DIJO JESÚS A SUS DISCÍPULOS "AMAD A VUESTROS ENEMIGOS... REZAD POR LOS QUE OS PERSIGUEN Y CALUMNIAN". (Lc 6, 27-38)

Homilías del Papa y Temas sacerdotales

Jesús Mateo me envía el presente comentario: 

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9 de septiembre, jueves 2021  

• DIJO JESÚS A SUS DISCÍPULOS "AMAD A VUESTROS ENEMIGOS... REZAD POR LOS QUE OS PERSIGUEN Y CALUMNIAN". (Lc 6, 27-38)  

En más de una ocasión a Jesús lo trataron como a un loco y, más aún, pensaron que estaba loco. Y yo también lo creo. Me explico: 

Tuvo que estar "loco  de AMOR" para dejar el Cielo y hacerse hombre en todo como nosotros, menos en el pecado. "Loco" para dar la vida por nosotros. "Loco para quedarse con nosotros en el Sagrario.

"Loco" para morir perdonando a sus verdugos. Y loco para predicar el Evangelio de hoy: "Amad a vuestros enemigos. Haced el bien a los que os odian. Bendecid a los que os maldicen y rogad por los que os calumnian". 

Yo pienso: Jesús, ¿No te habrás pasado? ¿No pides más de la cuenta? ¿Quién crees que te va a seguir con tal programa? ¿Tú crees que yo voy a poder con mis propias fuerzas a seguir tu doctrina y tu ejemplo? 

A mí, Señor, me parece imposible, pides mucho. Todo esto lo pensaba yo humanamente hablando. Tú, Jesús, me has hecho ver que es cierto. Que sólo con mis fuerzas no seré capaz. Y veo que eres muy comprensivo. Pero... me has añadido algo esencial y fundamental, que con tu Gracia y con tu ayuda sí es posible. Que contigo "todo lo puedo". Puedo perdonar, puedo amar, puedo hacer el bien y puedo bendecir a los que hablan mal de mí, a los que me odian y me maldicen y me calumnian. Para ello debo pertenecer a "ese manicomio de locos" que Tú fundaste, Señor. Y tengo que estar loco de amor como Tú y como todos tus seguidores que son millones y millones  

Me animan y me llenan de consuelo Señor las últimas palabras del Evangelio de hoy: "Perdonad y Dios os perdonará. Dad y Dios os dará. Él llenará hasta los bordes y rebosará: porque con la misma medida que miráis seréis medidos".

Ten en cuenta que Dios no se deja ganar en generosidad. Cuando nos cueste perdonar pensemos: Señor, ¿qué me irás a dar, cuando me pides "eso" que tanto me cuesta? 

Jesús Mateo. Sacerdote. 

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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca., 

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