Homilías del Papa y Temas sacerdotales
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Jesús Mateo, Sacerdote, es un sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y también compartirlo, además de con los sacerdotes, con los seglares que lo soliciten. Lo pongo también todos los días en dos de mis Blogs católicos. Franja
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26 de Mayo, martes de 2020
Comentario: "LOS APÓSTOLES PERSEVERABAN UNÁNIMES EN LA ORACIÓN, CON MARÍA, LA MADRE DE JESÚS" (Hech 1, 14)
Estamos celebrando y viviendo el Decenario al Espíritu Santo.
Alguien le ha llamado EL GRAN DESCONOCIDO.
¿Es desconocido para ti y para mí?
(Qué pena si lo fuera; entre otras razones porque depende de Él nuestra santidad).
Tú y yo nos unimos a la Oración de la Virgen y la de los Apóstoles en Jerusalén y pedimos con la Secuencia de Pentecostés:
"Ven, Espíritu Santo, y envía desde el Cielo un rayo de tu luz Ven, padre de los pobres; ven dador de las gracias; ven, lumbre de los corazones (... ) Concede a tus fieles, que en Ti confían, tus siete sagrados dones. Dales el mérito de la virtud, dales el puerto de la salvación, dales el eterno gozo".
Siete son los Dones del Espíritu Santo:
1. EL DON DE ENTENDIMIENTO:
Nos descubre con mayor claridad las riquezas de la fe. Le pedimos con el Rey David:"Dame entendimiento para que guarde tu Ley y la cumpla de todo corazón" (Sal 119, 34).
Necesitamos su luz para entender las enseñanzas de Jesús.
El Espíritu Santo ayuda al alma a penetrar en las profundidades de los misterios revelados y a captar el sentido más hondo de la Sagrada Escritura, y la vida de la gracia.
Hay una diferencia esencial entre la persona que vive sin fe, como en un túnel, y entre quien descubre a Dios a través de los Sacramentos y en el trabajo y en los sucesos y en las cosas de la vida ordinaria.
El alma que vive en tibieza no ve ni percibe las llamadas de la gracia y ha perdido o va perdiendo el sentido de la vida y de la fe.
La tibieza, la impureza, el apegamiento a los bienes de la tierra, el conceder al cuerpo todos sus caprichos embotan el alma para las cosas de Dios.
Como dice el Apóstol:
"El hombre no espiritual no percibe las cosas del Espíritu de Dios, pues son necedad para él y no puede conocerlas, porque sólo se pueden enjuiciar según el Espíritu"(1 Cor 2,14).
En cambio, el hombre espiritual es atraído por Dios como el hierro por la fuerza del imán y el Espíritu Santo se va adueñando de esa alma y la lleva por caminos de oración y de santidad.
(Vamos a dejarnos llevar, tú y yo, por el Espíritu Santo, por esos caminos "divinos").
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague este esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.
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Confeccionado por Franja.
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