Homilías del Papa y Temas sacerdotales
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Jesús Mateo, es un sacerdote amigo de Valladolid, que manda diariamente lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y compartirlo también con los seglares.
Yo lo pongo ahora todos los días en uno de mis Blogs. Franja.
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18 de Diciembre, Miércoles de 2019
Comentario: LA NAVIDAD, JUNTO A LA VIRGEN (I) "LA VIRGINIDAD DE MARÍA" (Mt 1, 18 24)
1. A María la llamamos La Virgen, la Santísima Virgen, la Purísima, la Inmaculada.
Nadie se puede imaginar la belleza, la santidad, la pureza de María.
Dice el Evangelio que "en el sexto mes fue enviado el Arcángel San Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de nombre José" ( ... ) (Lc 1,26)
El Arcángel quedó prendado de la belleza, de la pureza, y de la santidad de María.
La Virginidad y la santa pureza tienen un encanto especial. Quedamos prendados de ese haz de luz que desprenden las personas puras. Almas espirituales y fuertes, libres y ágiles que vuelan alto, muy alto.
Personas que entregan su corazón indiviso al Señor como "hostia viva, santa, agradable a Dios".
Aunque muchos no se lo crean, hay miles y miles de personas, que viven esta virtud en medio del mundo. (Muchas más de las que te puedes imaginar).
El MODELO de esas almas es la Virgen María.
2. La Virginidad de María es, también, para solteros y casados, una llamada a vivir con finura la santa pureza, indispensable para contemplar a Dios y para servir a nuestros hermanos los hombres.
Es una virtud que produce alegría íntima y profunda; virtud imprescindible para mirar a Dios; para contemplar a la Virgen; para entender las cosas de Dios.
En los tiempos actuales esta virtud choca frontalmente con el ambiente. No la pueden entender las personas cegadas por el materialismo. Estas no ven, ni oyen, ni entienden nada.
3. A la Virgen le es especialmente grata esta virtud.
Con la ayuda de Nuestra Señora, y con la ayuda de los Sacramentos de la Eucaristía y de la Penitencia, se puede vivir esta virtud en todos los momentos y circunstancias de la vida, si se ponen los medios oportunos
Te aconsejo que la pidas humildemente a la Virgen y que reces con frecuencia, ante una imagen o una estampa de Ella, la oración que aprendiste en tu niñez:
"Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti celestial princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón, mírame con compasión, no me dejes, Madre mía".
Te aconsejo que te consagres a la Virgen como preparación a la Navidad.
Ofrécele tus ojos, para que no "miren" nada que ofenda a María.
Ofrécele tus oídos para no hablar ni escuchar nada que desdiga de un hijo de la Virgen.
Ofrécele tu corazón grande, fuerte y tierno, afectuoso y delicado, limpio y puro como el suyo.
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.
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Confeccionado por Franja
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