Homilías del Papa y Temas sacerdotales
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Jesús Mateo, es un sacerdote amigo de Valladolid, que manda diariamente lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y compartirlo también con los seglares.
Yo lo pongo ahora todos los días en uno de mis Blogs. Franja.
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30 de Diciembre, Lunes de 2019
Comentario:LA PROFETISA ANA HABLABA DEL NIÑO JESÚS A TODOS (... ) Lc 2, 36-40).
1. Te aconsejo que leas y medites el Evangelio de la Profetisa Ana.
Así lo narra San Mateo:
"Había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día. Y presenciando en aquel momento la Presentación de Jesús, alababa también a Dios, y hablaba del Niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, Jesús y sus padres volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él".
2. La Profetisa Ana exulta de alegría y alaba a Dios
al conocer por una inspiración divina que el Niño que presentaban en el Templo, José y María, era el Salvador.
Dios premió la piedad de esta mujer que no se apartaba del Templo, y servía a Dios con ayuno y oraciones noche y día.
Su perseverancia en la oración dio como fruto "encontrar" al Mesías.
Nos dice el Evangelista que daba gracias a Dios y hablaba del Niño a todos.
¡Qué ejemplo nos da la Profetisa Ana!
A mí me maravilla la perseverancia de esta mujer en la oración. Y al final Dios se lo premió viendo al Niño Jesús.
(No dejemos la Oración).
3. Dios premia a esta mujer que, durante años, había estado esperando la venida del Mesías.
"Hablaba de él"; es decir, del Niño: alababa a Dios en oración personal, y exhortaba a los demás a que creyeran que aquel Niño era el Mesías esperado.
4. Hemos de imitar a esta santa mujer,
dando gracias a Dios ahora, y durante estos días, cada vez que veamos la imagen del Niño Jesús.
(Miremos, con frecuencia, al Niño Jesús que^ tenemos en casa, en el Nacimiento).
Jesús Mateo. Sacerdote
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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.
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Confeccionado por Franja
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