martes, 27 de mayo de 2014

Homilía del Papa Francisco en las Misas en Santa Marta. 2014-05-22

Temas sacerdotales y Homilías del Papa.


Permanecer en el amor de Dios,
 con su paz y alegría, alienta el Papa

2014-05-22 Radio Vaticana(RV).- Custodia Señor el Espíritu Santo en nosotros, la gracia y paz que nos has regalado, para que no seamos cristianos avinagrados, invitó a pedir el Papa Francisco en su homilía de la misa matutina de este jueves, en la capilla de la Casa de Santa Marta. Recordando que Jesús, antes de subir el Cielo, habló de tantas cosas, pero sobre todo reiteró «tres palabras clave»: «paz, amor y alegría», el Obispo de Roma hizo hincapié en el mandamiento de amar a Dios y al prójimo. Casi un «protocolo» - en Mateo 25 – en el que «todos seremos juzgados». Con el Evangelio de este día, destacó el Papa Bergoglio, Jesús añade una cosa sobre el amor nueva y nos dice: «No sólo amen, sino permanezcan en mi amor»:

«La vocación cristiana es esto: permanecer en el amor de Dios. Es decir, respirar, vivir con ese oxígeno. Vivir gracias a ese aire. Permanecer en el amor de Dios, con esto cierra la profundidad de su discurso sobre el amor. Y añade... Y ¿cómo es su amor? «Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes» - un amor que viene del Padre. La relación de amor entre él y el Padre es la relación de amor entre él y nosotros. Y a nosotros nos pide que permanezcamos en este amor que viene del Padre».

Paz y amor que no vienen del mundo, sino que vienen del Padre y de Jesús, que nos exhorta a permanecer en su amor. Amor que nos lleva a cumplir los mandamientos, volvió a señalar el Papa, reflexionando luego sobre la alegría cristiana:



«La alegría es como el signo del cristiano... un cristiano sin alegría o no es cristiano o está enfermo. No hay otra, no está bien de salud... como ya dije alguna vez, hay cristianos con cara de pimiento avinagrado, siempre con cara así... con el ceño fruncido... también el alma es así... (sonríe) allí está lo feo... esos no son cristianos. Un cristiano sin alegría no es cristiano. La alegría es como el sello del cristiano, también en el dolor, en las tribulaciones, aun en las persecuciones».

Paz, amor y alegría son tres palabras que nos deja Jesús, con el don del Espíritu Santo:



«...El gran olvidado de nuestra vida ¿eh?... Tendría ganas de preguntarles – pero no lo haré ¿eh? ¿Cuántos de ustedes le rezan al Espíritu Santo? no levanten la mano... Es el gran olvidado, el gran olvidado. Y Él es el don, el don que nos da la paz, que nos enseña a amar y que nos llena de alegría. En la oración le pedimos al Señor: ¡custodia tu don! Le pedimos la gracia que el Señor custodie al Espíritu Santo que está en nosotros. Que el Señor nos dé esta gracia: custodiar siempre al Espíritu Santo en nosotros. Ese Espíritu que nos enseña a amar, nos llena de alegría y nos da la paz»
(CdM - RV)

sábado, 24 de mayo de 2014

La doctrina y la pastoral de los divorciados vueltos a casar

Temas sacerdotales y Homilías del Papa

Un artículo que me ha gustado y que aclara ideas.
Por esa razón y porque es de auténtica actualidad 
lo pongo en este lugar.
Franja 

La doctrina y la pastoral de los divorciados vueltos a casar

Cuando se plantea el tema de la Comunión de los divorciados vueltos a casar , con frecuencia se mezclan varias cuestiones, algunas doctrinales y otras pastorales. A continuación una aclaración;



Autor: P. Eduardo María Volpacchio | 
Fuente: Algunas Respuestas

La doctrina y la pastoral de los divorciados vueltos a casar

El Papa Francisco ha manifestado en varias ocasiones su preocupación –que es una preocupación de toda la Iglesia- por la situación de los católicos divorciados: en muchos casos se sienten excluidos de la Iglesia, sin lugar en ella. Los ha animado a acercarse, y espera que el próximo Sínodo de la Familia, encuentre soluciones para éste y tantos otros desafíos que la pastoral familiar presenta a la Iglesia.

En efecto, los divorciados son miembros de la Iglesia, de los que la Iglesia como buena madre debe ocuparse también. Sería un grave error confundir el hecho de que, en principio, no puedan comulgar, con que estuvieran excomulgados. Ambas cosas son muy diferentes. Están en plena comunión con la Iglesia.

Por otro lado, sería un reduccionismo enfocar el tema sólo desde la perspectiva de la posibilidad de que puedan recibir el sacramento de la Eucaristía. Nuevas soluciones pastorales para este tema, vendrán en el conjunto de una pastoral familiar general e integrada; y no de la búsqueda de parches puntuales para situaciones concretas.

