Jesús Mateo es un Sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio. Pienso que vale la pena compartirlo con los sacerdotes y con los seglares que lo soliciten. Lo pongo todos los días en dos de mis Blogs católicos. Franja
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9 de Noviembre, lunes de 2020
Comentario del Evangelio: DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN. "JESÚS, HACIENDO UN AZOTE DE CORDELES, ECHÓ A TODOS DEL TEMPLO" (Jn 2, 13-22).
Dice el Evangelio de hoy que "Jesús subió a Jerusalén con motivo de la Pascua de los judíos y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: "Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre".
Sí. Llama la atención la actitud de Jesús con los mercaderes del Templo.
¡Qué dignidad y autoridad verían en Él para no protestar ninguno de los allí presentes!
Ante todos se proclama, actuando con fortaleza, el Mesías, el Hijo de Dios.
Jesús identifica el Templo de Jerusalén con su propio Cuerpo. Los discípulos entendieron después el verdadero sentido de esta expresión.
La fiesta de la Dedicación de la Basílica de Letrán, Catedral de Roma, del Papa, "Madre y Cabeza de todas las Iglesias de Roma y del mundo entero", nos recuerda que somos templos de Dios, templos del Espíritu Santo, morada de la Santísima Trinidad.
¿Ignoráis que sois templo de Dios y el Espiritu de Dios habita en vosotros? Nos pregunta San Pablo. Y continúa diciendo: "Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo; y ese templo sois vosotros" (1 Co 3, 16-17) "Nosotros somos templo de Dios vivo" (2 Co 6, 16).!
Dice el Papa León XIII:
"La Santísima Trinidad por medio de la gracia inhabita en el alma justa como en un templo, de un modo íntimo y singular" (Enc.Divinum illud munus).
De ahí la importancia de vivir en gracia de Dios y el horror que hemos de tener al pecado que destruye el templo de Dios, y priva al alma de la gracia.
¿No te parece que sería bueno pedirle al Señor que haga un azote para echar de ti y de mí lo que no es digno, y vuelque las mesas que convierten tu vida y la mía en un mercado?
Yo te suplico, Dios mío, que me ayudes a ver y a quitar de mi corazón, de mi vida, todo lo que te ofende y te hace sufrir. (Bueyes, ovejas, palomas, mesas, monedas, dinero ...deseos, pensamientos, palabras, imaginaciones...)
Santa María, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad, ayúdanos a ser Templos de Dios Padre, y de Dios Hijo, y de Dios Espíritu Santo. Amén.
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague este esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca.
Que el Señor nos bendiga y nos guarde. Un abrazo. Franja.
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Confeccionado por Franja.
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