Homilías del Papa y Temas sacerdotales
Los santos escondidos de todos
los días
dan esperanza, dijo el Papa
2014-12-07 Radio Vaticana
(RV).- Hay tantos santos
escondidos, hombres, mujeres, padres y madres de familia, enfermos, sacerdotes,
que ponen en práctica todos los días el amor de Jesús y esto da esperanza: es
cuanto dijo el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la
capilla de la Casa de Santa Marta.
Es verdaderamente cristiano quien
pone en práctica la Palabra de Dios. No basta decir que se tiene fe. Al comentar
el Evangelio sobre la casa construida sobre la roca o sobre la arena, Francisco
invitó a no ser “cristianos de apariencia”, cristianos disfrazados, porque
apenas cae un poco de lluvia el truco desaparece. Non basta – dijo el Papa –
pertenecer a una familia muy católica o a una asociación o ser un benefactor,
si no se sigue después la voluntad de Dios.
“Tantos cristianos de
apariencias” – observó el Santo Padre –
“caen ante las primeras tentaciones”, porque “no hay sustancia allí”, han
construido sobre la arena. En cambio, hay tantos santos “en el pueblo de Dios – no necesariamente canonizados, sino santos –
tantos hombres y mujeres” que “ponen en práctica el amor de Jesús. Tantos”. Que
han construido su casa sobre la roca, que es Cristo:
“Pensemos en los más pequeños,
eh. En los enfermos que ofrecen sus sufrimientos por la Iglesia, por los demás.
Pensemos en tantos ancianos solos, que rezan y ofrecen. Pensemos en tantas
madres y padres de familia que llevan adelante con tanta fatiga su familia, la
educación de los hijos, el trabajo cotidiano, los problemas, pero siempre con
la esperanza en Jesús, que no se pavonean, sino que hacen lo que pueden”.
¡Son los “santos de la vida
cotidiana!”, exclamó el Papa:
“Pensemos en tantos sacerdotes
que no se hacen ver pero que trabajan en sus parroquias con tanto amor: la
catequesis a los niños, la atención a los ancianos, a los enfermos, la
preparación a los recién casados… Y todos los días lo mismo, lo mismo, lo
mismo. No se aburren porque en su fundamento está la roca. Es Jesús, esto es lo
que da santidad a la Iglesia, ¡esto es lo que da esperanza!”.
Francisco afirmó además que
“debemos pensar mucho en la santidad escondida que existe en la Iglesia”.
“Cristianos que permanecen en Jesús. Pecadores, ¡eh! Todos lo somos. Y también
a veces alguno de estos cristianos comete algún pecado grave, pero se
arrepienten, piden perdón, y esto es grande: la capacidad de pedir perdón, de
no confundir pecado con virtud, de saber bien dónde está la virtud y dónde está
el pecado. Estos están fundados sobre la roca y la roca es Cristo. Siguen el
camino de Jesús, lo siguen a Él”.
“Los soberbios, los vanidosos,
los cristianos de apariencia – subrayó
el Papa Bergoglio – serán derribados,
humillados”, mientras “los pobres serán aquellos que triunfarán, los pobres de
espíritu, los que ante Dios se sienten una nada, los humildes, y llevan
adelante la salvación poniendo en práctica la Palabra del Señor”.
“Hoy estamos, mañana no
estaremos” – dijo el Papa citando a San
Bernardo: “Piensa, hombre, qué será de ti: comida para gusanos”. “Nos comerán
los gusanos, a todos” – recordó el Papa – y “si no tenemos esta roca,
terminaremos aplastados”:
“En este tiempo de preparación a
la Navidad pidamos al Señor que estemos fundados firmemente en la roca que es
Él. Nuestra esperanza es Él. Nosotros somos todos pecadores, somos débiles pero
si ponemos la esperanza en Él podremos ir adelante. Y ésta es la alegría de un
cristiano: saber que en Él está la esperanza, está el perdón, está la paz, está
la alegría. Y no poner nuestra esperanza en cosas que hoy están y mañana no
estarán”.
(María Fernanda Bernasconi - RV).
(from Vatican Radio)
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