Hay persona que entusiasmadas, piensan que el Papa cambiará la doctrina católica sobre el matrimonio. En otro campo, hay quienes tienen miedo a que lo haga… Pero si hay una cosa clara es que el Papa no quiere cambiar la doctrina: quiere encontrar soluciones pastorales auténticas para los problemas que plantea la crisis de la familia en el mundo actual.

Siendo que con frecuencia los medios de comunicación opinan sobre el asunto con cierta ligereza y sin fundamento teológico, en este artículo queremos presentar algunas ideas sobre el tema.
Cuando se plantea el tema de la Comunión de los divorciados vueltos a casar[1], con frecuencia se mezclan varias cuestiones, algunas doctrinales y otras pastorales. Sería interesante una aclaración.

El tema doctrinal que está en la base es sencillo: para comulgar es necesario estar en gracia de Dios (es decir, tener la conciencia libre de pecados graves). La recuperamos –cuando la hemos perdido– con el sacramento de la penitencia. Y para recibirlo es necesario el propósito de enmienda (intención concreta de esforzarse por evitar los pecados de los que uno se confiesa).

En otros campos quien comete un pecado mortal, se confiesa, es perdonado y está en condiciones de comulgar. Nadie le exige que garantice que no vuelva a pecar, sino solamente que se esfuerce por no hacerlo.

Quien vive maritalmente con una persona que no es su esposa/o[2] (sea cual sea su situación civil: soltero, casado, viudo, separado o divorciado), vive en un estado que le impide acercarse a la confesión y, por tanto, a la Comunión. Quien quisiera hacerlo debería remover la causa que se lo impide 
a) casarse, si es soltero o viudo; 
b) conseguir la nulidad matrimonial, si es casado, y casarse;
c) separarse; comenzar a vivir como hermanos) 
o al menos esforzarse por hacerlo. 

De otro modo, no puede recuperar la gracia necesaria para comulgar. Estoy abierto a que el ingenio humano sea capaz de descubrir otros sistemas para hacerlo, pero hoy por hoy no los hemos encontrado.

Quien sin estar casado por la Iglesia vive maritalmente, si quiere comulgar no tiene otra solución que casarse, separarse o vivir como hermanos. Punto. Aquí reside todo el problema.

Quien tuviera un vínculo anterior no puede volver casarse por la Iglesia mientras este vínculo exista. 

Si el primer matrimonio ha sido válido, a quien quiera comulgar sólo le quedan la segunda y la tercera opción del párrafo anterior porque la confesión perdona los pecados pero no disuelve los vínculos matrimoniales.

Pero hay un problema pastoral bastante complicado: en nuestros días debido a la ignorancia religiosa, a la existencia de visiones alternativas del matrimonio que difieren esencialmente del cristiano, etc., es razonable suponer que haya muchos matrimonios que son nulos. Quienes los contrajeron de hecho no se casaron, porque su matrimonio fue nulo.

Cuando nos encontramos con matrimonios sospechosos de nulidad, en los que no hay manera de comprobar que lo sean... ¿qué hacer? Porque si el matrimonio fue válido, no hay nada que hacer, ya que el matrimonio es indisoluble. Pero si es nulo y no puede demostrarse…

Cómo saber si un matrimonio es válido o no, es problema difícil. A resolver estos problemas se dedican los tribunales eclesiásticos. Pero no sería razonable poner en duda automáticamente la validez de los matrimonios que sufren una crisis… Se crearía un problema pastoral peligrosísimo: se expondría a las parejas a que ante las dificultades que lleva consigo la vida en común, dieran su matrimonio por nulo… La presunción está por la validez, lo que habría que demostrar es su nulidad.

Siendo algo público no cabe la solución propuesta por algunos de que cada uno vea en conciencia si su matrimonio fue nulo o no. Esto, no sólo atentaría contra la estabilidad del matrimonio, sino que lo haría posible sujeto de una condena de nulidad –unilateral y sin proceso– por parte de alguno de los cónyuges. Además no solucionaría nada, ya que esa persona –aunque estuviera subjetivamente libre del vínculo anterior– para poder comulgar debería casarse por la Iglesia. Para esto, la Iglesia tendría que dar a ese juicio de conciencia validez legal, cosa que parece ser contraria al derecho: una cosa es el fuero interno y otra el fuero externo, una cosa es la conciencia y otra los juicios canónicos y la validez de los sacramentos. El matrimonio tiene una dimensión pública.

Recientemente un artículo publicado en el diario La Nación planteó que nos encontramos en una encrucijada entre la doctrina y la pastoral. Como si la doctrina impidiera la pastoral. Pero esto no es cierto. La pastoral es la forma de llevar a la práctica la doctrina. La doctrina no es un corsé que impide la vida, sino la explicación de la vida cristiana. No tendría sentido plantear una pastoral que negara la doctrina.

Un error frecuente es presentar la cuestión en términos antagónicos, como si la misericordia llevara en una dirección y la justicia en otra diferente. Es necesario tener en cuenta todas las circunstancias, para no caer en una falsa disyuntiva: comunión o excomunión, pues no es real. Misericordia y justicia.
La misericordia no se opone a la justicia. No tendría sentido faltar a la misericordia en nombre de la justicia, ni en nombre de la misericordia, faltar a la justicia. Un justicia inmisericorde y una misericordia injusta son inmorales. Ambas atentan contra la caridad y la justicia.

