Homilías del Papa y Temas sacerdotales
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Jesús Mateo, es un sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y compartirlo, además de con los sacerdotes, también con los seglares que lo soliciten.
Lo pongo también todos los días en uno de mis Blogs. Franja
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2 de Marzo, Lunes, de 2020
Comentario: "PARÁBOLA DEL JUICIO FINAL" (Mt 25, 31-46) ¡¡¡EL AMOR!!!
Cada uno de estos días, el Evangelio nos define un rasgo de la conversión cuaresmal. Hoy, la "conversión en el amor al prójimo".
¿Te impresiona el Juicio Final? ¿Dominas la materia? ¿Estás bien preparado?
Jesús nos juzgará. Al atardecer de la vida seremos juzgados en el amor; en el amor a Él, y en la proximidad y en la ternura hacia los hermanos.
Hoy, ahora, ¿aprobaríamos tú y yo este examen?
¿Estamos con las "manos llenas" de amor a Dios y al prójimo?
Hace unos días operaron a un amigo sacerdote. Cuando le visité al día siguiente de la operación, al ver que había salido bien, le tomé el pelo diciéndole que en el Cielo habían visto que aún no tenía las manos llenas, y que aprovechase esta nueva oportunidad que le daban para llenarlas a rebosar.
¿Cuándo será nuestro último examen para alcanzar el Cielo?
El Señor nos pedirá cuenta no solamente del mal que hayamos hecho sino además del bien que hayamos dejado de hacer. De esta forma, los pecados de omisión aparecen en toda su gravedad, y el amor al prójimo en su fundamento último: Cristo está presente en el más pequeño de nuestros hermanos. Hay que reconocer a Cristo, que nos sale al encuentro, en nuestros hermanos los hombres.
¡Qué bien lo expresa Santa Teresa de Jesús!
Medita sus palabras:
"Acá, solas estas dos cosas nos pide el Señor: amor de su Majestad y del prójimo; es en lo que hemos de trabajar. Guardándolas con perfección es como hacemos su voluntad... La más cierta señal que, a mi parecer, hay de si guardamos estas dos cosas, es guardando bien la del amor del prójimo; porque si amamos a Dios, no se puede saber, aunque hay indicios grandes para entender que le amamos; mas el amor del prójimo, sí. Y estad ciertos que mientras más en éste os viereis aprovechados, más estáis en el amor de Dios; porque es tan grande que su Majestad nos tiene, que en pago del que tenemos al prójimo, hará que crezca el que tenemos a Su Majestad por mil maneras: en esto yo no puedo dudar". (Moradas V, 3).
Jesús Mateo. Sacerdote
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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.
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Confeccionado por Franja
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