Blog de Tío Paco-Franjaoli-Franja
Benedicto XVI
Comentario al
Evangelio del Día
DÍA 20 DE ABRIL
SÁBADO DE LA III SEMANA DE PASCUA
Del santo Evangelio según san Juan 6,
60-69
"En aquel tiempo muchos discípulos de
Jesús al oírle, dijeron: Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo? Pero
sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo:
¿Esto os escandaliza? ¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba
antes?... El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las
palabras que os he dicho son espíritu y son vida. Pero hay entre vosotros
algunos que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los
que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y decía: Por esto os he
dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre. Desde entonces
muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él. Jesús dijo
entonces a los Doce: ¿También vosotros queréis marcharos? Le respondió Simón
Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros
creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios." Juan 6, 60-69
El Santo Padre, Benedicto XVI comenta:
"¿También
vosotros queréis marcharos?" Esta pregunta provocadora no se dirige sólo a
los que entonces escuchaban sino que alcanza a los creyentes y a los hombres de
todas las épocas. También hoy muchos se escandalizan ante la paradoja de la fe cristiana.
La enseñanza de Jesús parece "dura", demasiado difícil de acoger y de
practicar. Entonces hay quien rechaza y abandona a Cristo; hay quien trata de
adaptar su palabra a las modas desvirtuando su sentido y valor. "¿También
vosotros queréis marcharos?". Esta inquietante provocación resuena en el
corazón y espera de cada uno una respuesta personal. Jesús, de hecho, no se
contenta con una pertenencia superficial y formal, no le basta una primera
adhesión entusiasta; es necesario, por el contrario, participar durante toda la
vida en su pensar y querer. Seguirle llena el corazón de alegría y dan sentido
pleno a nuestra existencia, pero comporta dificultades y renuncias, pues con
mucha frecuencia hay que ir contra la corriente. (Benedicto XVI, 23 de agosto de 2009).
Recordando al Santo Padre emérito,
Benedicto XVI,
lo pongo en el blog sacerdotal. Franja
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