La preocupación por los divorciados, que rezan, quieren formar cristianamente a sus hijos y sufren la no recepción de la Comunión, etc., necesita una pastoral concreta (obviamente los divorciados que viven al margen de la Iglesia no tienen ninguna intención de comulgar, su interés en el tema podría venir a lo sumo del deseo de que la Iglesia apruebe su opción de vida).
Los divorciados tienen lugar y un papel en la Iglesia, aún aquellos que no puedan recibir la comunión. Como todos pueden y deben rezar, asistir a Misa, educar cristianamente a sus hijos, participar en grupos de oración, de formación, de ayuda social, catequesis, etc. La comunión es importante, pero no es la única forma de participar de la vida de la Iglesia.

Al ocuparnos de los divorciados, debemos hacerlo en el contexto de todos los fieles y de la realidad de la situación de cada uno. No podemos olvidar, por ejemplo,  a los tantísimos cónyuges que, una vez separados en su matrimonio, han permanecido fieles al vínculo conyugal. A nadie se le ocurriría decir que han sido víctimas de la doctrina, ni que deberían buscar alguien con quien rehacer su vida.
Defender la indisolubilidad del matrimonio y buscar el acercamiento de los divorciados a la Iglesia no son cuestiones alternativas, sino ambas exigencias de la misión de la Iglesia.

Pienso que una época de crisis familiar es muy importante ayudar a entender la indisolubilidad matrimonial, y ayudar a vivir la fidelidad. Y que la necesaria misericordia para con los divorciados vueltos a casar, no contradiga la misericordia con los separados fieles al vínculo, ni socave la estabilidad de los matrimonios en crisis. Y que la promoción de la estabilidad matrimonial no signifique la exclusión de los divorciados. Este es uno de los desafíos que tendrá en próximo Sínodo.

Algunos medios pretenden transmitir el mensaje de que la Iglesia va hacia aprobación del divorcio o a –lo que es lo mismo– abrir el acceso a la comunión a todos los divorciados. Esto, además de no ser cierto, da lugar a un problema muy serio, y no sólo porque crea falsas expectativas. No hay soluciones mágicas para la cuestión.

Cuidemos de no simplificar cuestiones tan complejas. La Iglesia busca una pastoral hacia los divorciados que esté en perfecta sintonía con su pastoral matrimonial general, en la que se pide –y se exige– el esfuerzo para sacar adelante el propio matrimonio.   Si consideráramos el divorcio superficialmente ¿con qué cara le vamos a pedir a los casados que cuiden su matrimonio?

Quien buscara soluciones pastorales que negaran la doctrina, estaría creando nuevos grandes problemas pastorales. En nombre de la misericordia con los divorciados vueltos a casar, agravaríamos el terremoto que sufre la familia en nuestros días.

El gran desafío pastoral que tenemos no reside en conseguir dar la comunión a los divorciados a cualquier precio (bendito sean los casos que se pueda resolver, ya sea por vía de una nulidad auténtica o por vía de abstención de vida marital), sino que es triple: cómo ayudar a que los jóvenes quieran casarse y se casen con las debidas disposiciones –que sus matrimonios sean válidos–; a que los matrimonios duren toda la vida; y el acercamiento a Dios de los divorciados, acercamiento que para cada persona supone un camino que toca a cada uno recorrer.


[1] Los divorciados que no han formado una nueva pareja no tienen ningún problema para comulgar (deben cumplir las mismas condiciones que los demás fieles).
[2] Se sobrentiende que nos referimos a su esposa/o en un matrimonio canónico (lo que comúnmente se llama “casados por la Iglesia”).

jueves, 22 de mayo de 2014

Homilía del Papa Francisco en las Misas en Santa Marta. 2014-05-20

Temas sacerdotales y Homilías del Papa.


Papa Francisco: recibamos con corazón de niños al Espíritu Santo, que nos regala la paz que nadie puede arrebatarnos
2014-05-20 Radio Vaticana

(RV).- (Se actualizó con video - con audio)   La paz de Jesús, no la de este mundo que se afianza en las cosas materiales, dinero y poder, hizo hincapié el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina, en la Capilla de la Casa de Santa Marta, este martes. Con el Evangelio de Juan y las palabras de Jesús antes de la Pasión, anunciando a sus discípulos: ‘les doy mi paz’, el Santo Padre, puso de relieve que es una paz completamente distinta de la paz que da el mundo:

«Por ejemplo, nos ofrece la paz de las riquezas: ‘pero, yo estoy en paz porque tengo todo arreglado para vivir, para toda mi vida, no tengo que preocuparme...’ Ésta es una paz que da el mundo. No te preocupas, no tendrás problemas porque tienes tanto dinero... La paz de la riqueza. Y Jesús nos dice que no nos fiemos de esta paz, porque con gran realismo nos dice: ‘¡Miren que hay ladrones... Los ladrones pueden robarte tus riquezas!’ La paz que da el dinero no es una paz definitiva. Piensen también en que el metal se oxida ¿no? ¿Qué quiere decir? ¡Que ante una caída de la Bolsa todo tu dinero se irá! ¡No es una paz segura: es una paz superficial, temporal!»

