredada de la devoción de

Santa Teresa)

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