domingo, 28 de abril de 2013

Cómo hay que orar.

Blog de Tío Paco-Franjaoli-Franja
¿Cómo hay que orar?
Orar es hablar con Dios, pero lo más importante es la escuchar...y volver a escuchar.
Autor: P. Miguel Segura | Fuente: Catholic.net

Los sacerdotes, entre otras cosas muy importantes, como la celebración de la Santa Misa, predicar y perdonar los pecados, tenemos que enseñar a hacer oración. 
La oración es una cosa fácil, pero a veces nos llenan la cabeza de métodos y las más de las veces no van, porque lo complicamos. 
Verás que no es tan difícil en el siguiente artículo:
Franja.
actitud orante
Un aprendiz de oración caminaba por el desierto completamente confundido. Había frecuentado el contacto con diversos maestros y ya había pertenecido a un buen número de escuelas. Cada una defendía cosas distintas y el aprendiz ya no sabía qué era lo más importante en la oración. Decidió que lo único que le quedaba por hacer en su confusión era dirigirse a Dios.
- ¡Señor, ilumíname! -dijo suplicante- Unos me dijeron "No pienses en nada y repite letanías sin interrupción... verás que sentirás la liberación interior"...
-¿Y lo hiciste? -le dijo Dios.
- Sí, Señor, lo hice durante meses hasta que se me secó la boca y tuve que abandonar esa escuela. 
- ¿No encontraste ninguna otra? -preguntó Dios, interesándose.
- ¡Oh, sí, Señor, muchas más! Fui a otra donde me dijeron: "Tranquilízate, haz vacío en tu interior y encontrarás a Dios", pero en el vacío sólo estaba yo mismo y como te buscaba a ti y no a mí, comencé a dudar también de esa escuela... 
- Bueno, quizás haya otras...
- Sí, sí Señor, no creas que ésta fue la última. Visité muchas más; aprendí una gama enorme de posiciones para orar, y me hice experto en posiciones pero no en oración... y así recorrí otras tantas pero aún no sé qué hacer para orar. He llegado a convencerme de que no puedo orar y vengo a decirte que ya no me lo pidas más en mi interior.
- ¿No te di yo boca y oídos? -susurró Dios suavemente
- Sí, Señor... -dijo el principiante, que no esperaba este interrogante- pero dime de una vez, Señor mío; qué es más importante ¿escuchar o hablar? 
- ¿Cuántas bocas te dí?
- Una.
- Y ¿oídos?
- Dos.
- Entonces, ya lo sabes...
¡Interesante dato! Orar es hablar con Dios, pero lo más importante en esa conversación es la escucha...
Si quieres unirte con Dios; escucha su Palabra, dialoga... y vuelve a escuchar.
hermosa imagen

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando el alma
se sumerge en la oración
como un pececito en el agua...
la oración se vuelve gustosa...
el alma saborea el gusto
de estar en comunicación
íntima con Dios.

Anónimo dijo...

La oración es el alma de nuestra vida sin ella no tendríamos ese privilegio de comunicación con Dios.Su palabra es la esencia del cristiano y como tal es imprescindible para todo creyente.