La paz mundana abarca características que nos muestran que no es definitiva. La del poder, que no funciona, que por ejemplo termina con un golpe de estado. La de Herodes, que acaba cuando los Magos le dicen que ha nacido el Rey de Israel. La de la vanidad, que se tambalea según me sienta apreciado o insultado. Sin embargo la paz que nos da Jesús es el Espíritu Santo:¡La paz de Jesús es una Persona, es el Espíritu Santo! El mismo día de su Resurrección, Él viene al Cenáculo y su saludo es: ‘La paz esté con ustedes. Reciban al Espíritu Santo’. Ésta es la paz de Jesús: es una Persona, es un regalo grande. Y cuando el Espíritu Santo está en nuestro corazón, nadie puede arrebatarnos la paz ¡nadie! ¡Es una paz definitiva! ¿Cuál es nuestro trabajo? Custodiar esta paz ¡custodiarla! Es una paz grande, una paz que no es mía, es de otra Persona que me la regala, de otra Persona que está dentro de mi corazón y que me acompaña toda la vida. ¡Me la dio el Señor!»

Esta paz se recibe con el Bautismo y con la Confirmación, pero sobre todo se recibe como un niño recibe un regalo – sin condiciones, con el corazón abierto, enfatizó luego el Papa, poniendo de relieve que hay que custodiar al Espíritu Santo, sin enjaularlo, pidiéndole ayuda a este ‘gran regalo’ de Dios:

«Si ustedes tienen esta paz del Espíritu, si tienen al Espíritu dentro de ustedes y tienen conciencia de esto, que no se turbe el corazón de ustedes ¡Estén seguros! Pablo nos decía que para entrar en el Reino de los Cielos es necesario pasar por tantas tribulaciones. Pero todos, todos nosotros, tenemos tantas ¡todos! Más pequeñas... más grandes... Pero que no se turbe el corazón de ustedes: y ésa es la paz de Jesús. La presencia del Espíritu hace que nuestro corazón esté en paz. ¡No anestesiado, no! Consciente, en paz: con esa paz que sólo da la presencia de Dios»
(CdM - RV)

sábado, 17 de mayo de 2014

Las diez frases más destacadas de Francisco sobre la familia.

Temas sacerdotales y Homilías del Papa.


Las diez frases más destacadas de Francisco sobre la familia.

Las Naciones Unidas establecieron en 1994 que cada 15 de mayo se celebre el Día de la Familia. Desde su asunción, el papa Francisco mostró un especial interés por la temática. En reiteradas oportunidades resaltó su importancia. Sumado a esto, en octubre próximo tendrá lugar el sínodo de obispos sobre la pastoral de la familia.

A continuación, las diez intervenciones más destacadas de Francisco al hablar sobre la familia:


1. "Aquello que pesa más de todas las cosas es la falta de amor. Pesa no recibir una sonrisa, no ser recibidos. Pesan ciertos silencios. A veces, también en familia, entre marido y mujer, entre padres e hijos, entre hermanos. Sin amor, el esfuerzo se hace más pesado, intolerable" (Encuentro de Familias en Roma en octubre del 2013).

2. "Hay tres palabras mágicas: 'Permiso' para no ser invasivo en la vida del cónyuge. 'Gracias', agradecer lo que el otro hizo por mí, la belleza del decir gracias. Y la otra, 'perdón', que a veces es más difícil, pero es necesario decirla" (Audiencia General en la Plaza San Pedro, el miércoles 2 de abril).

3. "En su camino familiar, ustedes comparten tantos momentos inolvidables. Sin embargo, si falta el amor, falta la alegría, y el amor auténtico nos lo da Jesús" (Carta del 2 de febrero del Papa a las familias).

4. "El secreto es que el amor es más fuerte que el momento en que se pelea, y por eso aconsejo a los esposos: no terminen el día en que pelearon sin hacer las paces, siempre" (Audiencia General en la Plaza San Pedro, el miércoles 2 de abril).

5. "El verdadero vínculo es siempre con el Señor. Todas las familias, tienen necesidad de Dios: todas, ¡todas! Necesidad de su ayuda, de su fuerza, de su bendición, de su misericordia, de su perdón. Y se requiere sencillez. ¡Para rezar en familia se requiere sencillez! Cuando la familia reza unida, el vínculo se hace fuerte" (Homilía de la Misa del Encuentro de Familias, que se realizó en Roma en octubre del 2013).

