Homilías del Papa y Temas sacerdotales
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Jesús Mateo, Sacerdote, es un sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y también compartirlo, además de con los sacerdotes, con los seglares que lo soliciten.
Lo pongo también todos los días en uno de mis Blogs. Franja
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7 de Mayo, jueves de 2020
Comentario: "EN VERDAD, EN VERDAD OS DIGO: EL CRIADO NO ES MÁS QUE SU AMO, NI EL ENVIADO ES MÁS QUE EL QUE LO ENVÍA". (Jn 13, 16-20).
¿Quién es nuestro Modelo?
Sabemos que es Nuestro Señor Jesucristo. En Él nos tenemos que mirar.
Él nos ha dicho: "Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón".(Mt 11, 29).
"Ejemplo os he dado: "He venido a servir y no a ser servido".(Mt 20 28)
Querer parecernos al Señor es el primer paso necesario en nuestra vida.
Con el Salmista exclamamos: "Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. Como el ciervo desea las fuentes de las aguas así te desea mi alma, oh Dios...¿Cuándo vendré y apareceré ante la cara de Dios"? (Sal 41 )
En el corazón de un hombre recto anida la sed de Dios, las ansias de Dios.
Y es que la razón última de nuestra vida está en Dios.
¡¡¡MI ALMA TIENE SED DE DIOS!!!
"¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si luego pierde su alma?" (Mt 16, 26).
Sí, tú y yo, queremos ser de Dios, queremos ser santos
.
Lo primero de todo es fomentar este deseo: "quiero tener deseos de Dios, de ser santo".
Nosotros le decimos al Señor con Santa Teresa:
"Aunque me canse aunque no pueda, aunque reviente, aunque me muera..
.
Nuestros deseos de cambiar, de amar a Dios, de ser santos, deben ser sinceros y eficaces.
Nos puede venir bien considerar estas reflexiones:
"Me dices que sí, que quieres. Bien, pero ¿quieres como un avaro quiere su oro, como una madre quiere a su hijo, como un ambicioso quiere los honores o como un pobrecito sensual su placer? ¿No? Entonces no quieres" (Camino 316).
Hemos de convencernos de que esto es posible y que este es el deseo de Dios. Nos dice:
"Sed perfectos,
como vuestro Padre celestial es perfecto"
(Mt 5, 48).
Para ello contamos con la gracia de Dios.
¿Es compatible esta sed de Dios y estos deseos de ser santos con la experiencia de nuestros defectos e incluso de nuestras caídas?
Sí, porque santos son,
no los que no han pecado nunca,
sino
LOS QUE SE HAN LEVANTADO SIEMPRE.
Abandonar la lucha porque tenemos defectos esta es la mayor tentación y la mayor victoria del Demonio
.
Dios cuenta con el tiempo y tiene paciencia con cada uno de nosotros. Dios tiene un momento para cada uno.
¿No será este el "momento" en el que Dios está "pasando" junto a ti y junto a mí?
¡¡¡No le dejemos pasar!!!
Jesús Mateo, sacerdote.
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Que Dios pague ese esfuerzo dia rio y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.
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Confeccionado por Franja.
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Los pobres son nuestro tesoro.
Y lo despreciamos las más de las veces.
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