Homilías del Papa y Temas sacerdotales
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Jesús Mateo, es un sacerdote amigo de Valladolid, que manda diariamente un lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y compartirlo también con los seglares.
Yo lo pongo ahora todos los días en uno de mis Blogs. Franja.
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13 de Diciembre, viernes de 2019.
Comentario: "PIEDAD DE NIÑOS" «Lo envolvió en pañales y lo reclinó en un pesebre, » (Evangelio de San Lucas, cap. II , v. 7)
1. Estamos viviendo en un mundo frío, distante.
Nos cruzamos con gente, mucha gente, por las calles. Cada uno va a lo suyo. Sólo, deprisa, distante, más bien serio.
Falta ternura. Nos hemos hecho muy duros. En esta sociedad hay dureza, indiferencia.
Dios busca corazones tiernos y sencillos.
La "ternura" la encuentro primordialmente en las madres y en los niños.
Me cautivan las escenas, llenas de cariño, que veo por las calles de la ciudad, entre una madre y un hijo. A veces "llego, si no a escuchar, sí a contemplar, la ternura y delicadeza de la madre con su niño y la sonrisa celestial del niño hacia su madre.
2. ¿Por qué hablo hoy de la ternura?
Porque aún resuenan las palabras que ayer meditábamos de la Virgen de Guadalupe con el indito
Juan Diego. Le decía la Virgen:"¿No estás por ventura en mi regazo?" "¿No estoy Yo aquí, que soy tu Madre compasiva?"
"Escucho tu llanto, tu tristeza, tus penas, tus miserias, tus olores...y estoy para curarlos".
Me maravilla cómo trata a Juan Dieguito la Virgen; con qué cariño y ternura.
Sí, es una delicia leer y meditar la Virgen de Guadalupe y contemplar la ternura de la Virgen.
Al mismo tiempo saber que la Virgen nos mira a ti y a mí. No somos uno más.
Nos mira y nos lleva en sus ojos. Nos cuida. Nos consuela como al indito en nuestro caminar hacia Belén.
3. Pero... la ternura de Dios Niño es aún, mucho más, es infinita. Tenemos un Dios, todo ternura, hecho Niño.
Para vivir bien la Navidad hemos se hacernos como niños: con piedad de niños, con mirada de niños, con fantasía creativa, con asombro ante el Belén.
Una cualidad de "los Belenistas" es la creatividad. Cada año, con las mismas figuras, crean un Belén nuevo.
Tú y yo "estamos creando un Belén".
Lo primero de todo es asombrarnos ante este gran Misterio. Nos recuerda la ternura de Dios: Dios nos ama. No nos acostumbremos a esa dicha.
4. Mirando a la Virgen yo le PIDO un regalo para esta Navidad: TERNURA. Un mundo con más ternura y menos odio.
Y le Prometo: PONER AMOR DONDE NO HAYA AMOR.
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.
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Confeccionado por Franja
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