JESÚS DIJO EN LA PARÁBOLA: "EL QUE SE ENALTECE SERÁ HUMILLADO” Y EL QUE SE HUMILLA SERÁ ENALTECIDO" (Lc 14, 1. 7-14).

Homilías del Papa y Temas sacerdotales

Jesús  Mateo, sacerdote de Valladolid me  envía el  Comentario del Evangelio de cada día,  y yo con gran placer lo edito en mis blogs católicos de difusión. Sé que hay muchas entradas porque muchos lo reciben y comparten para ayudarse en su tiempo de oración.

P. Javier Olivares.

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4 de noviembre, sábado 2023

 

JESÚS DIJO EN LA PARÁBOLA: "EL QUE SE ENALTECE SERÁ HUMILLADO” Y EL QUE SE HUMILLA SERÁ ENALTECIDO" (Lc 14, 1. 7-14).

Jesús es un gran observador. Le invita a comer uno de los principales fariseos y nota que los que van entrando escogen los primeros puestos. Aprovecha esta ocasión para decirles esta parábola: "Cuando te inviten no te sientes en el puesto principal no sea que hayan invitado a otro de más categoría que tú y te digan que dejes ese puesto a éste y tú, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, vete a sentarte en el último puesto, para que vengan a pedirte que ocupes el primer puesto. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales”. Y termina diciendo, "porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido”.

Qué importante es la virtud de la humildad y qué difícil es vivirla. Es el fundamento de todas las virtudes y quizás la que más nos cueste vivir. Nuestro señor fue en lo único en lo que se puso como Modelo: "Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón", nos dijo.

 

Y Nuestra Señora canta en el Magnificat: "Me llamarán bienaventurada todas las generaciones porque vio el Todopoderoso la humildad de su esclava”. Dios bendice a las personas humildes. Éstas se parecen a las ramas, de los árboles, bajas, caídas, que están llenas de fruto macizo; y cuanto más cerca del suelo, más abundante es el fruto.

Si queremos ser felices, hemos de luchar por ser humildes. Las personas humildes son alegres, felices, optimistas. Por el contrario, cuando fallamos en la humildad, y caemos en la soberbia, somos personas tristes, negativas, malhumoradas.

Además tenemos la experiencia de que la mayoría de los sufrimientos, enfados, riñas y discusiones, proceden de pensar que no nos hacen caso, de que nos han humillado, de que no nos tienen en cuenta, de que no nos piden perdón, de que queremos tener la razón en todo... Evitemos este pecado. Que la Virgen nos ayude a ser humildes y sencillos.

Jesús Mateo. Sacerdote

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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo.

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