Homilías del Papa y Temas sacerdotales
D. Jesús Mateo, es un sacerdote amigo de Valladolid, que se dedica pacientemente a mandarnos un pequeño comentario del Evangelio de la liturgia del día. Y como es muy corto y enjundioso os hago participes. Franja
☆●☆●☆
Domingo, 2 de Junio de 2019
Comentario: «LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR»
(Lc 24, 46-53)
San Lucas al final de su Evangelio, narra el acontecimiento de la Ascensión del Señor al Cielo de una manera muy sintética.
No sé a ti, pero a mí me hubiera gustado que hubiera narrado con más detalles este Misterio tan importante de la vida de Nuestro Señor.
Te invito a que te fijes en cuatro detalles de la fiesta de hoy.
1. Lo último que hace Jesús en esta tierra es dar la bendición a sus discípulos.
Con este gesto termina la presencia visible de Jesús en la tierra.
Los Apóstoles la reciben postrándose ante Él.
Yo le pido: «Dános, Señor, tu bendición, antes de irte al Cielo».
La Ascensión del Señor nos sugiere que el Señor nos espera en el Cielo.
Como dice San Pablo: «No tenemos aquí ciudad permanente sino que andamos en busca de la futura» (Heb 13, 14).
Jesús sube al Cielo para prepararnos allí una morada.
¿Cómo será nuestra «habitacion» en el Cielo?
2. «Los Apóstoles regresaron a Jerusalén con «gran alegría»
Esta expresión me sorprende un poco. Yo siempre me he imaginado esta despedida un tanto «agridulce»; muy emotiva; con lágrimas y abrazos. ¿Lloraria Jesús al despedirse de su Madre, de Juan, de Pedro, de las Santas
Mujeres...Si lloró por Lázaro... a.mí no me extrañaría que llorase...
¿Qué les diría a cada uno de ellos?
¿Cómo es posible que se volvieran con «mucha alegría»?
¿No te parece que algunos bajarían llorando?
Yo pienso que la esperanza del Cielo sería lo que llenaría de alegría a los Discípulos...hombres y mujeres.
Esa será también nuestra alegría: La esperanza del Cielo y el milagro que hizo: Jesús se va, pero se queda en cada uno de nosotros, si vivimos en Gracia de Dios, y muy cerca de cada uno de nosotros: En el Sagrario.
3. Los Ángeles dicen a los Apóstoles que es hora de comenzar la inmensa tarea que les espera, que no deben perder un instante.
Como los apóstoles tú y yo debemos ser testigos de Cristo, ser otos Cristos, ser «el mismo Cristo».
4. Los Apóstoles marcharon a Jerusalén en compañía de Santa María. Junto a Ella esperan la llegada del Espíritu Santo.
Dispongámonos nosotros también en estos días a preparar la próxima fiesta de Pentecostés muy cerca de Nuestra Señora.
Jesús Mateo. Sacerdote.
☆●☆●☆
Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.
☆●☆●☆
Confeccionado por Franja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario