Homilías del Papa y Temas sacerdotales
El amor, camino para conocer a
Dios,
Francisco en su homilía
2015-01-10 Radio Vaticana
(RV).- Dios nos precede siempre
en el amor. Es uno de los pasajes de la homilía del Papa Francisco de la Misa
matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta. También a esta
primera celebración del Año Nuevo asistió, como es costumbre, un grupo de
fieles. El Pontífice subrayó que el amor cristiano está hecho de obras
concretas, y no de palabras. Y reafirmó que para conocer a Dios no basta el
intelecto, sino que es necesario el amor.
Sólo por el camino del amor se
conoce a Dios
En estos días después de Navidad
– dijo Francisco – la palabra clave en la liturgia es “manifestación”. Jesús se
manifiesta: en la fiesta de la Epifanía, en el Bautismo y también en las bodas
de Caná. Pero – se preguntó el Papa – “¿cómo podemos conocer a Dios?”. Y afirmó
que es precisamente éste el tema del que parte el Apóstol Juan en la Primera
Lectura, subrayando que para conocer a Dios nuestro “intelecto”, “la razón” es
“insuficiente”. Dios – añadió – “se
conoce totalmente en el encuentro con Él y para este encuentro la razón no
basta”. Se necesita algo más:
“¡Dios es amor! Y sólo por el
camino del amor tú puedes conocer a Dios. Amor razonable, acompañado por la
razón. ¡Pero amor! ‘¿Y cómo puedo amar lo que no conozco?'; 'Ama a aquellos que
tienes cerca'. Y ésta es la doctrina de dos Mandamientos: El más importante es
amar a Dios, porque Él es amor; Pero el segundo es amar al prójimo, pero para
llegar al primero debemos subir por los escalones del segundo: es decir a
través del amor al prójimo llegamos a conocer a Dios, que es amor. Sólo amando
razonablemente, pero amando, podemos llegar a este amor”.
El amor de Dios no es una
telenovela
He aquí porqué – exhortó Francisco – debemos amarnos unos a otros, porque “el amor
es de Dios” y “quien ama ha sido generado por Dios”. Y añadió que para conocer
a Dios es necesario amar:
“Quien ama conoce a Dios; quien
no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Pero no amor de telenovela.
¡No, no! Amor sólido, fuerte; amor eterno, amor que se manifiesta – la palabra
de estos días, manifestación – su Hijo,
que ha venido para salvarnos. Amor concreto; amor de obras y no de palabras.
Para conocer a Dios se necesita toda una vida; un camino, un camino de amor, de
conocimiento, de amor por el prójimo, de amor por los que nos odian, de amor
por todos”.
El amor de Dios es como la flor
del almendro
De este modo Francisco observó
que no hemos sido nosotros, sino que ha sido “Él quien nos ha amado a nosotros
y ha enviado a su Hijo como víctima de expiación por nuestros pecados”. En la
persona de Jesús – fue la reflexión del
Pontífice – “podemos contemplar el amor
de Dios” y siguiendo su ejemplo “llegamos – escalón por escalón – al amor de
Dios, al conocimiento de Dios que es amor”.
Aludiendo al profeta Jeremías, el
Papa dijo que el amor de Dios nos “precede”, nos ama primero aún antes de que
nosotros lo busquemos. El amor de Dios – subrayó el Papa – es como “la flor del
almendro”, que es el primer árbol que florece en primavera. El Señor “nos ama primero”, “siempre tendremos esta
sorpresa”. Y observó que “cuando nos acercamos a Dios a través de las obras de
caridad, la oración, en la Comunión, en la Palabra de Dios”, “vemos que Él está
allí primero, esperándonos, así nos ama”.
El amor de Dios nos espera
siempre
El Papa dirigió de este modo su
pensamiento al Evangelio del día que narra la multiplicación de los panes y de
los peces por parte de Jesús. El Señor – afirmó – “tuvo compasión” de la tanta gente que había
ido a escucharlo, porque “eran ovejas desorientadas, que no tenían pastor”. Y
destacó que hoy tanta gente está “desorientada” en nuestras ciudades y
naciones. Por esta razón Jesús les enseña la doctrina y la gente lo escucha.
Después, cuando se hace tarde y pide que
les den de comer, los discípulos responden “un poco nerviosos”. Una vez más
– comentó el Papa – Dios ha llegado “primero, y los discípulos no
habían entendido nada”:
“Así es el amor de Dios: siempre
nos espera, siempre nos sorprende. Es el Padre, es nuestro Padre que nos ama
tanto, que siempre está dispuesto a perdonarnos. ¡Siempre! No una vez, setenta
veces siete. ¡Siempre! Come un padre lleno de amor y para conocer a este Dios
que es amor, debemos subir por el escalón del amor hacia el prójimo, por las
obras de caridad, por las obras de misericordia, que el Señor nos ha enseñado.
Que el Señor, en estos días en que la Iglesia nos hace pensar en la
manifestación de Dios, nos de la gracia de conocerlo por el camino del amor”.
(María Fernanda Bernasconi - RV).
(from Vatican Radio)
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