6. "Si el amor es una relación, se construye como una casa. No querrán construirla sobre la arena de los sentimientos que van y vienen, sino sobre la roca del amor verdadero, el amor que viene de Dios. La familia nace de este proyecto de amor que quiere crecer como se construye una casa: que sea lugar de afecto, de ayuda, de esperanza" (Palabras a los novios que se reunieron en la Plaza San Pedro en San Valentín).

7."Hoy, la familia es despreciada, es maltratada, y lo que se nos pide es reconocer lo bello, auténtico y bueno que es formar una familia, ser familia hoy; lo indispensable que es esto para la vida del mundo, para el futuro de la humanidad" (Palabras dirigidas a los obispos el 20 de febrero, en un encuentro que trataba el tema de la familia).

8."El matrimonio es un largo viaje que dura toda la vida, y necesitan la ayuda de Jesús para caminar juntos, con confianza, para acogerse, uno al otro cada día, y perdonarse cada día, y esto es importante en las familias, saber perdonarse. Porque todos nosotros tenemos defectos. ¡Todos!" (Encuentro de Familias en Roma en octubre del 2013).

9. "Cuando nos preocupamos por nuestras familias y sus necesidades, cuando entendemos sus problemas y esperanzas, (...) cuando sostienen la familia, sus esfuerzos repercuten no sólo en beneficio de la Iglesia; también ayudan a la entera sociedad" (Discurso dirigido a los obispos de Sri Lanka, el 5 de mayo del 2014).

10. "La verdadera alegría viene de la armonía profunda entre las personas, que todos experimentan en su corazón y que nos hace sentir la belleza de estar juntos, de sostenerse mutuamente en el camino de la vida" (Misa de clausura del Encuentro de Familias, en Roma).

miércoles, 7 de mayo de 2014

Biblia políglota del Cardenal Cisneros. Tema de Interés cultural

Temas sacerdotales y Homilías del Papa.

La Biblia Políglota de Cisneros cumple 500 años

"Una de las mayores proezas científica, filológica y técnica de la universidad española"

Redacción, 07 de mayo de 2014 a las 18:09




Homenaje a la figura del cardenal de las

universidades Complutense y de Alcalá

 
Biblia políglota del Cardenal Cisneros
Cronología de Cisneros Cardenal Cisneros

 La mayor parte de las 600 biblias se perdieron en un naufragio cuando eran trasladadas a Roma para ser rubricadas por el Papa, aunque se conservan más de un centenar



El cardenal Cisneros


 La Biblia Políglota 


El cardenal Cisneros 


La Biblia de Cisneros


La Biblia Complutense, un proyecto del cardenal Cisneros cuyo primer tomo se imprimió en Alcalá hace ahora 500 años, fue la primera edición políglota de una Biblia completa en el mundo y está considerada como "una de las mayores proezas científica, filológica y técnica de la universidad española".

Las universidades Complutense de Madrid y de Alcalá de Henares han celebrado hoy, en un acto solemne, la impresión en 1514 del Nuevo Testamento en latín, griego, hebreo y arameo, el primero de un total de seis tomos cuya impresión culminó en 1517, pero no se publicaron hasta 1520 en espera de la autorización papal.

En la ceremonia, en el paraninfo de la Complutense, los rectores José Carrillo y Fernando Galván han homenajeado al cardenal Cisneros, fundador de la Universidad de Alcalá, que financió los trabajos, adquirió los mejores manuscritos existentes y reunió al mejor elenco de filólogos y humanistas de Europa para elaborar la Biblia políglota.

"Fue una de las empresas académicas más ambiciosas e innovadoras de la época, que supuso la incorporación de todas las investigaciones de la filología a la construcción de un texto plurilingüe", según el director de la Real Academia de la Lengua (RAE) José Manuel Blecua, que destacó la labor del latinista Antonio de Nebrija, finalmente enfrentado a Cisneros, además de los mejores helenistas y hebraístas.

Para el catedrático Luis Vegas, la publicación se retrasó en parte por motivos de herencia -Cisneros murió en 1517- y también porque Erasmo de Rotterdam, que publicó en 1516 su Biblia en latín y griego, habría obtenido del Papa una licencia "exclusiva" por cuatro años, restando así primicia a la obra Complutense.

El rector de Alcalá, "ciudad de las tres culturas, tres religiones y tres lenguas", también tuvo palabras para el tipógrafo francés Arnao Guillen de Brocar, que hizo "uno a uno los primeros tipos griegos" de Europa y una página en la que confluían cuatro alfabetos en distintas columnas, en una auténtica obra maestra de la técnica.

José Carrillo, rector de la Complutense, tras señalar que "cada tiempo es un tiempo nuevo", ha subrayado el papel de la universidad en la sociedad ahora y entonces, para concluir que "a pesar de que soplan vientos contrarios, la universidad pública tiene futuro".

Por su parte, el catedrático Julio Trebolle ha glosado, entre otros, el papel de Hernán Núñez, iniciador de los trabajos; Juan de Vergara, posteriormente encarcelado y sometido a un auto de fe en 1533; el helenista cretense Demetrio Lucas o hebraístas como Alfonso Zamora y otros, en su mayoría judíos conversos.

