Homilías del Papa y Temas sacerdotales
Papa: los doctores de la ley
están cerrados a las profecías
2016-04-11 Radio Vaticana
(RV).- Los doctores de la ley
juzgan a los demás usando la Palabra de Dios contra la Palabra de Dios, cierran
el corazón a la profecía, a ellos no les importa la vida de las personas sino
sólo sus esquemas hechos de ley y palabras. Lo recordó el Papa Francisco en su
homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta.
El Pontífice centró su
reflexión partiendo de la primera lectura, tomada del Libro de los Hechos de
los Apóstoles, según la cual los doctores de la ley acusan a Esteban con
calumnias porque no logran “resistir a la sabiduría y al espíritu” con que
habla. Instigan a falsos testigos para que digan que han oído “pronunciar
palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios”.
“El corazón cerrado a la verdad
de Dios – observó el Santo Padre – sólo
está aferrado a la verdad de la ley”, y precisó que “más que de la ley, de la
letra”, y “no encuentra otra salida que la mentira, el falso testimonio y la
muerte”. Jesús ya los había reprendido por esta actitud, porque “sus padres
habían asesinado a los profetas” y ellos, ahora, construyen monumentos a
aquellos profetas.
Y la respuesta de los “doctores
de la letra” es “cínica” más que “hipócrita”: “Si nosotros hubiéramos estado en
la época de nuestros padres, no habríamos hecho lo mismo”. Y “así – explicó el
Papa – se lavan las manos y ante sí mismos se juzgan puros. Pero el corazón
está cerrado a la Palabra de Dios, está cerrado a la verdad, está cerrado al
mensajero de Dios que lleva la profecía, para que el pueblo de Dios vaya
adelante”:
“Me hace mal cuando leo aquel
pequeños pasaje del Evangelio de Mateo, cuando Judas arrepentido va a los
sacerdotes y dice ‘He pecado’ y quiere dar… y devuelve las monedas. ‘¡Qué nos
importa! – responden ellos – así, ¡Tú te
las arreglas!’. Un corazón cerrado ante este pobre hombre arrepentido que no
sabía qué cosa hacer. ‘Tú te las arreglas’. Y Judas fue a ahorcarse. ¿Y qué
cosa hacen ellos, cuando Judas va a ahorcarse? Hablan y dicen: ‘¿Pero pobre
hombre’? ¡No! Inmediatamente las monedas: ‘Estas monedas tienen el precio de la sangre, no pueden
entrar en el templo’… la regla tal, tal, tal, tal… ¡Los doctores de la letra!”.
El Papa Francisco prosiguió
diciendo:
“A ellos no les importa la vida
de una persona, no les importa el arrepentimiento de Judas: el Evangelio dice
que ha vuelto arrepentido. Sólo les importa su esquema de leyes y tantas
palabras y tantas cosas que han construido. Y ésta es la dureza de su corazón.
Y ésta es la dureza del corazón, la necedad del corazón de esta gente, que dado
que no podía resistir a la verdad de Esteban va a buscar testigos, testigos
falsos, para juzgarlo”.
Esteban – afirmó el Obispo de
Roma – termina como todos los profetas, termina como Jesús. Y esto se repite en
la historia de la Iglesia:
“La historia nos habla de tanta
gente que es asesinada, juzgada, si bien era inocente: juzgada con la Palabra
de Dios, contra la Palabra de Dios. Pensemos en la caza de brujas o en Santa Juana
de Arco, en tantos otros que son quemados, condenados, porque no se adaptaron,
según los jueces, a la Palabra de Dios. Es el modelo de Jesús quien, por ser
fiel y haber obedecido a la Palabra del Padre, termina en la cruz. Con cuánta
ternura Jesús dice a los discípulos de Emaús: ‘Insensatos y tardos de corazón’.
Pidamos hoy al Señor que con la misma ternura mire las pequeñas o grandes
necedades de nuestro corazón, nos acaricie y nos diga: ‘Insensato y tardo de
corazón” y comience a explicarnos las cosas”.
(María Fernanda Bernasconi -
RV).
(from Vatican Radio)
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