Temas sacerdotales y Homilías del Papa.
Papa Francisco en San Valentín
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE EL MATRIMONIO 2
Consejos
del Papa para celebrar bien el matrimonio católico
El Papa
Francisco dio una serie de consejos sobre cómo celebrar bien el matrimonio
católico y precisó que, si bien es una fiesta, ésta debe ser siempre cristiana
y no mundana, en donde los novios se preocupen de lo que es verdaderamente
importante para que lo exterior hable siempre de la presencia del Señor.
“Hagan de
modo que sea una verdadera fiesta, porque ¡el Casamiento es una fiesta, una
fiesta cristiana, no una fiesta mundana! El motivo más profundo de la alegría
de aquel día lo indica el Evangelio de Juan: ¿Recuerdan el milagro de las bodas
de Caná? A un cierto punto el vino se acaba y la fiesta parece arruinarse.
Imagínense terminar la fiesta tomando té… No, no va! ¡Sin vino no hay fiesta!
Por sugerencia de María, en aquel momento Jesús se revela por primera vez y da
un signo: transforma el agua en vino y, con eso, salva la fiesta del
casamiento.
Cuanto ha
sucedido en Caná, dos mil años atrás, sucede en realidad en cada fiesta
nupcial: eso que hace lleno y profundamente verdadero vuestro matrimonio será
la presencia del Señor que se revela y dona su gracia. Es su presencia que
ofrece el ‘vino nuevo’, y es Él el secreto de la alegría plena, aquella que
entibia realmente el corazón. ¡Es la presencia de Jesús en aquella fiesta! ¡Pero
que sea una bella fiesta, pero con Jesús! ¡No con el espíritu del mundo! ¡No!
¡Aquello se siente, cuando el Señor está allí!
Al mismo
tiempo, está bien que vuestro matrimonio sea sobrio y haga resaltar aquello que
es realmente importante. Algunos están más preocupados por los signos
exteriores, por el banquete, por las fotos, por la ropa, por las flores… son
cosas importantes en una fiesta, pero sólo si son capaces de indicar el
verdadero motivo de vuestra alegría: aquella bendición del Señor sobre vuestro
amor.
Hagan de
modo que, como el vino de Caná, los signos exteriores de vuestra fiesta revelen
la presencia del Señor y les recuerden a ustedes y a todos los presentes el
origen y el motivo de vuestra alegría.
Pero hay
algo que tú has dicho y que quiero tomar al vuelo, porque no quiero dejarla
pasar. El matrimonio es también un trabajo de todos los días y podría decir un
trabajo artesanal, un trabajo de orfebrería, porque el marido tiene la tarea de
hacer más mujer a su mujer y la mujer tiene la tarea de hacer más hombre a su
marido. Crecer también en humanidad, como hombre y como mujer. Pero esto se
hace entre ustedes. Esto se llama crecer juntos.
¡Pero
esto no viene del aire! El Señor lo bendice, pero viene de vuestras manos, de
vuestras actitudes, del modo de vivir, del modo de amarse. ¡Hacerse crecer!
Siempre procurar que el otro crezca. Trabajar para esto. Y así, no sé, pienso
en ti, que un día andarás por la calle de tu país y la gente dirá: ‘pero mira
aquella, ¡que linda mujer!’… ‘¡se entiende, con el marido que tiene!’. Y es
esto, llegará a esto: hacernos crecer juntos, uno al otro. Y los hijos tendrán
esta herencia de haber tenido un papá y una mamá que han crecido juntos,
haciéndose – uno al otro– ¡más hombre y más mujer!”
Continuará
No hay comentarios:
Publicar un comentario