Los expertos han reivindicado, además, que los últimos descubrimientos, entre ellos los manuscritos del Mar Muerto, ponen de manifiesto que la Biblia Complutense es "mucho mejor" de lo que se había considerado, porque detalles que se estimaban "como errores, inventos o ignorancia no eran tales, sino que los editores complutenses estaban reproduciendo contenidos de manuscritos que se perdieron".

El rector de Alcalá se ha congratulado de celebrar el quinto centenario de forma conjunta con la Complutense, dados los "lazos familiares" que comparten por su origen, y que la celebración tendrá continuidad hasta el aniversario de la publicación.

La mayor parte de las 600 biblias se perdieron en un naufragio cuando eran trasladadas a Roma para ser rubricadas por el Papa, aunque se conservan más de un centenar.

En la Comunidad de Madrid hay ejemplares en las universidades Complutense y de Alcalá, en la Biblioteca Nacional y la del Escorial, así como en el Ayuntamiento alcalaíno y en otras universidades españolas, según el coordinador del evento, José Luis Gonzalo.

Homilías del Papa. en Santa Marta. 2014-05-06

Temas sacerdotales y Homilías del Papa.


La Iglesia no es una universidad de la religión,
dice el Papa Francisco
VATICANO, 06 May. 14 /      09:41 am    (ACI/EWTN Noticias).
- En su homilía de la Misa que presidió esta mañana en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco señaló que la Iglesia no es una “universidad de la religión” y alertó además que el cristiano que no da testimonio se vuelve estéril. 

En esta ocasión, informa Radio Vaticana, el Pontífice se detuvo en el martirio de San Esteban narrado en los Hechos de los Apóstoles: “el martirio de Esteban es una copia del martirio de Jesús”. El mártir, como Jesús, dijo que había encontrado “los celos de los dirigentes” que trataban de eliminarlo.

También él tuvo “falsos testigos” y un “juicio hecho de modo rápido”. Esteban les advirtió que estaban oponiéndose al Espíritu Santo, como había dicho Jesús. Pero “esta gente –evidenció el Papa– no estaba tranquila, no tenía paz en su propio corazón”. Esta gente –añadió– “tenía odio” en su corazón. Por esta razón, al oír las palabras de Esteban estaban furiosos. “Este odio –dijo Francisco– fue sembrado en su corazón por el diablo”, “es el odio del demonio contra Cristo”.

Este odio del demonio “que hizo lo que quería con Jesucristo en su Pasión –prosiguió– ahora repite lo mismo” con Esteban. Y en el martirio se ve claramente “esta lucha entre Dios y el demonio”. Por otra parte, Jesús había dicho a los suyos que debían alegrarse de ser perseguidos a causa de su nombre: “Ser perseguido, ser mártir, dar la vida por Jesús es una de las Bienaventuranzas”.

Por esto, dijo Francisco, “el demonio no puede ver la santidad de una Iglesia o la santidad de una persona, sin hacer algo” para oponerse. Y es esto lo que hace con Esteban, pero “él muere como Jesús: perdonando”.

“Martirio es la traducción de la palabra griega que también significa testimonio. Y así podemos decir que para un cristiano el camino va por las huellas de este testimonio, por las huellas de Jesús para dar testimonio de Él y, tantas veces, este testimonio termina dando la vida. No se puede entender a un cristiano sin que sea testigo, sin que de testimonio”.

“Nosotros no somos una ‘religión’ de ideas, de pura teología, de cosas bellas, de mandamientos. No, nosotros somos un pueblo que sigue a Jesucristo y da testimonio –pero quiere dar testimonio de Jesucristo– y este testimonio algunas veces llega a dar la vida”.

En los Hechos de los Apóstoles se lee que una vez asesinado Esteban, “estalló una violenta persecución contra la Iglesia de Jerusalén”. Estas personas, observó el Papa, “se sentían fuertes y el demonio los impulsaba a hacer esto” y así “los cristianos se dispersaron en la región de Judea, de Samaria”.

La persecución, destacó el Papa, hace que esta “gente se fuera lejos” y donde llegaba explicaba el Evangelio, daba testimonio de Jesús y así “comenzó” la “misión de la Iglesia”. “Se convertían tantos –recordó– escuchando a esta gente”. Uno de los Padres de la Iglesia – añadió – explicaba esto diciendo: “La sangre de los mártires es semilla de cristianos”. Con “su testimonio predicaban la fe”.

“El testimonio, en la vida cotidiana, con algunas dificultades, y también en la persecución, con la muerte, siempre es fecundo. La Iglesia es fecunda y madre cuando da testimonio de Jesucristo. En cambio, cuando la Iglesia se encierra en sí misma, se cree –digamos así– una ‘Universidad de la religión’, con tantas bellas ideas, con tantos bellos templos, con tantos bellos museos, con tantas bellas cosas, pero no da testimonio, se vuelve estéril. Y el cristiano lo mismo. El cristiano que no da testimonio, permanece estéril, sin dar la vida que ha recibido de Jesucristo”.

