Blog de Tío Paco-Franjaoli-Franja
El
apellido de Dios somos cada uno de nosotros,
el Papa el martes en Santa Marta
2013-12-17
Radio Vaticana
Este martes, en el día de su cumpleaños, el Papa Francisco quiso
que el personal que trabaja en la Casa de Santa Marta estuviese presente en la
misa que celebra en la capilla de ese lugar, su residencia desde inicios del
pontificado. El Evangelio de la genealogía, rico de los nombres de los
parientes de Jesús, dio también ocasión al Papa para recordar con afecto en la
homilía los nombres de algunos de los empleados presentes.
Dios jamás nos deja solos, sino siempre camina con nosotros.
Francisco reflexionó sobre el Evangelio del día, centrado en la genealogía de
Jesús, para resaltar la presencia del Señor en nuestra vida:
“Una vez escuché que alguien decía: ‘¡Este pasaje del Evangelio
parece la guía telefónica!’ No, es otra cosa: este pasaje del Evangelio es pura
historia y tiene un argumento importante. Es pura historia, porque Dios, como
decía San León Papa, Dios ha enviado a su Hijo. Y Jesús es consustancial al
Padre, Dios, pero también consustancial a la Madre, una mujer. Y ésta es
aquella consustancialidad de la Madre. Dios se ha hecho historia. Dios ha
querido hacerse historia. Está con nosotros. Ha hecho el camino con nosotros”.
Jesús caminado con los de Emaús
Después del primer pecado en el Paraíso, subrayó el Santo Padre,
“Él tuvo esta idea: hacer el camino con nosotros”. Ha llamado a Abraham, “el
primer nombrado en esta lista” y “lo ha invitado a caminar”. Y Abraham “ha
comenzado aquel camino”. Y luego Isaac Jacob, Judas. “Y así va este camino en
la historia”. Dios, afirmó el Pontífice, “camina con su pueblo. Dios no ha
querido venir a salvarnos sin historia. Él ha querido hacer historia con
nosotros”. Una historia, reveló, “que va de la santidad al pecado. En esta
lista hay santos”, “pero en esta lista hay también pecadores”:
“Los pecadores de alto nivel, que han cometido grandes pecados.
Y Dios ha hecho historia con ellos. Pecadores, que no han respondido a todo
aquello que Dios pensaba para ellos. Pensemos en Salomón, tan grande, tan
inteligente, y terminó, pobre, allí, ¡sin saber cómo se llamaba! Pero Dios
estaba con él . Y esto es lo hermoso, ¿no? Dios es consustancial a nosotros.
Hace historia con nosotros. Aún más: cuando Dios quiere decir quién es, dice
‘Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y Jacob’. Pero ¿cuál es el apellido de
Dios? Somos nosotros, cada uno de nosotros. Él toma de nosotros nuestro nombre
para hacerlo suyo. ‘Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob, de Pedro, de
Marietta, de Armony, de Marisa, de Simone, ¡de todos!’ De nosotros toma el
apellido. El apellido de Dios es cada uno de nosotros”.
“Él, nuestro Dios – agregó el Papa – ha hecho historia con nosotros,
ha tomado el apellido de nuestro nombre”, “se ha dejado escribir la historia
por nosotros”. “Nosotros – reflexionó– escribimos esta historia de gracia y
pecado y Él va tras nosotros”. Ésta, recalcó, “es la humildad de Dios, la
paciencia de Dios, el amor de Dios. ¡Es nuestro!” Y esto, constató, hace
conmover. “Tanto amor, tanta ternura, por tener un Dios así”:
“Su alegría fue compartir su vida con nosotros. El Libro de la
Sabiduría dice que el gozo del Señor está entre los hijos del hombre, con
nosotros. Acercándose la Navidad, es bueno pensar: si Él ha hecho su historia
con nosotros, si Él ha tomado su nombre de nosotros, si Él ha dejado que
nosotros escribiésemos su historia, al menos dejemos que Él nos escriba nuestra
historia. Y aquella es la santidad: ‘Dejar que el Señor escriba nuestra
historia’. Y este es un deseo de Navidad para todos nosotros. ¡Que el Señor te
escriba la historia y que tú dejes que Él te la escriba. Así sea!”
En la celebración del cumpleaños un niño...
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