Temas sacerdotales y Homilías del Papa.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE EL MATRIMONIO y 5
Papa Francisco en San Valentín
Respuesta del Papa a la tercera
pregunta:
¿Cómo celebrar bien el matrimonio
Pregunta: Santidad, en estos
meses estamos haciendo tantos preparativos para nuestra boda. ¿Puede darnos
algún consejo para celebrar bien nuestro matrimonio?
Respuesta: Haced que sea una
verdadera fiesta, porque ¡el matrimonio es una fiesta, una fiesta cristiana, no
una fiesta mundana! El motivo más profundo de la alegría de aquel día lo indica
el Evangelio de Juan: ¿Recordáis el milagro de las bodas de Caná? A un cierto
punto el vino se acaba y la fiesta parece arruinada. Imaginaos terminar la
fiesta tomando te… No, ¡no va! ¡Sin vino no hay fiesta! Por sugerencia de
María, en aquel momento Jesús se revela por primera vez y da un signo:
transforma el agua en vino y, haciendo eso, salva la fiesta del desposorio.
Cuanto ha sucedido en Caná, dos mil años atrás, sucede en realidad en cada
fiesta nupcial: eso que hace pleno y profundamente verdadero vuestro matrimonio
será la presencia del Señor que se revela y dona su gracia.
Es su presencia la
que ofrece el “vino bueno”, y es Él el secreto de la alegría plena, aquella que
calienta realmente el corazón. ¡Es la presencia de Jesús en aquella fiesta!
¡Pero que sea una bella fiesta, pero con Jesús! ¡No con el espíritu del mundo!
¡No! ¡Aquello se siente, cuando el Señor está allí!
Al mismo tiempo, está bien que
vuestro matrimonio sea sobrio y haga resaltar aquello que es realmente
importante. Algunos están más preocupados por los signos exteriores, por el
banquete, por las fotografías, por la ropa, por las flores… son cosas
importantes en una fiesta, pero sólo si son capaces de indicar el verdadero
motivo de vuestra alegría: aquella bendición del Señor sobre vuestro amor.
Haced en modo que, como el vino de Caná, los signos exteriores de vuestra
fiesta revelen la presencia del Señor y os recuerden a vosotros y a todos los
presentes el origen y el motivo de vuestra alegría en ese día.
Pero hay algo que tú has dicho y
que quiero tomar al vuelo, porque no quiero dejarlo pasar. El matrimonio es
también un trabajo de todos los días y podría decir un trabajo artesanal, un
trabajo de orfebrería, porque el marido tiene la tarea de hacer más mujer a su
mujer y la mujer tiene la tarea de hacer más hombre a su marido.
Crecer también
en humanidad, como hombre y como mujer. Pero esto se hace entre vosotros. Esto
se llama crecer juntos. ¡Pero esto no viene del aire! El Señor lo bendice, pero
viene de vuestras manos, de vuestras actitudes, del modo de vivir, del modo de
amarse. ¡Haceros crecer! Siempre procurar que el otro crezca. Trabajar para
esto. Y así, no sé, pienso en ti que un día irás por la calle de tu pueblo y la
gente dirá:
“Pero mira aquella, que linda mujer! ¡Que fuerte! ¡Eh! ¡Con el
marido que tiene, se entiende!”. Y también a ti: “Mira ese, mira cómo es. ¡Con
la mujer que tiene, se entiende!” Y es esto, llegar a esto: haceros crecer
juntos, el uno al otro.
Y los hijos tendrán esta herencia de haber tenido un
papá y una mamá que han crecido juntos, haciéndose – uno al otro – más hombre y
más mujer.
Es un buen tema para compartir
Franja
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