Esteban “estaba lleno del Espíritu Santo”. Y advirtió que “no se puede dar testimonio sin la presencia del Espíritu Santo en nosotros”. “En los momentos difíciles, en que debemos elegir el camino justo, en que debemos decir ‘no’ a tantas cosas que quizá tratan de seducirnos – dijo también el Papa – hay una oración al Espíritu Santo, y es Él quien nos hace fuertes para ir por este camino, el del testimonio”.

“Y hoy pensando en estos dos iconos –Esteban, que muere, y la gente, los cristianos, que huyen, yendo por doquier por la violenta persecución– preguntémonos: ¿Cómo es mi testimonio? ¿Soy un cristiano testigo de Jesús o soy un simple numerario de esta secta? ¿Soy fecundo porque doy testimonio, o permanezco estéril porque no soy capaz de dejar que el Espíritu Santo me lleve adelante en mi vocación cristiana?”

lunes, 5 de mayo de 2014

Homilías del Papa. en Santa Marta. 2014-05-02

Temas sacerdotales y Homilías del Papa.

 

El Papa: Lloro por los cristianos crucificados;
 también hoy se mata en nombre de Dios
2014-05-02 Radio Vaticana
(RV).- (Con audio)  

También hoy hay tantos “dueños de las conciencias”: en algunos países hay quien mata en nombre de Dios o se va a la cárcel por llevar un Evangelio o una cruz. Lo afirmó el Papa Francisco durante la Misa presidida en la Capilla de la Casa de Santa Marta, en que confesó que lloró ante la noticia de que algunos cristianos fueron crucificados.

El Papa centró su homilía en el Evangelio de la multiplicación de los panes y de los peces y en la lectura tomada de los Hechos de los Apóstoles, en que los discípulos de Jesús son flagelados por el Sanedrín. Francisco propuso tres iconos: el primero es el amor de Jesús por la gente, su atención ante los problemas de las personas.
Y observó que al Señor no le preocupa cuántos lo siguen, no “le pasa por la mente, por ejemplo, hacer un censo” – dijo – para ver si “la Iglesia ha aumentado… ¡no! Él habla, predica, ama, acompaña, recorre el camino con la gente, mansa y humilde”. Y habla con autoridad, es decir, con “la fuerza del amor”.

El segundo icono lo representan los “celos” de las autoridades religiosas de aquel tiempo: “¡No toleraban – exclamó el Papa – que la gente fuera detrás de Jesús! ¡No lo toleraban! Tenían celos. Y dijo que ésta es una actitud fea. Y de los celos a la envidia – prosiguió – sabemos que el padre de la envidia” es “el demonio”. Y por la envidia “entró el mal en el mundo”. “Esta gente – dijo también Francisco – sabía bien quién era Jesús: ¡lo sabía! ¡Esta gente era la misma que había pagado a la guardia para decir que los apóstoles habían robado el cuerpo de Jesús!”:

“Habían pagado para silenciar la verdad. Pero, la gente es mala, ¡verdaderamente! Porque cuando se paga para esconder la verdad, somos muy malos. Y por esto la gente sabía quiénes eran éstos. No los seguían, los toleraban porque tenían autoridad: la autoridad del culto, la autoridad de la disciplina eclesiástica de aquel tiempo, la autoridad sobre el pueblo… y la gente seguía. Jesús dice de ellos que ataban pesos oprimentes sobre los fieles y los cargaban sobre las espaldas de la gente. Esta gente no tolera la mansedumbre de Jesús, no tolera la mansedumbre del Evangelio, no tolera el amor. Y paga por envidia, por odio”.

Durante la reunión del Sinedrio hay un “hombre sabio”, Gamaliel, que invita a los líderes religiosos a liberar a los apóstoles. De este modo, reafirmó el Papa, están estos dos iconos: Jesús que se conmueve al ver a la gente “sin pastor” y las autoridades religiosas…
“Éstos, con sus maniobras políticas, con sus maniobras eclesiásticas para seguir dominando al pueblo… Y así, hacen venir a los apóstoles, después de que habló este hombre sabio, llamaron a los apóstoles y los hicieron flagelar y les ordenaron que no hablaran en nombre de Jesús. Por tanto, los pusieron en libertad. ‘Pero, algo debemos hacer: ¡les daremos un buen bastonazo y después a su casa!’. Injusto, pero lo hicieron. Ellos eran los dueños de las conciencias, y sentían que tenían el poder de hacerlo. Dueños de las conciencias… También hoy, en el mundo, hay tantos”.

“Yo lloré – dijo el Papa – cuando vi en los media” la noticia de “cristianos crucificados en cierto país no cristiano. También hoy – subrayó – hay gente así, que en nombre de Dios, mata, persigue. Y también hoy vemos a tantos que, “como los apóstoles”, se sienten “dichosos por haber sido juzgados dignos de padecer ultrajes por el nombre de Jesús”. Éste – dijo – “es el tercer icono de hoy. La alegría del testimonio”:

“Primer icono: Jesús con la gente, el amor, el camino que Él nos ha enseñado, por el que debemos ir. Segundo icono: la hipocresía de estos dirigentes religiosos del pueblo, que habían encarcelado al pueblo con estos mandamientos, con esta legalidad fría, dura, y que también han pagado para esconder la verdad. Tercer icono: la alegría de los mártires cristianos, la alegría de tantos hermanos y hermanas nuestros que en la historia han sentido esta alegría, esta felicidad por haber sido juzgados dignos de padecer ultrajes por el nombre de Jesús. ¡Y hoy hay tantos! Piensen que en algunos países, sólo por llevar el Evangelio, vas a la cárcel. Tú no puedes llevar una cruz: te harán pagar la multa. Pero el corazón se siente feliz. Los tres iconos: mirémoslos, hoy. Es parte de nuestra historia de la salvación”.
(María Fernanda Bernasconi – RV).




Homilía del Papa. Capilla de Santa Marta, 2014-04-29

Temas sacerdotales y Homilías del Papa.




Una comunidad cristiana está en paz, 
da testimonio de Cristo y asiste a los pobres, 
dijo el Papa en su homilía
2014-04-29 Radio Vaticana

(RV).- (Con audio)   Toda comunidad cristiana debería confrontar su propia vida con la que animaba a la primera Iglesia y verificar su propia capacidad de vivir en “armonía”, de dar testimonio de la Resurrección de Cristo y de asistir a los pobres. Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía de la misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta.

Un’“icono” con tres “pinceladas”: es lo que presenta a la primera comunidad cristiana tal como aparece descrita en los Hechos de los Apóstoles. El Papa se detuvo en las tres características de este grupo, capaz de plena concordia en su interior, de dar testimonio de Cristo hacia fuera, y de impedir que sus miembros padecieran la miseria: las “tres peculiaridades del pueblo renacido”.

Francisco desarrolló su homilía a partir de lo que la Iglesia ha destacado durante toda la semana de Pascua: “renacer desde lo Alto”, del Espíritu, que da vida al primer núcleo de los “nuevos cristianos”, cuando “aún no se llamaban así”:

“‘Tenía un solo corazón y una sola alma’. La paz. Una comunidad en paz. Esto significa que en aquella comunidad no había lugar para los chismes, para las envidias, para las calumnias, para las difamaciones. Paz. El perdón: ‘El amor lo cubría todo’. Para calificar a una comunidad cristiana sobre esto, debemos preguntarnos cómo es la actitud de los cristianos. ¿Son mansos, humildes? En esa comunidad ¿hay peleas entre ellos por el poder? ¿Peleas de envidia? ¿Hay chismes? No están por el camino de Jesucristo. Esta característica es muy importante, muy importante, porque el demonio trata de dividirnos siempre. Es el padre de la división”.

No es que faltaran los problemas en aquella primera comunidad. De hecho, el Papa Francisco recordó “las luchas internas, las luchas doctrinales, las luchas de poder” que también aparecieron más adelante. Por ejemplo, dijo, cuando las viudas se lamentaron de no ser asistidas bien por los Apóstoles, por lo que “debieron hacer a los diáconos”.
Sin embargo, aquel “momento fuerte” del inicio fija para siempre la esencia de la comunidad nacida del Espíritu. Una comunidad acorde y, en segundo lugar, una comunidad de testigos de la fe, sobre la cual el Papa invitó a confrontar toda comunidad actual:

“¿Es una comunidad que da testimonio de la resurrección de Jesucristo? Esta parroquia, esta comunidad, esta diócesis ¿cree verdaderamente que Jesucristo ha resucitado? O dice: ‘Sí, ha resucitado, pero de esta parte’, porque lo cree aquí solamente, con el corazón lejos de esta fuerza. Dar testimonio de que Jesús está vivo, está entre nosotros. Y así se puede verificar cómo va una comunidad”.
Le tercera característica sobre la cual verificar cómo va la vida de una comunidad cristiana está relacionada con “los pobres”. Y aquí el Papa Francisco distinguió el metro de verificación en dos puntos:

“Primero: ¿Cómo es tu actitud o la actitud de esta comunidad con los pobres? Y segundo: Esta comunidad ¿es pobre? ¿Pobre de corazón, pobre de espíritu? ¿O pone su confianza en las riquezas? ¿En el poder? Armonía, testimonio, pobreza y atender a los pobres. Y esto es lo que Jesús explicaba a Nicodemo: este nacer desde lo Alto. Porque el único que puede hacer esto es el Espíritu. Esta es obra del opera del Espíritu. A la Iglesia la hace el Espíritu. El Espíritu hace la unidad. El Espíritu te impulsa hacia el testimonio. El Espíritu te hace pobre, porque Él es la riqueza y hace que tú te ocupes de los pobres”.
“Que el Espíritu Santo – concluyó Francisco – nos ayude a caminar por este camino de renacidos por la fuerza del Bautismo”.

(María Fernanda Bernasconi – RV).